Kering se sube a la ola de los ‘profit warning’ y anticipa un ‘pinchazo’ en Gucci

Kering empieza el año con un profit warning. Debido al “entorno desafiante”, el conglomerado francés de lujo ha augurado una caída de las ventas del 10% para el primer trimestre del ejercicio actual, que publicará el próximo 23 de abril. La caída está especialmente motivada por el descenso de las ventas en Gucci, según ha avanzado esta tarde la empresa en un comunicado.

La compañía espera que la facturación de Gucci descienda hasta un 20% en el periodo, particularmente afectada por la región asiática. A cierre de 2023 los ingresos de Gucci descendieron un 6% hasta 9.900 millones de euros, registrando una especial caída en las ventas de las tiendas propias, que representan el 91% de los ingresos. Las ventas mayoristas bajaron un 5%.

“En un entorno que continúa siendo incierto a principios de 2024, las continuas inversiones en nuestras firmas presionarán nuestros resultados a corto plazo”, ha señalado François-Henri Pinault, presidente y consejero delegado del grupo. A escala global, la empresa cerró 2023 con una cifra de negocio de 19.600 millones de euros, un 4% menos que el año anterior. El beneficio neto descendió un 17% hasta 2.983 millones de euros.

Kering ha avisado que las ventas en el primer trimestre se verán especialmente afectadas por un descenso en la facturación de Gucci

El plan de Kering en febrero, cuando presentó sus resultados anuales, era seguir ejecutando su estrategia, con dos objetivos clave: mantener una trayectoria de crecimiento rentable a largo plazo y confirmar su estatus, dando prioridad a los gastos e inversiones que apoyaran el desarrollo y el crecimiento a largo plazo de sus marcas.

El conglomerado francés se une así a una lista cada vez más larga de empresas del sector lanzando profit warnings. En Europa, los pure players Zalando o MyTheresa cerraron 2023 tras haber reducido previsiones, así como Dr. Martens, que lo justificó por retrasos en sus centros de distribución y la caída de ventas en sus tiendas propias.

Ni siquiera el low cost, un segmento al que las crisis suelen beneficiar, ha salido bien parado. La polaca Pepco redujo en septiembre de 2023 sus previsiones para el cierre de año, y Primark reestructuró su negocio en Alemania tras no obtener los resultados esperados.