Entorno

El cambio climático costará 65.000 millones a los grandes proveedores de moda asiáticos

Bangladesh, Camboya, Pakistán y Vietnam, que representan el 18% de las exportaciones globales de moda, corren el riesgo de perder 65.000 millones de dólares en exportaciones para 2030 a causa de las temperaturas e inundaciones.

El cambio climático costará 65.000 millones a los grandes proveedores de moda asiáticos
El cambio climático costará 65.000 millones a los grandes proveedores de moda asiáticos
Una sequía en el Canal de Panamá ha obligado a las autoridades del país a imponer restricciones.

Celia Oliveras

13 mar 2024 - 05:00

El cambio climático amenaza la cadena de suministro. Bangladesh, Camboya, Pakistán y Vietnam, que acumulan el 18% de las exportaciones mundiales de moda, podrían perder hasta 65.890 millones de dólares en exportaciones para 2030 debido a las altas temperaturas e inundaciones en la región de Asia Pacífico.

 

A pesar de que los cuatro proveedores continuarán creciendo en términos nominales, sus ingresos por exportaciones se irán reduciendo proporcionalmente hasta ganar un 22% menos en 2030, según un estudio publicado por la Universidad de Cornell y la gestora de activos británica, Schroders. Para 2050, además, esta ralentización de los ingresos irá en aumento, y para ese año los cuatro países habrán crecido un 68,8% menos.

 

“La moda se ha centrado en objetivos como el uso de materiales reciclados o la emisión de gases de efecto invernadero -recoge el informe-; pero ha ignorado los efectos del cambio climático en los trabajadores y países en los que se producen las prendas de ropa”.

 

 

 

 

Este tipo de disrupciones relacionadas con el clima no son una novedad, y ya han marcado la agenda del sector en alguna ocasión. Desde hace varios meses, de hecho, una sequía en el Canal de Panamá ha obligado a las autoridades del país a imponer restricciones en el número de barcos que cruzan el estrecho.

 

Según el Fondo Monetario Internacional, a través de los datos del portal PortWatch, durante los dos primeros meses del año el volumen de mercancías que han pasado por el Canal de Panamá, que acoge un 5% del comercio marítimo global, ha descendido un 32% respecto al año anterior.

 

En términos de empleo, este tipo de disrupciones también supondrían la pérdida de un 7% de los puestos de trabajo de la industria en los cuatro países en 2030, lo que se traduce en alrededor de 950.000 trabajadores. Para 2050, el aumento proporcional es todavía mayor, y las inundaciones y altas temperaturas supondrán la destrucción de un 34,5% del empleo, ocho millones menos de puestos de trabajo.

 

 

 

 

Ante esta situación, y debido a la gran importancia que tiene el sector de la moda en la economía de esos países en términos de ingresos y empleo, los gobiernos de Bangladesh, Camboya y Pakistán ya han prometido intentar reducir esa dependencia económica de cara al futuro.

 

El estudio de la universidad también ha cifrado en un mínimo de un 5% el impacto total que tendrán estas disrupciones climáticas en el beneficio operativo de las marcas. Según el texto, los efectos del cambio climático también supondrán una pérdida de productividad de los proveedores, lo que puede ser un factor determinante para las marcas a la hora de contratarlos.

 

Mientras muchas de estas empresas ya han comenzado a desarrollar políticas para hacer frente al cambio climático, de hecho, el estudio denuncia que la adaptación del sector manufacturero todavía es muy escasa. “No es extraño pensar que las marcas van a empezar, si no lo están haciendo ya, a considerar tanto el precio y el volumen de la producción como el riesgo de exposición y potencial adaptación ante este tipo de disrupciones por parte de los proveedores”.

 

 

 

 

El estudio establece cuatro decisiones principales que pueden adoptar las marcas y proveedores dentro del sector de la moda, al que ha calificado como “poco adaptable” a los futuros impactos del cambio climático. Según los investigadores, las opciones de ambos pasan por absorber los gastos extras, adaptar las fábricas y facilidades de la cadena de suministro para que soporten dichas disrupciones o mover su producción a otras zonas de esos países con menos riesgo climático.

 

En último lugar, el estudio también contempla la posibilidad de que las marcas y proveedores comiencen a producir en otros países, que, no solo no estén tan expuestos a las disrupciones climáticas, sino que puedan mantener los costes de producción actuales, como podrían ser los países del norte de África.

 

“Dados los niveles de saturación relativamente bajos de estos mercados, la construcción y producción de nuevas facilidades podría llegar a ser más barata. Esto, combinado con un riesgo de impacto menor que el Asia, puede hacer a estos países cada vez más atractivos”, asegura el informe.

 

La decisión de trasladar las cadenas de suministro, sin embargo, también conlleva ciertos gastos, como el volumen de fuerza de trabajo en los países de destino, la infraestructura disponible o el nivel de formación de la población, han avisado desde ambas entidades.