Asos, Boohoo y George acuerdan con el Gobierno británico reglas sobre sus ‘green claims’

Asos, Boohoo y George firman un acuerdo de regulación de sus green claims. Las tres empresas británicas han formalizado acuerdos para utilizar únicamente declaraciones verdes precisas y claras. Los compromisos garantizados por la Competition & Markets Authority (CMA) del Gobierno británico comprometen a ASOS, Boohoo y George a cambiar la forma en que muestran, describen y promocionan sus credenciales ecológicas, lo que significa que millones de clientes pueden esperar ver declaraciones ecológicas claras y precisas.

Cada una de las empresas ha firmado un compromiso que las compromete a cumplir un conjunto acordado de reglas sobre el uso de derechos ecológicos, que abarcan desde lo que respecta a afirmaciones ecológicas, a declaraciones sobre tejidos, criterios para gamas verdes, uso de imágenes, filtros sobre productos y objetivos medioambientales, entre otros.

Asos, Boohoo y George deben garantizar que todas las afirmaciones ecológicas sean precisas y no engañosas. La información clave debe ser clara y destacada, lo que significa que debe expresarse en un lenguaje sencillo, fácil de leer y claramente visible para los compradores.

Las declaraciones sobre materiales verdes deben ser específicas y claras, como orgánico o reciclado, en lugar de ambiguas como, por ejemplo, utilizando términos como eco, responsable o sostenible, sin más explicación. El porcentaje de fibras recicladas u orgánicas debe mostrarse claramente y ser fácil de ver para los clientes. Un producto no puede denominarse reciclado u orgánico sin cumplir ciertos criterios.

Asos, Boohoo y George deben proporcionar periódicamente a la CMA informes sobre cómo están cumpliendo los compromisos que firmaron

Los criterios utilizados para decidir qué productos se incluyen en colecciones medioambientales, como la Responsible edit de ASOS, la gama Ready for the Future de Boohoo y George for Good de George, y cualquier gama adicional deben establecerse claramente y detallar los requisitos mínimos. Por ejemplo, si los productos deben contener un determinado porcentaje de fibras recicladas para ser incluidos en la gama, esto debe quedar claro. Los productos no deben comercializarse ni etiquetarse como parte de una gama medioambiental a menos que cumplan todos los criterios pertinentes.

Las empresas no deben utilizar imágenes naturales (como hojas verdes), logotipos o íconos para sugerir que un producto es más ecológico de lo que realmente es. Asimismo, los filtros de búsqueda deben ser precisos y mostrar solo artículos que cumplan con los requisitos del filtro; por ejemplo, si un consumidor usa un filtro para mostrar pantalones reciclados, sólo se deben mostrar pantalones fabricados con materiales reciclados.

Cualquier afirmación hecha a los consumidores sobre objetivos medioambientales debe estar respaldada por una estrategia clara y verificable, y los clientes deben poder acceder a más detalles al respecto. Dicha información debe incluir qué se pretende lograr con el objetivo, la fecha en la que se espera alcanzarlo y cómo la empresa en cuestión intentará alcanzar ese objetivo.

Las declaraciones hechas por las empresas sobre los esquemas y estándares de acreditación no deben ser engañosas. Por ejemplo, las declaraciones deben dejar claro si una acreditación se aplica a productos particulares o a las prácticas más amplias de la empresa.

Las tres empresas también deben proporcionar periódicamente a la CMA informes sobre cómo están cumpliendo los compromisos que firmaron, además de tomar medidas para mejorar sus procesos internos. Como parte de la actualización de hoy, la CMA también emitió una carta abierta al sector, instando a las empresas minoristas de moda a revisar sus reclamos y prácticas a la luz de los compromisos, que establecen un punto de referencia para la industria.