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Destruida, exportada o en el limbo: ¿dónde acaba la ropa que se ‘recicla’ en las tiendas?

Un informe elaborado por la fundación Changing Markets rastrea el recorrido que realiza la ropa depositada en los contenedores de las tiendas. Poca acaba con una segunda vida.  

Destruida, exportada o en el limbo: ¿dónde acaba la ropa que se ‘recicla’ en las tiendas?
Destruida, exportada o en el limbo: ¿dónde acaba la ropa que se ‘recicla’ en las tiendas?
De las 21 prendas depositadas, cuatro fueron exportadas a países africanos y tres, destruidas.

Modaes

25 jul 2023 - 13:04

Exportada, destruida o perdida, pero en muy pocos casos con una segunda vida. Así acaba la ropa usada entregada por los clientes en los contenedores de las marcas de moda, que prometen darle una segunda vida, según un informe publicado esta semana por la fundación Changing Markets, con sede en Holanda.

 

Las conclusiones parten de una investigación realizada entre agosto de 2022 y julio de este año, en la que, mediante etiquetas localizadoras, la entidad realizó un seguimiento en tiempo real del camino que recorrían 21 artículos depositados en contenedores de diez marcas de moda: H&M, C&A, Primark, Nike, Boohoo, New Look, The North Face, Uniqlo y Marks&Spencer.

 

Las prendas depositadas, asegura Changing Markets, era de buena calidad, compradas en tiendas de segunda mano y, por tanto “consideradas aptas para su reutilización”. La investigación se realizó en tiendas de España, Francia, Bélgica y Alemania.

 

 

 

 

De las 21 prendas utilizadas, cinco siguieron el camino esperado, es decir, fueron revendidas para su uso. Sin embargo, sólo una, una blusa depositada en Zara, fue revendida en el mismo mercado en el que se devolvió, en este caso Reino Unido.

Sin embargo, una sudadera depositada en una tienda de H&M en Francia terminó revendida en Eslovaquia; un plumífero entregado a Nike en Alemania fue a parar a Ucrania; una chaqueta entregada a Boohoo en Reino Unido acabó en Bielorrusia, y un abrigo devuelto a Uniqlo fue revendido en Ucrania.

 

En un paso intermedio se quedaron otras cuatro prendas: tres de ellas entregadas a Zara y una a The North Face, que fueron a parar a un almacén, en tres de los casos, en el mismo país en el que se entregaron.

 

Otras cuatro, tres de ellas de H&M, fueron exportadas a países africanos: H&M las mandó de Bélgica a República Democrática del Congo y de Reino Unido a Mali, mientras que C&A envió a Mauritania una prenda depositada en Bélgica. Changing Markets apunta en su informe que entre el 20% y el 50% de la ropa usada exportada a países africanos se convierte automáticamente en residuo.

 

 

 

 

Otras cuatro terminaron en plantas de reciclaje, pero para acometer un proceso de downcycling, es decir, reciclada en un producto de menor valor. Este fue el camino que siguieron dos pantalones depositados en C&A, una trenca devuelta a Uniqlo y un pantalón que se depositó en Marks&Spencer. Por último, otras dos prendas terminaron destruidas, incineradas o desechadas en manos de H&M y C&A.

 

Una de Primark, que el informe indica que terminó “en un polígono industrial”, fue a parar a manos de un revendedor de ropa, el camino esperado, según precisa la compañía. “Nuestro programa de recogida está a cargo de Yellow Octopus, especialista en reciclaje de textiles que cuenta con una política de no envío a vertedero. Creemos que la sudadera se ha gestionado como es debido y está en manos de un revendedor de ropa en Budapest, Hungría”, señala Lynne Walker, directora de Primark Cares.

 

El grupo sueco ha respondido asegurando que se toma “los resultados de esta investigación muy seriamente, y somos humildes respecto al hecho de que nosotros, y nuestro antiguo socio en este caso, no hemos estado a la altura de nuestros estándares”.

 

“Creemos firmemente que la ropa no debería convertirse en residuos, por eso empezamos nuestro programa de recogida en 2013; cuando se llevó a cabo la investigación, nuestro socio para la recogida de ropa era todavía I:Collect, pero desde el 1 de enero Remondis ha asumido esa responsabilidad”, precisa.

 

“Con ese cambio, nos aseguramos de que toda la ropa recogida en Reino Unido sea clasificada en Europa”, añade la compañía, que precisa que exige a sus socios procedimientos “muy estrictos” para asegurar que la ropa se gestiona apropiadamente, y aprovecha para reclamar también una normativa más armonizada en Europa.

 

 

 

 

El estudio cobra particular relevancia a las puertas de que comiencen a desarrollarse y armonizarse las normas de responsabilidad ampliada del productor (RAP) en Europa, que obligarán a las marcas a hacerse cargo de los residuos textiles en cada país comunitario.

En España, Inditex, Mango, Tendam, H&M, Decathlon, Kiabi e Ikea constituyeron en enero el primer sistema de responsabilidad ampliada del productor (Scrap) del país.

 

Según un estudio publicado hace unas semanas por la Comisión Europea, cada año se generan en España 451.000 toneladas de residuos textiles posconsumo, de los cuales se recogen de manera separada y efectiva sólo 96.160 toneladas. El país está muy por debajo de la media europea.