Back Stage

Manuel García (García Madrid): “En Italia, el ‘made in’ es casi una religión”

F. Marín-Camp

10 mar 2016 - 04:43

Manuel García Madrid es fundador y director creativo de la sastrería madrileña que lleva su nombre. Tras sumar tres establecimientos en la capital y uno en Chile, la empresa acaba de subir la persiana de su primera tienda en Barcelona y ultima el salto a República Dominicana. Con estudios de Empresariales por la Universidad de Granada, García Madrid amplía la red de tiendas de su compañía al tiempo que advierte sobre el abandono laboral que sufre la confección en España y la necesidad de renovación
que, según él, urge en el canal multimarca.

 

Pregunta: La sastrería masculina está cogiendo impulso en España. ¿Es una moda pasajera o ha vuelto para quedarse?

Respuesta: Los hombres, si hasta ahora no compraban es porque no tenían oferta. Creo que hay una demanda de moda masculina que, hasta hace poco, no estaba bien resuelta. Los hombres de hoy no quieren vestir como sus abuelos. Sin embargo la demanda existe, por eso están creciendo los modelos de sastrería que saben adaptarse a las tendencias que vemos en la calle.

 

P.: La gran distribución también está apostando decididamente por la moda masculina. ¿Esto afecta o beneficia a una empresa como García Madrid?

R.: Las tendencias las marca la calle y los retailers las siguen. Hoy en día, el consumidor masculino va a comprar sólo y esta tendencia ha sido recogida por los grandes distribuidores de moda. Sin embargo, hay un tipo de cliente que nunca comprará un traje en estas grandes compañías, y ahí es donde entramos nosotros.

 

P.: Pero algunos retailers como Massimo Dutti y Cortefiel están introduciendo la sastrería a medida en sus establecimientos. ¿Cómo se puede diferenciar una empresa como García Madrid de estos gigantes?

R.: Intentamos luchar en calidad, servicio al cliente, transparencia… Un traje es siempre un traje, la diferencia está en el valor añadido. Nosotros no creemos en el usar y tirar. A nivel de facturación, me encantaría que cada cliente que viniera se comprara un look completo, pero nuestra relación con los clientes es otra.

 

P.: En paralelo, algunos de estos grupos están apostando ahora por la sastrería femenina. ¿La expansión natural del sector pasa por atacar el público femenino?

R.: Es verdad que cada vez hay una demanda mayor de trajes por parte de las mujeres. Nosotros mismos en ocasiones hemos introducido ya piezas de mujer y estamos continuamente investigando. Es probable que cada vez haya más empresas que se decanten por esta opción.

 

P.: Grupos de moda masculina como El Ganso o Scalpers han dado entrada recientemente a nuevos socios a su capital. ¿Es esta una buena forma para crecer?

R.: En un negocio, la principal forma de crecer es meter dinero, ya sea a través de socios o con deuda bancaria. Pero hay que tener en cuenta que introducir un socio en tu casa siempre es un riesgo, porque no sólo pone el dinero sino que también toma decisiones. Está bien si lo que quieres es crecer de forma rápida, pero no es nuestro propósito ahora.

 

P.: García Madrid distribuye también a través del canal multimarca, que en los últimos años se ha visto muy mermado. ¿Todavía tiene sentido vender en este canal?

R.: En una tienda multimarca nunca se ve la colección completa. Está bien como línea de negocio cuando encuentras un establecimiento que distribuye marcas de tu mismo rango o filosofía. Sin embargo, cuando viajas un poco te das cuenta de que la mayoría de tiendas multimarca venden lo mismo que sus competidores.

 

P.: Visto así todo parecen desventajas…

R.: Nosotros vendemos en muy pocas tiendas multimarca porque nos cuesta encontrar los clientes adecuados. El canal necesita una mayor apertura y no es un problema sólo de España. En Londres, la oferta que tienen los principales multimarca también es muy parecida, hace falta que estos establecimientos tengan una visión más abierta.

 

P.: La compañía fabrica todas sus prendas en España, Portugal e Italia. ¿Qué dificultades presenta mantener la producción en proximidad cuando la mayoría de compañías fabrican sus prendas en países como China?

R.: La principal complicación, tanto en España como en China, son las cantidades. Además, el sector textil y de la confección ha sufrido un abandono laboral muy importante en este país. Ha sido un sector muy maltratado y en muchas empresas no se está llevando a cabo un cambio generacional. Esto no pasa en Italia, donde el made in es casi una religión.

 

P.: Tras abrir en Chile, el grupo se prepara ahora para entrar en nuevos mercados. ¿Cómo se ve la sastrería española en el mundo?

R.: En Santiago de Chile estamos vendiendo fenomenal. En los mercados latinoamericanos hay mucho aprecio a los artículos confeccionados en España. En estos países tienen muy buen concepto de Europa y de los productos que se fabrican aquí.