Entorno

India: los retos que amenazan al país que aspira a convertirse en la segunda potencia mundial

A falta de una fecha oficial, India instalará sus urnas entre abril y mayo para unas nuevas elecciones generales. Con la vista puesta en convertirse en la segunda potencia mundial, el país se enfrenta a retos como el desempleo.

India: los retos que amenazan al país que aspira a convertirse en la segunda potencia mundial
India: los retos que amenazan al país que aspira a convertirse en la segunda potencia mundial
Con el foco puesto en este objetivo, India instalará sus urnas entre abril y mayo para la celebración de unas nuevas elecciones generales, en las que se decidirá el futuro político del país para los siguientes cinco años.

Cristina Sanchis

13 feb 2024 - 05:00

En un año marcado por procesos electorales en todo el mundo, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.

 

 

Mercados estratégicos

Radiografía de un mundo global

 

 

Paciencia, tolerancia, autocontrol y compasión. Esas son las obligaciones morales de todo hinduista, religión predominante en India. Y esos mismos valores son los que impulsan al país, que tras años de exponencial desarrollo industrial y con casi la mitad de la población por debajo de los 25 años, aspira a convertirse en la segunda mayor potencia económica del mundo en 2075. Esas son las previsiones que Goldman Sachs ha realizado para el país asiático.

 

Con el foco puesto en este objetivo, India instalará sus urnas entre abril y mayo para la celebración de unas nuevas elecciones generales, en las que se decidirá el futuro político del país para los siguientes cinco años. El hinduista Narendra Modi, actual primer ministro y líder del Bharatiya Janata Party (BJP), podría revalidar su mandato diez años después de ganar sus primeras elecciones. Centrado en la privatización y en leyes económicas liberales, Modi se volverá a presentar a los comicios bajo el paraguas de su partido y de la Alianza Democrática Nacional (NDA por sus siglas en inglés), que acoge a 36 formaciones políticas.

 

En los últimos diez años, el mandato de Modi ha estado marcado por sus intentos constantes de acelerar el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), que en 2021 y 2022 se alzó un 9,1% y un 7,2%, respectivamente. India es la tercera mayor economía del mundo, con un PIB de 9,3 billones de dólares, por detrás de China (24,9 billones de dólares) y Estados Unidos (21,13 billones de dólares).

 

Sin embargo, el PIB per cápita del país asiático se encuentra entre los más bajos del mundo. En 2022, la cifra era de 2.285 euros, un 20,8% más que en 2021, cuando el PIB per cápita de India fue de 1.891 euros. La cifra difiere notablemente de la de países como Estados Unidos, donde el PIB per cápita se situó en 2022 en 72.440 euros, o incluso España, donde en 2022 la cifra fue de 30.320 euros, lo que demuestra la pobreza persistente del país y la todavía diferencia entre castas.

 

 

 

 

India es, desde abril de 2023, el país más poblado del mundo, superando los mil millones de habitantes (hasta 1.399 millones de personas) y anteponiéndose a China. La población es realmente joven, pues el 47% del total es menor de 25 años. La mayoría de la población sigue siendo masculina, aunque las mujeres suponen ya el 48% de los habitantes. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el crecimiento seguirá así al menos hasta 2060 debido a la gran cantidad de personas en edad reproductiva.

 

Por sus fronteras compartidas con China, la pandemia causó verdaderos estragos. En marzo de 2020, mientras Occidente se encerraba en casa para evitar el contagio del virus, India era el segundo país más afectado, sólo por detrás de Estados Unidos. Sin la existencia de la pandemia, que afectó principalmente a la India rural, el crecimiento del PIB podría haber sido más acelerado, pues en 2020 la riqueza del país cayó por primera vez desde 1979, con una bajada del 6,6%.

 

La recuperación económica de la pandemia fue rápida. El carácter federal del país hizo que la situación sólo fuera realmente grave en algunos Estados, y la fortaleza de un sistema sanitario con experiencia en enfermedades infecciosas ayudó a la relativamente rápida recuperación de la pandemia, sumado a que alrededor del 92% de la población activa del país trabaja en los denominados sectores irregulares de la economía (como trabajos domésticos o la venta ambulante) y no pueden aguantar meses sin salario diario, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

 

Por sectores, el sector servicios, que contribuye al PIB de India con más del 59%, supone el 34% de la población activa, según datos de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). El sector industrial, por su parte, es el segundo en importancia, copando cerca del 27% del PIB, mientras que el sector agrícola contribuye con el 14%. Teniendo en cuenta las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, muchas empresas tecnológicas han diversificado cada vez más su huella de fabricación en India, extendiendo también sus cadenas de suministro al país, lo que le ha hecho consolidarse como un importante hub tecnológico.

 

El crecimiento que el PIB de India ha registrado en los últimos años no casa con los resultados de producción y exportación. India es uno de los principales proveedores del mundo, especialmente de materiales como el algodón. El país, que está sacando partido de las tensiones entre China y Estados Unidos y recibiendo un creciente número de inversiones, se está viendo afectado sin embargo por la ralentización global.

 

 

 

 

Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Estadística y Ejecución de Programas, el Índice de Producción Industrial creció un 2,4% en noviembre de 2023, en comparación con el alza del 11,6% que tuvo en el mismo mes de 2022. Durante todo el ejercicio, la producción industrial se ha mantenido en positivo, aunque en muchos periodos anotando valores inferiores al año precedente. La última vez que cayó la producción industrial en India fue en octubre de 2022, con una bajada del 4%.

 

Durante los últimos meses de mandato de Modi, el primer ministro ha impulsado la aplicación de varios programas de incentivos ligados a la producción, que han resucitado al sector industrial tras los años de pandemia y potencian la creación de agrupaciones industriales en India. Bajo el nombre Make in India, el objetivo de estos programas es subsanar las deficiencias de la tecnología industrial y mejorar la producción.

 

El Make in India ha acelerado la digitalización de un país, que debido a sus grandes distancias necesita la comunicación online para acelerar sus procesos. Uno de los ejemplos del programa es la aplicación del llamado Portal de Comercio de la India, que sirve como punto de información sobre las medidas no arancelarias, así como un lugar donde se puede consultar información relacionada con leyes comerciales o medidas sanitarias.

 

El sector tecnológico es el que más ha acelerado en los últimos meses, recibiendo a empresas internacionales que apuestan por fabricar sus productos en el país asiático. El gigante estadounidense Apple, más que duplicó sus ventas en el primer semestre del ejercicio actual gracias a las exportaciones de móviles desde la India, que supuso más de 5.000 millones de dólares de la facturación total. Por su parte, el fabricante taiwanés de tecnología Foxconn tiene previsto invertir 1.670 millones de dólares en plantas de fabricación en las localidades Doddaballapur, Devanahalli Taluk, Bangalore y Karnataka.

 

 

Otro de los retos a los que se enfrenta el país son las ventas al exterior. Con Estados Unidos como su principal cliente, las exportaciones de India registraron una caída interanual del 2,8% en noviembre de 2023. Los últimos datos disponibles muestran que el país vendió bienes por valor de 33.900 millones de euros en el penúltimo mes del año, de los que 5.870 millones fueron a parar a Estados Unidos. Emiratos Árabes, por su parte, compró vienes a India por valor de 2.710 millones de dólares y China lo hizo por valor de 1.390 millones de dólares.

 

El país asiático vende al exterior principalmente petróleo, así como piedras preciosas (como el diamante), algodón y arroz. La inestabilidad internacional y el conflicto bélico entre Israel y Hamás afectaron especialmente al descenso global de las exportaciones del penúltimo mes del año, pues Israel es uno de sus compradores habituales y las exportaciones a este país se desplomaron un 73,4% en el periodo. Lo mismo ocurrió con Brasil, cuyas compras descendieron hasta un 65,2%, y Turquía, que desplomó sus compras al país hasta un 45,5%.

 

Las importaciones, por su parte, también se frenaron durante el penúltimo mes del año, con un decrecimiento del 6,4%, hasta 54.500 millones de dólares. Emiratos Árabes, principal proveedor de India, ha vendido al país asiático un 41,6% menos que en noviembre de 2022, mientras que Arabia Saudí le vendió un 22,2% menos.

 

 

La falta de trabajo para la gente joven es uno de los desafíos más relevantes para el país asiático. Según datos del Center for Monitoring Indian Economy (Cmie), el 45,8% de los menores de 25 años estaba en situación de desempleo en diciembre de 2022. Además, según datos del Cmie, el pasado octubre la tasa de desempleo general rebasó el 10% por primera vez desde la pandemia.

 

El salario es uno de los principales problemas que amenazan a la estabilidad del empleo. India es uno de los países con menor salario mínimo del mundo, aunque ha ido creciendo durante los últimos años. Esta problemática ha llevado a muchos jóvenes a emigrar a otros países en busca de mejorar su situación profesional. El principal destino que buscan los jóvenes indios es Israel, que cuenta con ratios de desempleo muy bajos y un salario mínimo de 1.600 euros al mes.

 

El desempleo ya ocupó gran parte del debate en las elecciones estatales de 2023 y será un tema de debate entre los oponentes de Modi en los comicios de este año. La tasa de paro también afecta a las mujeres indias, que copan un porcentaje menor de la fuerza laboral en comparación con las ratios de 2014, antes de que Modi ascendiera al poder, según recoge Financial Times. En concreto, las mujeres copaban el 25% de la población ocupada en 2014, mientras que en 2022 alcanzaban el 24%, un porcentaje inferior al que tienen otros países vecinos de India como Bangladesh, Sri Lanka o Pakistán.

 

 

 

 

Según el mismo medio, el Banco Mundial asegura que, si aumentara la tasa de mujeres empleadas, el crecimiento del PIB de India podría aumentar hasta un 1,5%, pero todavía persiste una presión social que impide que las mujeres penetren en el mundo laboral, normalmente asociado al sexo masculino.

 

Pese a los problemas en el mercado laboral, la pobreza extrema ha ido disminuyendo desde que Modi asumió la presidencia. La proporción de la población india que vive en la pobreza extrema ha caído del 18,7% en 2015 al 12% en 2021, según datos del Banco Mundial. El crecimiento económico de los últimos años ha hecho que se desarrolle más rápido la clase media, lo que supone una reducción de las personas más pobres, pero también ha impulsado el alza de la población rica en India.

 

El primer ministro también se ha encargado a lo largo de sus legislaturas en fomentar la conectividad entre las ciudades, muchas veces separadas por caminos inaccesibles en automóvil propio. Desde su llegada al poder, Modi ha incrementado el gasto público en carreteras, ferrocarriles y otras infraestructuras y planea gastar hasta el 1,7% del PIB en la construcción de más carreteras y ferrocarriles, frente al 0,4% del PIB que invirtió el país en 2014, según datos de Financial Times.

 

El gasto en investigación y desarrollo (I+D), sin embargo, ha ido menguando en los últimos años, con un gasto del 0,7% del PIB, una tasa más baja que la de cualquier otro país de los Brics (grupo que incluye también a Brasil, Rusia, China y Sudáfrica) y muy por debajo del aproximadamente 5% del PIB gastado por algunos de los mayores centros de I+D del mundo, liderados por Corea del Sur e Israel.

 

 

India supone para España importaciones de moda por valor de 985,68 millones de euros, coronándose como el proveedor número once para el país, según los últimos datos proporcionados por Icex España Exportaciones e Inversión (que comprende los primeros once meses de 2023). En comparación con el mismo periodo de 2022, la venta de moda a España por parte de India disminuyó un 4,5%.   

 

El país asiático se sitúa por debajo de otros proveedores como Camboya, que vende moda a España por valor de 1.057 millones de euros, o Portugal, al que España compra moda por valor de 1.115 millones de euros. Por detrás de India, sin embargo, se sitúan Países Bajos, al que España compra prendas por valor de 851, 9 millones de euros, y Pakistán, que vende al país moda por valor de 828 millones.

 

Según las últimas previsiones de Euromonitor, en 2026, India habrá adelantado a Alemania, Reino Unido y Japón hasta colocarse en la tercera posición de la lista de los principales mercados de consumo de moda del mundo.

 

Durante 2023, los gigantes de la moda han elevado su apuesta por el mercado, ampliando su red comercial en el país. El gigante japonés Fast Retailing anunció a principios del pasado verano la apertura de diez nuevos establecimientos en el territorio, tras introducirse en el país en 2019. La compañía japonesa ya contaba con otros cuatro puntos de venta en Nueva Delhi, dos en Haryana, dos en Uttar Padresh y dos en Punjab. H&M, por su parte, desembarcó en India en 2015 y actualmente cuenta con 51 tiendas en 26 ciudades del país. En 2023, la empresa habilitó seis nuevos establecimientos.

 

Pepe Jeans, propiedad del grupo Awwg, trazó a finales de año un plan de expansión en el país asiático que pasaba por abrir cien tiendas en tres años, con el objetivo de alzar su facturación entre un 18% y un 20% al año en ese mercado. De cara a 2026, la empresa prevé tener una cifra de negocio de 20.000 millones de rupias (222 millones de euros). Actualmente, Pepe Jeans está presente en India con alrededor de 200 tiendas. El objetivo de la empresa también pasa por crecer a través de su comercio electrónico.

 

 

 

 

Otros operadores españoles también se encuentran en plena ofensiva en el país. Es el caso de Mango, que opera de la mano de Myntra y que abrió más de 30 establecimientos en el país durante 2023, incluidos dos flagship stores en Bangalore y Ludhiana. India es ya el principal mercado asiático para Mango, que en 2022 contaba con 85 tiendas en el territorio, el triple que dos años antes.

 

Tendam, por su parte, anunció a principios de año un acuerdo estratégico con el distribuidor Myntra. La marca de íntimo Women’secret es la primera de las cadenas de Tendam en estar disponible en India, tanto en el canal online como con dos tiendas físicas franquiciadas. El nuevo plan del grupo español tiene el objetivo inicial de abrir unas 20 tiendas en los próximos tres años.

 

En su momento, Tendam anunció que buscaba expandirse en uno de los “mercados más relevantes en la actualidad y con mayor perspectiva de crecimiento”. Inditex, por su parte, suma más de veinte tiendas en el territorio.