Ana López-Casero (Arte): “No tenemos la ambición de representar a todo el sector”

Bregada en los despachos de las principales asociaciones del sector farmacéutico, Ana López-Casero (Campo de Criptana, 1968) dice que nunca se levanta de la mesa en una negociación y que la clave para llegar a un acuerdo es no tomarse nunca las cosas personalmente. La manchega es desde el pasado octubre la nueva presidenta de la Asociación Retail Textil España (Arte), impulsada a finales de 2022 por Inditex, H&M, Primark, Uniqlo e Iberian Sports retail Group (JD Sports y Sprinter) y cuya primera acción ha sido impulsar la negociación del primer convenio estatal para el sector.

 

Aunque sus ambiciones van mucho más allá del ámbito laboral: López-Casero dice que el objetivo de la asociación es tender puentes con todos los grupos de interés, también los reguladores, aunque deja claro que Arte representa sólo a sus miembros: las grandes cadenas de la distribución de moda en España.

 

Elocuente y sin perder la sonrisa, López-Casero se define como una profesional de la “diplomacia corporativa”, un perfil inusual en las asociaciones españolas de la moda, donde todos los presidentes han estado vinculados a una compañía del sector. Con esa misma diplomacia, la ejecutiva asegura estar dispuesta a tender puentes con todo el abecedario de entidades, patronales y asociaciones que existen en el sector. “Es normal que los cambios se vean como una amenaza, pero para confiar hay que conocerse, y a mí nadie me ha llamado”, sentencia.

 

 

 

Pregunta: ¿Por qué hacía falta ahora una asociación como Arte?

 

Respuesta: Arte es la asociación que representa las cadenas del sector retail textil, calzado, accesorios y productos del hogar en España. Es la consecuencia de una decisión estratégica del sector, que decide crear un espacio de encuentro, de entendimiento, de crecimiento mutuo, que aporte valor a todos y que sea una alianza estratégica para que les permita abordar conjuntamente los retos. Y además -y esto no existía, o al menos no en la profundidad que el sector estimaba-, que pueda establecer una interlocución eficaz con todas las instituciones, los medios de comunicación, las ONG, la sociedad, los consumidores… Eso tiene mucho valor. Porque las compañías no quieren abordar estos retos en solitario, sino en diálogo con todos los actores.

 

 

P.: ¿A qué se va a dedicar?

 

R.: El objetivo principal es promover e impulsar el desarrollo socioeconómico de un sector que tiene mucho peso en la economía y el empleo, especialmente el femenino y joven, y eso es una gran responsabilidad. Luego están otros objetivos más aterrizados, que pasan por crear un marco laboral estable a nivel estatal que dé estabilidad al sector y a las personas que trabajan en él. Arte también es un lugar donde promover y canalizar iniciativas que fomenten la innovación conjunta, la investigación, el desarrollo tecnológico, los criterios ESG [medioambientales, sociales y de gobernanza, en sus siglas en inglés]. Esto está muy definido en los estatutos. Abordar los desafíos para que el sector pueda ser más competitivo, más fuerte, que pueda ser ese sector de referencia en la economía del país. Me sorprendió que no hubiera una asociación que agrupara a los grandes retailers textiles, porque tienen una capacidad de transformación muy grande, y ellos mismos sienten esa responsabilidad por el peso que tienen en la economía y el empleo.

 

 

P.: ¿Una de las funciones será también la de hacer de lobby en Bruselas?

 

R.: No me gusta la palabra lobby. Me gusta hablar de relaciones y alianzas de valor, porque eso es lo que de verdad transforma. Y eso se basa en establecer una interlocución con la administración y los reguladores para que el sector pueda trasladar su conocimiento y su situación a las personas que tienen la capacidad de legislar. Esas relaciones de valor se basan en el conocimiento, que es el que va a generar la confianza en los reguladores, y esa confianza al final es la que hace que lleguen los acuerdos que tienen la capacidad de transformar. Arte es una oportunidad para que el sector regulador conozca de verdad, de primera mano, de parte de los actores más relevantes, el sector y sus desafíos. Y eso lo va a hacer, por supuesto, a escala nacional, y no iremos solos, sino de la mano de todo el sector, y también en Bruselas a través de las representaciones que se estimen. Hoy por hoy, nuestra actuación es en España.

 

 

“Es normal que los cambios se vean como una amenaza, pero hay que conocerse, y a mí nadie me ha llamado”

 

 

 

P.: ¿Cuál es la agenda negociadora con la administración?

 

R.: Todavía no la hay. Estamos trabajando en este momento en la estrategia de Arte, en la que todas las compañías se vean reflejadas. Y ahí bajaremos al detalle la agenda reguladora. Estamos empezando, pero tenemos ganas, ilusión y una firme voluntad de que el sector crezca.

 

 

P.: La constitución de Arte ha despertado recelo en el sector. ¿Cómo se responde a él?

 

R.: Yo creo que es muy humano que todos los cambios se vean como una amenaza. Se responde con confianza, diálogo y conocimiento. Pero a mí no me ha llamado nadie: soy yo la que llama. No pasa nada, nosotros hemos venido aportar, a hacer que el sector crezca. Yo puedo entender que se pueda ver ese cambio como una amenaza, pero nada más lejos de la realidad. Nosotros no queremos sustituir a nadie. La industria tiene muy claros sus retos y tendrá sus soluciones, y también el pequeño comercio. Para los retos que sean comunes, habrá que dialogar. Las relaciones hay que trabajarlas, hay que conocerse y ser muy coherentes. Mi predisposición es la del diálogo, y no esperaré a que nadie me llame. Estamos ante retos complejos, y no se trata de mirarnos a cada uno de nosotros, sino de tener una mirada larga.

 

 

P.: Lo que está claro es que se ha profesionalizado la función.

 

R.: Es muy importante articular de forma profesional el diálogo. Hay un concepto que a mí me gusta mucho que se llama diplomacia corporativa y consiste en articular la conversación de las organizaciones con el resto de los grupos de interés de una manera más profesional. Y yo creo que esto es lo que yo tengo. Arte lo ha querido hacer así. Tengo ahí un reto grande por delante. Entiendo que puedan sentir esa amenaza, pero nada más lejos de la realidad. Además, el camino se demuestra andando, y nosotros todavía no hemos empezado a andar.

 

 

 

 

P.: ¿Se puede representar a todo el sector con una asociación sólo formada por las grandes?

 

R.: Es que nosotros sólo representamos a los grandes, no tenemos la ambición de representar a todo el sector. Nosotros tenemos la ambición de hacer crecer al sector, de que sea más competitivo. De que pueda abordar los retos que tiene en materia de sostenibilidad, de tecnología, de talento… El sector textil es un sector de sectores, y nosotros representamos a una parte de ese sector, que son las grandes cadenas del retail textil, no representamos a otros. Evidentemente nos vamos a relacionar con todos, porque en nuestro ADN está la alianza con la industria, con otras organizaciones, con la sociedad, con las organizaciones sindicales… El mundo se construye así.

 

 

P.: ¿Ya ha hablado con Eduardo Zamácola?

 

R.: No, todavía no. Sé que incluso tenemos amigos comunes, pero todavía no. Pero estoy abierta y encantada de hablar con él. Lo que le traslado es que valoramos especialmente todo el trabajo que han hecho las organizaciones empresariales, en especial Acotex, en representación del sector. Sobre todo en la época de la pandemia, cuando el sector sufrió especialmente. Pero es verdad que nuestro ámbito de actuación simplemente es diferente, y las grandes cadenas tienen unos desafíos distintos. Estamos en el mismo sector, y por el impacto que tiene en la economía, está claro que las acciones que pongamos en marcha las pondremos sobre la mesa para que nos beneficiemos todos. Porque tenemos un objetivo común: que este sector continúe siendo tan potente como es.

 

 

P.: ¿Por qué el convenio no se pudo impulsar desde Acotex?

 

R.: Es una cuestión de ámbito de acción. Los convenios colectivos pretenden responder a problemas determinados que había en el ámbito laboral. La situación de las cadenas y de las personas trabajadoras del sector es diferente a las del comercio pequeño en el ámbito laboral especialmente, en cuanto a horarios, apertura en festivos… A lo mejor no es diferente en otros ámbitos, pero desde luego en el laboral sí. Y la responsabilidad que tenían las empresas del sector era dar una respuesta conjunta a una necesidad, y no sólo a las compañías que tenían en ese momento, o que tienen, una situación compleja. La mayoría tienen convenios autonómicos o provinciales; algunas, las que menos, tienen convenios de empresa. Y eso genera situaciones difíciles. Lo que el propio sector reflexionó fue que había que crear un marco laboral estatal estable y homogéneo, para que no hubiera falta de equidad y para que los trabajadores que trabajan en el sector textil pudieran tener mejores condiciones. Eso es un ámbito de actuación muy específico: no es una cuestión de dejar a nadie fuera, sino una cuestión de ámbito de actuación. ¿Que cuando tengamos ese marco pueda servir también al pequeño comercio, que está sobre todo representado en Acotex, para poder ellos desarrollar sus convenios? Pues fenomenal, pero entendemos en este caso que son situaciones distintas.

 

 

“La situación de las cadenas y los trabajadores de las grandes cadenas es diferente a las del pequeño comercio en el ámbito laboral”

 

 

 

P.: El ámbito de actuación incluye cadenas con presencia en tres comunidades autónomas, más de 3.500 metros cuadrados de superficie comercial o más de 400 empleados, y eso no es sólo las mayores cadenas.

 

R.: Es necesario que las empresas cumplan dos de esas tres condiciones. Eso no es el pequeño comercio. El pequeño comercio es relevantísimo en nuestro país, es creador de riqueza, de empleo, tiene una huella comercial y creativa muy importante. Hay que cuidarlo, pero entendemos que hay espacio para todos y conciliar la existencia del pequeño comercio y también de las grandes cadenas, porque el impacto también es diferente.

 

 

P.: Pero ambos compiten por el mismo talento.

 

R.: Sí, todos competimos por el mismo talento. Y el reto de atraer y retener el mejor talento es de todos los sectores. Pero las grandes cadenas y el pequeño comercio también tienen necesidades diferentes por el alcance.

 

 

 

 

P.: Con el nuevo convenio se fijarán unos estándares salariales que las pequeñas no podrán pagar…

 

R.: Las pequeñas tienen otros atributos diferentes. El rango salarial es importante en la negociación, pero también hay otros aspectos como la conciliación, la carrera profesional…  Dentro de Arte tampoco todas las compañías tienen la misma capacidad, así que lo que queremos es crear un marco común, estable, homogéneo y a escala estatal; después, cada compañía podrá mejorarlo sin ningún problema. Y de hecho este marco ahora mismo respeta los acuerdos que haya y los convenios en vigor. ¿Este marco va a condicionar al pequeño comercio? Pues no lo sé, porque cuando se negocia en el pequeño comercio hay otros factores. Tiene otras formas de atraer al talento que quizás las grandes cadenas no lo tienen. Ahí, Acotex tiene muchísima experiencia, y nosotros estaríamos encantados de colaborar institucionalmente en todo lo que se estime, pero en este caso, lo que se trata es de debatir y de poner sobre la mesa soluciones para un ámbito muy concreto que no afecta al pequeño comercio, como son las aperturas en festivos, la conciliación, los horarios más amplios… Es simplemente un asunto de ámbito de actuación. También existe en otros sectores, como la restauración. Y por supuesto no aspiramos a representar a todo el sector, sino a hacer crecer el sector.

  

 

P.: ¿Es un riesgo que haya un miembro de la asociación tanto más grande que el resto?

 

R.: No es un riesgo, es una oportunidad. Fíjese que todo son compañías que compiten entre sí, que no tienen ninguna necesidad de sentarse en una misma mesa, deciden crear una alianza para hacer más fuerte el sector. Eso tiene mucho valor y es una de las cosas que más me atrajo para poder estar aquí. Me parece muy inteligente y de gran generosidad que compañías que tienen una situación económica saneada, solvente, con una estrategia muy definida y que seguramente por sí mismos podrían abordar los retos que ya están abordando, deseen unirse para abordarlo conjuntamente. En Arte, todas las compañías son importantes, todas.

 

 

P.: ¿Cada compañía tiene un voto?

 

R.: No, pero como la alianza y el consenso es algo que nos preocupa especialmente mi labor como presidenta será esa. Yo soy una firme defensora del consenso, lo he practicado toda mi vida. Y como soy farmacéutica, a mí lo que me gusta es ver, escuchar esas diferentes miradas, y luego construir esa forma magistral, que es un destilado de esa visión compartida. Es verdad que en los estatutos hay una representación determinada, pero el espíritu es llegar a acuerdos que nos aporten a todos. ¿Es difícil? Bueno, es más difícil, claro.

 

 

P.: ¿El reparto entonces es por número de trabajadores?

 

R.: Sí. Aunque hasta ahora no se ha votado nunca.

 

 

P.: Entonces, ¿no es la patronal de Inditex?

 

R.: No, yo sé que eso se dice mucho. Inditex formó parte del grupo fundador, pero también Mango, Uniqlo, Primark, H&M… Hay 33 compañías y cuarenta marcas, el 70% de las cadenas textiles forman parte de Arte. Para mí es una suerte el poder estar al frente de una organización con tanto conocimiento del sector, con tantas experiencias y conocerlo profundamente, porque creo que es un sector que se conoce muy poco. El sector tiene grandes desafíos, que no son exclusivos del sector: la transición ecológica y la digital, el talento y el cambio del consumidor. También el contexto internacional: todas son compañías internacionalizadas y por tanto la guerra de Ucrania y la guerra de Israel ahora les impacta a todos.

 

 

“La moda es fácil de etiquetar, pero tenemos que ir más allá de las etiquetas y trasladar los valores que tiene el sector”

 

 

 

P.: Para uno de esos retos se ha creado ya un Scrap, que comparte muchos miembros con Arte. ¿Cómo es la relación con el Scrap?

 

 

R.: La misión del Scrap es muy clara y nosotros en sostenibilidad claramente trabajaremos en alianza con todos. Arte tiene un contacto muy directo con los consumidores, puede realizar muchas acciones de educación, en materia de consumo responsable… Yo procedo de un sector donde hay un Scrap desde hace mucho tiempo, y por tanto he visto los resultados de trabajar conjuntamente. La sostenibilidad es una responsabilidad de todos.

 

 

P.: El sector farmacéutico está mucho más unido, ¿qué lecciones se ha traído?

 

R.: Es un sector con mucha tradición de abordar conjuntamente los retos. Las organizaciones llevan muchos años trabajando las alianzas para abordar retos comunes, y cada uno respetando su propia individualidad. A mí me resulta normal que diferentes compañías decidan unirse para eso, y también para dar a conocer ese sector a los reguladores, a la sociedad, a los medios de comunicación… Tiene que haber una conversación con el resto de grupos de interés, así es como yo entiendo las relaciones. Una relación que no está basada en el conocimiento no es una relación de valor. Es muy importante agrupar, defender y poner voz para que exista esa interlocución. En el sector farmacéutico el asociacionismo está muy desarrollado y por tanto tengo clarísimas experiencias de éxito de cómo trabajar en alianza.

 

 

P.: Quizás ambos tienen en común que son diana frecuente de críticas.

 

R.:  Las organizaciones y las personas que trabajamos en ellas tenemos que ir más allá de las etiquetas y ver el propósito que tienen las compañías. Hay que visibilizar esos valores de compromiso con las personas, el empleo, la economía y el planeta. No se trata de decir nada que no exista, se trata de trasladar lo que se hace. Son sectores fáciles de etiquetar y probablemente el reto que tenemos las organizaciones es dar una visión mucho más holística, mucho más real de lo que son estos sectores y lo que hay detrás: detrás de las compañías farmacéuticas hay un gran propósito de mejorar la vida de las personas, y detrás de la moda hay un motor económico y de empleo, pero también un sector que crea sueños, experiencias personales que son únicas de la moda.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿El sector financiero o el gobierno se toman más en serio el sector farmacéutico que la moda?

 

R.: Yo creo que no. Mi experiencia con los gobiernos de diferentes ámbitos es que quieren hacer las cosas bien y mejorar la vida de los ciudadanos. Las organizaciones tienen la responsabilidad de trasladarles conocimiento para construir conjuntamente la solución. Pero tienes que articular esa conversación, porque si no hay conversación, el regulador entiende que quizás deba hacerse de otra manera. No creo que haya por parte de los reguladores una animadversión al sector, para nada. Al contrario: tienen muy claro que es un sector muy importante.

 

 

P.: Es anecdótico, pero cuando Pedro Sánchez comparecía cada sábado para explicar las fases de apertura tras el confinamiento llegó a citar la caza y la pesca, pero no la moda. Da la impresión de que no está en la mente de los políticos.

 

R.: Hay que prestigiar al sector. Es un sector muy resiliente, que además es termómetro social. Y para prestigiarlo hay que visibilizar las cosas que hace. El coronavirus y la pandemia fue una época muy compleja. A los farmacéuticos tampoco nos nombraban mucho y estábamos ahí todo el día. Hay que hacer un esfuerzo en visibilizar, porque lo que no se ve no existe.

 

 

P.: Comercio ha pasado a depender del Ministerio de Economía. ¿Es una buena noticia?

 

R.: Ya se verá. n cualquier caso, nosotros tenemos claro que lo que vamos a hacer en este ámbito es establecer una interlocución sólida, fluida, transparente y una relación de valor con los reguladores, con todos: hay que hablar con todos, con el Ministerio de Transición Ecológica, con el Ministerio de Economía, con todos.

 

 

P.: ¿Qué le pedirían al nuevo gobierno?

 

R.: Que nos escuchen, que no pongan ninguna etiqueta, que nos dejen construir y trabajar conjuntamente con ellos.

 

 

“Hay que prestigiar al sector: lo que no se conoce no existe”

 

 

 

P.: ¿Hay sinergias con Anged?

 

R.: Anged es una organización parecida en propósito. Pero nosotros tenemos un ámbito de actuación muy concreto. Hay similitudes, coincidimos en foros y seguramente determinadas normativas y retos tengamos que abordarlas conjuntamente. Tenemos absoluto respeto y confianza por Anged, pero no vemos ningún tipo de colisión, para nada.

 

 

P.: Pero hay cadenas que podrían escoger entre uno u otro.

 

R.: Sí, pero eso entra en la libertad de cada una. Nosotros estamos abiertos a que nos conozcan y vean cuál es nuestra misión, nuestro propósito y qué queremos hacer. Y cuando empecemos a andar, estamos abiertos a cualquier organización que entienda que podemos ser un buen aliado. Pero nuestro propósito no es crecer, sino ser útiles. No vemos rivales en ningún lado.

 

 

P.: ¿Y con el Observatorio?

 

R.: Claro, porque el sector textil es en realidad un sector de sectores. El Observatorio es una iniciativa estupenda. Conozco el estudio que se hizo en 2021 sobre programas transformadores, y una de esas iniciativas fue el Observatorio. Nosotros somos una parte de ese sector y estamos a abiertos a trabajar con todos. El Observatorio es muy necesario, pero también tiene unas funciones muy concretas.