Bolsos Azorín: tradición familiar aderezada con experiencia en márketing

Fashion StartUp Contest lanza una nueva edición en busca del próximo fenómeno de la moda española. Impulsado por Modaes junto a Mango StartUp Studio, Fashion StartUp Contest celebra su cuarta edición con el objetivo de ser una plataforma de difusión de nuevos proyectos, un espacio de aprendizaje y un punto de conexión entre emprendedores, empresas de moda, grupos de inversión y otros actores. Fashion StartUp Contest cuenta con la colaboración de EY, El Ganso y Kibo Ventures y tiene el objetivo de poner en valor el dinamismo emprendedor del negocio español de la moda y ayudar a descubrir y visualizar nuevos proyectos de valor en esta industria.

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Una marca de vuelta al origen. Cristina Saeta Azorín trabajaba en una multinacional cuando decidió emprender en el negocio de los bolsos. Tras veinte años viviendo en Madrid y dedicándose a la dirección de marca y estrategia de negocio en multinacionales, volvió a Alicante, su tierra natal, para dedicarse a su propia marca, siguiendo la tradición familiar, y fundar Bolsos Azorín.

“Mi madre se dedicaba a la fabricación de bolsos”, cuenta. “Ha realizado bolsos y zapatos de marcas de lujo y siempre me ha transmitido ese valor de la artesanía y el cuidado por el detalle”, explica. “Además de mi madre, mis tíos y casi toda la familia por parte materna está muy ligada a la industria del calzado y los accesorios”, añade.

En el momento de decidir emprender, Cristina Saeta Azorín quiso hacerlo junto a su madre. “Se lo propuse a mi madre, pero no se encontraba con la energía necesaria y decidí hacerlo yo y crear una marca que pusiera en valor crear piezas artesanales de producción ética en cuanto a trato a los empleados, producción responsable etc”, señala. El objetivo de su fundadora era “crear una marca alejada de la compra rápida, creando productos que duren en el tiempo con costuras resistentes”.

“El proyecto lo inicié hace un año, pero empecé a pensarlo en 2018 y en ese momento mi idea era ir a un público más joven y ligarlo a riñoneras de un rango medio asequible con estilo y buena elaboración, pero mientras miraba cómo producirlas llegó el Covid y ese producto iba ligado a una vida social de festivales y eventos”, recuerda. Entonces la idea derivó, según cuenta Cristina Saeta, “hacia en un target más adulto con mayor poder adquisitivo”.

Bolsos Azorín agota existencias en su ecommerce, que copa el 90% de la facturación

La empresa emergente, fundada en 2023, es 100% propiedad de su fundadora, que contó con ayuda de su madre, Dolores Azorín, como asesora “porque conoce mucho la industria alicantina y tiene una exigencia de calidad muy alta”.

Con 6.000 euros de financiación propia compró el material y destinó otra parte a la producción, publicidad y a la creación de la página web y material para redes sociales. Un año después, la facturación de la empresa ha sido de 15.000 euros. “Lanzamos dos colecciones de bolsos y se han agotado”, explica Saeta, quien añade que a finales de año el reto ha estado más en la producción y en sacar la tercera colección de una forma ágil. “Ya está lista, la hemos presentado en Bisutex y ahora estamos trabajando en los materiales fotográficos de la web para lanzar la tercera colección”, subraya.

La marca produce 350 unidades (doce unidades por diseño). “No queremos hacer muchas unidades de cada diseño para que tenga cierta exclusividad”, señala Saeta. La producción se realiza en un taller externo en Alicante, pero la start up valora tener el suyo propio.

Actualmente, Bolsos Azorín vende a través de su página web y un punto de venta en Lerma, en Burgos. Por lo que el canal online copa el 90% de la facturación de la empresa. En la feria Bisutex, recientemente celebrada en Ifema Madrid, ha hecho contactos con diez puntos de venta con la intención de trabajar más en el canal físico, ir a más ferias y encontrar clientes multimarca para aumentar la distribución. “Internet funciona bien, pero requiere inversión fuerte en publicidad”, explica Cristina Saeta Azorín.