Cosmética

La Comisión Europea prohíbe los microplásticos añadidos en cosmética

La restricción adoptada por la Comisión Europea prohibirá los microplásticos, también en productos como detergentes o juguetes, con el objetivo de liberar al medio ambiente de medio millón de toneladas de estas partículas sintéticas.

La Comisión Europea prohíbe los microplásticos añadidos en cosmética
La Comisión Europea prohíbe los microplásticos añadidos en cosmética
Otro de los problemas que suponen los microplásticos está en la contaminación de ropa en el lavado.

Modaes

25 sep 2023 - 18:08

La Unión Europea pone los microplásticos en el punto de mira. La Comisión Europea prohibirá la venta de productos a los que se hayan añadido microplástiocs de forma determinada, como a los cosméticos, detergentes o juguetes, entre otros.

 

La restricción se ha aplicado en base a la legislación comunitaria sobre sustancias químicas, Reach, para evitar la liberación de cerca de medio millón de toneladas de estas partículas sintéticas al medio ambiente. La prohibición entrará en vigor dentro de veinte días.

 

Esta nueva norma forma parte de los objetivos de Bruselas para reducir la contaminación por microplásticos en un 30% de aquí a 2030. La medida adoptada recoge partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que sean orgánicos, insolubles y resistentes a la degradación.

 

 

 

 

Además, la restricción incluye el material de relleno granular utilizado en cosméticos en los que los microplásticos se emplean para usos múltiples como la exfoliación o la obtención de una textura, fragancia o color específicos, así como purpurina, detergentes, productos sanitarios o medicamentos, entre otros.

 

Por otro lado, los productos utilizados en territorios industriales o que no liberen microplásticos durante su uso están exentos de la prohibición de venta, sin embargo, se deberá eliminar el producto para evitar las emisiones.

 

Otro de los problemas que suponen los microplásticos está en la contaminación de ropa en el lavado. Según un estudio publicado en 2018 por el Institute of Mechanical Engineers, cada vez que se lava una prenda hasta 700.000 fibras microscópicas llegan a los océanos, son tragadas por la vida marina y se incorporan a la cadena alimenticia.

 

En total, el 35% de los microplásticos liberados en los océanos de todo el mundo proceden de los textiles sintéticos. El mismo informe sugería lavar la ropa a baja temperatura, usar bolsas de malla, evitar la secadora e instalar filtros en las tuberías del desagüe.

 

A pesar de los avances que ha realizado la industria de la moda en materia de sostenibilidad, la mayoría se centran en reducir el impacto directo (las emisiones de carbono de las propias instalaciones, por ejemplo) y, en el mejor de los casos, en avanzar hacia una economía circular reintroduciendo los residuos tanto pre como posconsumo en el sistema. Aun así, la parte más olvidada es generalmente la del uso (entre que se compra y se desecha).