Entorno

Ángel Asensio (Fedecon): “Nosotros no hemos roto el CIE, nos han obligado a irnos”

Silvia Riera/ Pilar Riaño

22 abr 2014 - 04:50

Ángel Asensio

 

 

Ángel Asensio es gato viejo en el sector textil. El presidente de Fedecon ha liderado junto a Juan Canals (máximo responsable de Agrupación Española del Género de Punto) la corriente crítica en el seno en el Consejo Intertextil Español (CIE) durante los últimos meses, que ha derivado en la ruptura de la máxima patronal. Asensio, presidente del CIE hasta finales de 2011, descarta la creación de una nueva patronal y apuesta ahora por la puesta en marcha de una mesa de encuentro en la que estén representadas las diferentes entidades sectoriales, pero en la que no se tomen decisiones vinculantes. Férreo defensor de la relocalización textil, reclama al Gobierno una mayor velocidad en la toma de decisiones para fomentar el regreso de la producción a España, mientras señala que la flexibilidad (que tanto ha defendido en la negociación del convenio sector) resulta clave para que los talleres de confección puedan volver a abrir en España.

 

Pregunta: En un momento tan complicado como el actual, ¿no es mejor unir que separar? 

Respuesta: Nuestra política es ser constructivos, es sumar, no restar ni dividir. Aunque los acontecimientos, en ocasiones, obligan… y te obligan por la responsabilidad. Por la responsabilidad de las empresas a las que representamos, que son a las que tenemos que defender. En un contexto complicado, el de estos últimos cinco o seis años, que han sido muy duros. No tenemos que olvidar que la industria de la confección tiene dos problemas, uno estructural y otro coyuntural. El estructural que viene de una crisis y el coyuntural, que se ha sumado al estructural. Ante esta realidad, ocurre que somos un sector manufacturero, intensivo en mano de obra, cuyo peso en la cuenta de resultados es mucho mayor que en otras empresas. Esto se puede compensar siendo una industria competitiva donde los incrementos puedan medirse por productividad y teniendo en cuenta que somos un sector de temporada. Nuestras empresas trabajan ocho meses al año, pero tienen que pagar catorce nóminas al año. Esto les resta competitividad y hace que no sean viables, lo que provoca pérdidas, gente al paro y otra empresa cerrada.

 

P.: Ustedes han forzado la separación del CIE.

R.: No. Nosotros no. Cuando fui presidente del CIE, firmé un preacuerdo de convenio en el que no está la ultra actividad y contempla una aplicación inmediata de la reforma laboral. Acordado y aprobado por todas las patronales del CIE. Se produce el relevo en la presidencia del CIE y el nuevo presidente dice que no se firma porque va a alargar la negociación. Respeto, como es natural, el punto número uno de los estatutos del CIE, que es el consenso. Pero desgraciadamente, y esto no es culpa de nadie, de enero a junio de 2013, el deterioro de la economía y el consumo fue brutal y la percepción de las empresas era muy diferente. Por eso, cuando se dijo que el convenio se iba a firmar en junio, la percepción fue otra. Por otro lado, el nuevo convenio incluye la ultra actividad, algo por lo que habíamos luchado, y no respeta la aplicación inmediata de la reforma laboral. Y cuando la Agrupación Española del Género de Punto y Fedecon pedimos una prórroga, se nos dijo que no.

 

P.: Finalmente firmaron el convenio…

R.: Sí, lo hicimos, porque no quisimos dejar fuera a nuestras empresas. Se intentó ganar tiempo en base al consenso, pero no se consiguió. Y cedimos. Y continuamos. Y se nos abrieron dos posibilidades para defender los intereses de nuestras empresas. Por un lado, hacer dos convenios, uno para producto acabado y otro para el textil de cabecera, para trabajar de manera conjunta, pero paralela. Los sindicatos no lo ven. Pero tenemos otro camino y es que cada uno ponga sobre la mesa la representatividad, que es lo que marca la ley. Hasta ahora el CIE había repartido responsabilidades a todos los representantes en la mesa negociadora a partes iguales, en base a la confianza y al consenso. Pero al romperse el consenso, eso ya no nos vale. Seguimos todos juntos en la mesa negociadora, pero cada uno con su representatividad. En la constitución de la nueva mesa negociadora, se nos dijo que no puede ser lo de los dos convenios: entonces queremos la representación que nos corresponde. Y este es un tema interno que teníamos que resolver dentro del CIE. Tenemos varias reuniones entre los diferentes presidentes del CIE, en las que se llegaron a unos acuerdos, que luego se incumplieron y no por nuestra parte.

 

P.: Sin posicionarnos en ninguno de los dos lados... 

R.: No, si aquí no hay dos lados. Aquí hay defensa de los intereses de las empresas a las que representamos. Puede haber interpretaciones o puntos de vista, pero nada más.

 

P.: Todas las declaraciones, contradeclaraciones y los rifirafes que ha habido estos últimos meses han creado una situación "ridícula", según han comentado personas vinculadas al sector. ¿Qué parte de responsabilidad asume Fedecon? 

R.: Profundamente ridícula. Nosotros nos equivocaremos, como se equivoca todo el mundo, estoy convencido de ello. Pero a nosotros lo que nos mueve, repito, es defender los intereses de nuestras empresas. Pero es que lo que decimos ahora ya empecé decirlo cuando negocié el preacuerdo: la flexibilidad, fijos-discontinuos, sector de temporada. No es algo nuevo, no es algo que pongamos ahora sobre la mesa. Pedimos que se nos escuche, y como no se nos ha escuchado, nos hemos preguntado “¿continuamos con esto?”. Vale, continuamos con nuestra representación. Y se llega a acuerdos de presidentes, y se incumplen. Y firmamos sin tener conocimiento de lo que se firma, sin tener ni un sólo comunicado del comité ejecutivo del CIE, ni uno solo, de cómo va a evolucionar el convenio. Porque al margen de que no estamos sentados en la mesa, porque no se ha constituido como corresponde legalmente, la función del comité es ir informando. Creo que la nuestra ha sido una actitud de buscar soluciones. Estamos dispuestos en tener una mesa de intercambio de impresiones. Pero esto tampoco es algo de ahora.

 

P.: Y en la salida del CIE de Euratex, ¿tienen responsabilidad?

R.: En el caso de Euratex, se decidió por unanimidad, y consta en las actas, que nos teníamos que dar de baja. Los tiempos están como están y es el coste más alto que tenemos en el CIE, y con una diferencia abismal, y el retorno que nos da es prácticamente nada. Cuando hay algún tipo de problema, como fue el caso de Pakistán, la voz del CIE y de Euratex fue nula. No sirvió para nada. Es más, en Euratex estábamos representados todos, el producto acabado con Juan Canals y el textil de cabecera con Salvador Maluquer. No hubo ninguna disputa, fue una cuestión de presupuestos.

 

P.: ¿Todo este conflicto es fruto de un problema de personalismos? 

R.: Cero. Eso es lo que alguien intenta hacer ver. Repito, nuestro compromiso es defender la industria, a nuestras empresas, y prueba de ello es que hemos intentado rehacer las relaciones varias veces.

 

P.: ¿Hay espacio para dar marcha atrás? 

R.: Hay espacio para una mesa de encuentro, en la que cambiemos impresiones del sector. Estamos en un mismo negocio, somos clientes los unos de los otros.

 

P.: Y a partir de ahora, ¿qué ocurrirá?

R.: Nosotros no huimos de la mesa negociadora, tan solo queremos que se nos reconozca la representatividad. Trabajaremos y seguiremos luchando por un convenio que sea lo mejor posible para nuestras empresas y nuestros trabajadores. Vamos a hablar con los sindicatos y vamos a ir de la mano para defender las empresas y el empleo de nuestro sector. Sobre todo ahora, que se habla de relocalización, hay que intentar aprovechar para recuperar parte de la industria y parte del empleo.

 

P.: Estando fuera del CIE, ¿qué papel tiene Fedecon en la mesa negociadora?

R.: La mesa negociadora no es del CIE ni la firma del convenio. Al CIE se le ha delegado siempre la negociación del convenio pero lo firman las distintas patronales. Incluso en la mesa hay patronales que no pertenecen al CIE. Si dentro del CIE se nos ha negado la representatividad en la mesa de negociación, la única carta que nos queda es la ley, por eso la mesa está impugnada.

 

P.: A pesar de salir del CIE, ¿el proceso de negociación del convenio sigue siendo el mismo?

R.: Sí. Pero nosotros no hemos roto ni hemos salido del CIE: nos han obligado a irnos. Nosotros hemos propuesto alternativas, con reuniones con los presidentes, con dos convenios, con la representación. Todo ha sido no.

 

P.: ¿Y los sindicatos qué dicen?

R.: Desde el primer día nos dijeron que ellos no pueden entrar en el tema de la representantividad porque es algo interno del CIE. Y esto es algo que intentamos resolver desde junio del año pasado.

 

P.: ¿Crearán una patronal nueva?

R.: No. El sector textil no tendrá una nueva patronal que agrupe a todo el sector.

 

P.: ¿Usarán entonces la Confederación Española de la Moda?

R.: La Confederación tiene su misión, que es la parte más comercial y de imagen. En la Confederación está la marroquinería y colabora el calzado. Y cada uno tiene su propio convenio.

 

P.: En la Confederación trabajan de la mano con el calzado y los complementos. ¿Significa eso que una empresa de confección está más cerca de una de calzado que de una empresa que produce tejidos?

 

R.: Creo que igual. El comercio ha cambiado. Hoy día tiene calzado, vestidos, relojes… Hoy coincidimos en el canal más que antes. Pero esto no es lo fundamental. Lo importante es que tanto el calzado como la confección somos dos sectores manufactureros intensivos en mano de obra, que también es de temporada, que coincidimos en las épocas punta y las épocas valle. En cuanto al textil de cabecera, no estamos en contra de ellos, es nuestro proveedor.

 

P.: ¿Pasaremos de ver una única patronal que representaba a todo el sector a pequeñas patronales sectoriales para cada uno de los procesos productivos de la cadena de valor?

R.: Podrá haber o no una mesa de encuentro, pero dependerá del resto de componentes del CIE.

 

P.: ¿A qué se refiere con una mesa de encuentro?

R.: Una mesa en la que reunirnos periódicamente y hacer un intercambio de impresiones. Una mesa de encuentro, con mantel o sin mantel, en la que se analice la situación del sector, se decida por dónde hemos de ir para mejorar.

 

P.: Si tuviera que poner las sillas a esta mesa, ¿a quién sentaría?

R.: A todos los componentes del CIE.

 

P.: ¿Y a nadie más?

R.: A cuantos más, mejor. No la dejaría cerrada. Es un intercambio de impresiones, no es vinculante.

 

P.: ¿Sentaría a Inditex, Mango o Desigual?

R.: Cuantos más seamos, más representativos seremos. En la Mesa de la Moda están sentados todos, junto con Cortefiel, El Corte Inglés y otros.

 

P.: Esta mesa que propone, ¿podría asemejarse a la de la Mesa de la Moda?

R.: La Mesa de la Moda fue constituida con el Ministerio, pero puede ser similar, efectivamente. Esta tiene una vertiente más política, aquella sería más empresarial.

 

P.: ¿Y cómo avanza la Mesa de la Moda?

R.: Con lentitud. Ahora estamos con los premios de la moda. Intentamos apoyar la reindustrialización, la financiación.

 

P.: Apoyan la reindustrialización, pero algunas de las empresas que participan en esta Mesa de la Moda no producen en España.

R.: En la relocalización, sobre todo de series cortas y repeticiones, estas empresas también necesitan de la industria de cercanía y apuestan por ella. Les interesa tener una industria de proximidad.

 

P.: ¿Podría afirmar que hay confección que vuelve a España?

R.: Puedo afirmarlo al cien por cien.

 

P.: Díganos algún ejemplo.

R.: La empresa Merletti, que fabricaba el 80% fuera y ahora es justo al revés. Hay muchas empresas que están trayendo parte de su producción aquí y otras que la trasladan a Portugal o a Marruecos. En España se ha perdido mucho tejido industrial. Antes éramos 400.000 trabajadores y ahora estamos en 150.000 empleados. Países como Portugal o Marruecos han defendido mucho más ese tejido industrial. Está claro que no podemos recuperar todo lo perdido, pero con que logremos un 50% sería mucho.

 

P.: ¿Cuánto han bajado o cuánto tendrán que bajar los salarios de la confección para que producir en España sea rentable?

R.: No es una cuestión de bajar los sueldos. La competitividad no sólo se mide por el sueldo, sino también por la productividad y por flexibilidad. Es por ello que el sueldo del trabajador no puede ser más del IPC. Y por flexibilidad, que es fundamental para un sector de temporada, de trabajar mucho durante la etapa punta y hacer vacaciones en la época valle, con fijos-discontinuos y movilidad en el puesto de trabajo.

 

P.: En este aspecto, ¿se puede comparar la confección con algún otro sector?

R.: Con el calzado. El calzado de Menorca, por ejemplo, está reconocido como un sector de temporada. Lo tomamos como un referente.

 

P.: El Parlamento Europeo ha dado el sí al Made in. ¿Les beneficia?

R.: Claro. Este es un tema que se va a imponer porque en Europa hay un apoyo fuerte a la reindustrialización porque se han dado cuenta del error gravísimo de la deslocalización. No va a volver todo, pero sí una parte. Nosotros estamos impulsando la campaña de la MÑ.

 

P.: ¿Es proteccionismo?

R.: No, es identificación. Proteccionismo es cerrar fronteras, nosotros queremos identificar e informar al consumidor, que tiene capacidad de elección. Proteccionismo sería subir los aranceles a las importaciones un 200%.

 

P.: En moda, ¿el consumidor valora el Made in Spain?

R.: Los estudios que tenemos dicen que sí. Nueva York acaba de hacer un segundo fondo para recuperar la producción.

 

P.: Precisamente cuando Nueva York creó el primer fondo, usted dijo que había negociaciones con el Ministerio de Hacienda para una línea de créditos para la relocalización. ¿Se ha avanzado? 

R.: Vamos muy lentos.

 

P.: En la iniciativa de Nueva York, los fondos son privados. ¿Sería viable una iniciativa así en España? 

R.: Sí. Tenemos empresas con capacidad para hacerlo. Habría que ver si hay voluntad.

 

P.: ¿Hay algún compromiso por parte del Gobierno?

R.: Con el Gobierno estamos hablando de reindustrialización. Nos convocaron de urgencia para ello. Creen en esta línea. Pero el factor tiempo es fundamental y les intentamos transmitir que hay que poner ya todo sobre la mesa, facilitar cuestiones como la flexibilidad, las facilidades para montar una empresa, créditos blandos, avales, garantías, etc. Una línea con inversores privados sería maravilloso.

 

P.: ¿Podría llegar a haber un plan?

R.: Debe haberlo, como lo ha habido en el sector del automóvil.

 

P.: ¿Automóvil sí y textil no?

R.: El sector de la automoción, a pesar de ser pocas empresas, tiene muchos trabajadores. Nosotros somos un sector de 150.000 trabajadores pero dispersados en empresas de cinco empleados cada una. La fuerza se pierde. Hay voluntad por parte del Gobierno, pero falta rematar.

 

P.: Los sindicatos pierden afiliados porque no pueden ofrecer nada a los trabajadores. ¿Qué puede ofrecer una patronal como Fedecon a las empresas? 

R.: Les ofrecemos representación como lobby en los ministerios y las comunidades autónomas. Podemos conseguir financiación, internacionalización y un convenio que les de flexibilidad para ganar competitividad.