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Giovanna Ceolini (Micam): “Hay una desaceleración, pero tenemos que ser cautos”

La presidenta de la patronal italiana del calzado y directora de la feria Micam apunta a un cierto cambio de tendencia en el tipo de producto, con menos calzado de mujer, y más de hombre.

Giovanna Ceolini (Micam): “Hay una desaceleración, pero tenemos que ser cautos”
Giovanna Ceolini (Micam): “Hay una desaceleración, pero tenemos que ser cautos”
La directora de la feria Micam mantiene el optimismo pese a la desaceleración.

Ana Patiño

3 oct 2023 - 05:00

Giovanna Ceolini mantiene el optimismo pese a que los datos apuntan a una desaceleración en el sector. “El estancamiento se ha dado en todos los sectores; además, tenemos que ser sostenibles, y la sostenibilidad tiene un precio”, señala la ejecutiva, que preside la patronal italiana del sector del calzado, y dirige la feria Micam, que se celebró la semana pasada en Milán. Ceolini precisa que la escalada de precios y la climatología están detrás de esta desaceleración, aunque precisa: “debemos tener cautela, porque nadie puede predecir el futuro”. 

 

Pregunta: ¿Cómo valora la última edición de la feria?

 

Respuesta: Ha ido muy bien a nivel de afluencia. Hemos tenido más de 42.000 visitantes, que suponen un 21% más respecto al 2022. El país con mayor representación ha sido España. Pero sobre todo, estamos muy contentos lo que ha pasado en MicamX, que es la parte de la feria más formativa e inspiradora. Está convirtiéndose en lo más importante del evento. Aporta valor, más allá de vender o mostrar el producto.

 

P.: ¿Se recuperarán los 44.000 asistentes de 2019 o debemos dejar de usar ese año como vara de medir?

 

R.: Han cambiado muchas cosas desde 2019, y por lo tanto es mejor no volver la vista atrás en este sentido, porque el panorama es muy distinto. Lo que sí hemos comprobado es que las personas quieren visitar las ferias, ver los productos físicamente.

 

R.: El exceso de stock fue un problema en 2021. ¿Cómo se está previniendo eso ahora? ¿Los comerciantes están trasladando la presión a las marcas?

 

R.: El calzado italiano ha aumentado un 7,4% la facturación respecto a 2022, en lo que va de año, y hemos exportado un 10,2% más. Claramente el 2021 lo hemos superado y hemos dado grandes pasos adelante. Estamos al nivel de 2019, antes del Covid-19. El problema real es que ha habido un estancamiento como en todos los sectores y los costes de la energía y las materias primas han subido. Además, tenemos que ser sostenibles y la sostenibilidad tiene un precio. Todo esto ha llevado a una subida de los precios del calzado. No todo el mundo está dispuesto a comprar un producto a los precios de ahora. El continuo aumento de la producción era difícil de gestionar y al hablar de sostenibilidad se habla también de no comprar más de lo necesario y por esta razón, probablemente, muchas personas han empezado a limitar sus compras, comprando solo aquello que necesitan de verdad. Sin embargo, la subida de los precios no afecta en exceso a los productos de lujo, porque no son compras por necesidad.

 

P.: Las nuevas marcas se apoyan en la venta online, pero las de siempre se resisten por las tensiones con el multimarca. ¿Les resta competitividad? ¿Terminarán conviviendo?

 

R.: El online por sí mismo no es suficiente para conocer bien las características de los zapatos. Muchas veces es difícil saber si las medidas del zapato se ajustan al pie sin probarlo. Para ello es importante probar el calzado, caminar. Si has comprado otras veces en una marca puedes saber cómo te queda el calzado de esa marca, cómo es el tallaje etc, pero, si nunca la has probado, necesitas ir a la tienda.

 

 

 

 

P.: ¿El made in Spain se valora en Italia tanto como el made in Italy?

 

R.: Sí, que tiene un gran valor. No tengo el dato preciso, pero conozco muchas tiendas que compran zapatos españoles. Los españoles vienen a exponer en la feria porque es la más importante del mundo y donde más posibilidades hay de dar a conocer el producto y conectar con posibles compradores.

 

P.: Pero lo que más se compra en la feria es calzado italiano…

 

R: Pienso que sí. Que los asistentes vienen por ambas razones, en primer lugar porque es la feria más importante y por comprar calzado italiano. Somos una feria muy conocida y por eso las tiendas multimarca vienen aquí. Es la feria internacional más grande y también la más cercana a España.

 

P.: Nike publicó la semana pasada resultados, con un ascenso muy tímido de las ventas. ¿Ve signos de agotamiento en el reinado de las sneakers? ¿Ven un repunte de la demanda de calzado de piel?

 

R.: Ese rumor ha estado en el aire hace un tiempo, el de que se ha producido un estancamiento en el sector de las sneakers. Lo dicen los productores y si nos fijamos en los datos parecen confirmarlo. En Italia, solo la categoría de zapatos de hombre ha subido un 1,2% en lo que va de año, respecto al año anterior. Sin embargo, las zapatillas deportivas, los zapatos de mujer, los de niño y las zapatillas de casa tienen este año un signo negativo delante. En Italia, las deportivas nunca han sido el primer producto, siempre lo habían sido los zapatos de mujer y ahora el que muestra un pequeño crecimiento es el zapato de hombre. Mientras, las ventas de calzado de mujer han caído un 1,4%, las de hombre han crecido un 1,2%.

 

 

 

 

P.: Los últimos datos de Assocalzaturifici apuntan a una desaceleración a partir del segundo trimestre. ¿Ha continuado también en septiembre?

 

R.: Hay una pequeña desaceleración, pero simplemente debemos tener un poco de cautela porque no tenemos una visión de lo que pasará finalmente. No se puede predecir el futuro. Le hemos pedido opinión a los productores y la mayor parte dicen que hay que estar atentos a lo que funciona mejor y lo que funciona peor. Hay mayores dificultades si tenemos en cuenta todos los costes que nadie restituye como para poder tener unos precios más competentes y por ello, hemos tenido que aumentar los precios.

 

P.: Apuntan a un notable crecimiento en China: ¿es temporal, por la baja base comparable, o vuelve a ser un mercado de crecimiento?

 

R: En China hemos visto un pequeño crecimiento, pero es temporal, y se debe a que se compara, como dices, con una baja base. China ha sido uno de los últimos países en abrirse tras el Covid-19 y no venían hasta ahora. Allí se produce mucho calzado, pero el producto made in Italy lo compran aquí.

 

P.: Algunas marcas de moda han apuntado al impacto negativo de la climatología en septiembre. ¿Se nota también en el calzado?

 

R.: El clima ha creado muchos problemas, algo que no es una novedad. Si la primavera era fría no se vendía calzado de verano. Yo siempre lo he visto como una causa principal, pero en este momento el clima ha cambiado de verdad y afecta mucho a la hora de vender calzado o vestidos o todo aquello que se suele vender para el invierno. A esto tendremos que acostumbrarnos. Aunque la señora que se quiere comprar un par de zapatos nuevos no lo hace en base al tiempo. Ese tipo de compras son las compras por necesidad. Pero cuando tienes de todo en casa y no tienes necesidad de nada, aunque siga haciendo buen tiempo compras igualmente.

 

P.: En España, hubo una oleada de start ups de gafas, luego de calzado y ahora la moda es la joyería. ¿Hay dinamismo emprendedor en el calzado?

 

R.:  Hay muchas nuevas pequeñas marcas. Tenemos diseñadores emergentes en la Micam y las start ups en Italia tiran mucho por nuevos materiales, sobre todo por lo ecosostenible. Hay muchísimas startups que van en esta dirección, que quieren ofrecen un producto sostenible y reciclable.

 

P.: ¿Cómo está siendo el proceso de adaptación de las marcas de calzado a los requerimientos en cuestiones de sostenibilidad?

 

R.: Tanto las grandes marcas como las pequeñas tienen que adaptarse a las normativas relacionadas con la sostenibilidad porque así lo está pidiendo Europa, un cambio en la gestión de la producción y la utilización de los materiales para que los zapatos sean sostenibles y reciclables. Llegan muchos decretos de Europa y es complicado adaptar el negocio a esos requerimientos. Para ello está la asociación, que ayuda a las pequeñas empresas a incorporar estos cambios. Las pequeñas empresas son buenas en la producción, son flexibles y están disponibles para crear una gran cantidad de productos, pero lo que sucede es que no tienen la cantidad de personal suficiente como para poder adaptarse y seguir todos los decretos, todas las leyes nuevas.