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La óptica pierde la guerra por el sol

El de las gafas de sol se ha convertido en uno de los negocios más cambiantes del siglo XXI, debido a la entrada en el mercado de operadores que no forman parte del sector óptico que, en casi una década, ha perdido más del 50% de su facturación por la venta de este tipo de artículos.

Jaime Cevallos

10 sep 2018 - 04:55

La óptica pierde la guerra por el sol

 

 

La óptica pierde la batalla del sol. Los veranos ya no son lo que eran para la óptica tradicional española, que llegó al siglo XXI siendo un referente en la comercialización de gafas de sol, cualidad que ha ido perdiendo con el devenir de los años.

 

El top manta, la entrada en el negocio de grandes almacenes y cadenas deportivas, al igual que el proceso de verticalización de los titanes de la óptica, como es el caso de Luxottica con Sunglass Hut, han debilitado al sector que, en los últimos años, ha atestiguado el nacimiento de los pure players.

 

El conjunto de la óptica facturó 1.675 millones de euros en 2016, según los últimos datos de  la Federación de Asociaciones del Sector Óptico (Fedao). Fuentes del sector estiman que el 10% de esa cifra, es decir 167,5 millones, lo generó la venta de gafas de sol, un 55,6% menos respecto de 2009, cuando la crisis económica ya había caído con fuerza en España.

 

 

 

 

En 2009, la óptica española facturó 301,1 millones de euros por la venta de gafas de sol, según datos del Libro Blanco de la Visión, cifra que retrocedió hasta 214, 2 millones en 2013. En ese mismo lapso, el precio medio del producto se redujo, pasando de 100,7 euros a 83,3 euros.

 

En los años de la crisis, la óptica española tradicional no sólo sufrió una merma en el negocio de las gafas de sol, sino en todo el conjunto de los productos que tiene a la venta. En 2013, el sector facturó 1.500 millones de euros, un 6,5% menos que en 2008.


Alfons Bielsa, director de Bielsa Optics, recuerda que los años de la crisis marcaron un antes y un después en la óptica española, porque el modelo de negocio cambió con la entrada de nuevos operadores internacionales. Además, desde 2008 las gafas de sol empezaron a perder protagonismo en los lineales de las ópticas. En la última década, la facturación por gafas de sol retrocedió un 30% en su establecimiento.

 

 

 

 

El 11,9% de las 21,6 millones de gafas de sol  que se vendieron en España en 2013 se comercializó a través de la óptica tradicional. En ese año, además, el top manta se consolidó como el principal canal de distribución de gafas, con el 29,6% del mercado, seguido por los grandes almacenes, con el 21,5%.

 

Coincidencia o no, el 2013 marcó un punto de quiebre en el negocio, porque Hawkers apareció en el mercado y vendió sus primeras gafas por Internet a un precio de veinte euros, poniendo en marcha un modelo de comercialización de gafas low cost al que se han ido sumando otras empresas, como D. Franklin o The Thunder Glasses.

 

Cinco años después de la irrupción en el mercado de los pure players, en España se están vendiendo más gafas de sol que antes, aunque se está facturando menos, debido a que la constante erosión de los precios, según un estudio de la consultora Gfk.

 

 

 

 

Iñaki Palomino, director general de Visual Global, empresa especializada en la fabricación de gafas, dice que ahora mismo es muy difícil saber qué parte del mercado tienen los pure players, porque no comparten la información con organismos como la Fedao.

 

Sin embargo, el directivo reconoce que las empresas por Internet, y sobre todo Amazon, han arrebatado parte del mercado de las gafas de sol a la óptica tradicional española que, a su juicio, aún no tiene la batalla perdida. No obstante, Palomino cree que la óptica perderá la guerra en un par de años si no hace algo para dar un vuelco a la situación.

 

Visual Global, que hasta hace unos años dirigía prácticamente el 100% de su producción al sector de la óptica a través de su marca propia, actualmente genera el 20% de su facturación fabricando para terceros, entre los que se encuentran los pure players y algunas empresas especializadas en la distribución de moda.

 

 

 

 

Otras compañías del sector óptico, como es caso de Cione, que mueve una cifra de negocio anual de 40 millones de euros, ha decidido entrar a competir con las empresas que venden por Internet, poniendo en marcha, hace sólo un par de meses, una plataforma online a la que ha bautizado como Looktic.

 

Alfons Bielsa, no obstante, cree que la opción que le queda a la óptica tradicional española es la de la especialización, centrándose en la venta de gafa de sol graduada, ya que con la gafa puramente de moda están trabajando muchas empresas que, además, ofrecen productos a precios bajos.