Empresa

Cotizar o no cotizar, el dilema de la moda ante la presión del entorno

Mientras el número de empresas que se ponen a la fila de la cotización crece, también lo hace el de compañías que quieren dejar de estar sometidas al escrutinio de los inversores y los reguladores.                                 

Cotizar o no cotizar, el dilema de la moda ante la presión del entorno
Cotizar o no cotizar, el dilema de la moda ante la presión del entorno
“Creo que es la mejor decisión estratégica”, señaló Diego Della Valle en relación a la salida del parqué de Tod’s.

A.Patiño/ P. Riaño

18 mar 2024 - 05:00

“No vamos a salir a Bolsa”. Con estas palabras, contundentes y que ha repetido en varias ocasiones durante los últimos años, Toni Ruiz, consejero delegado de Mango, trataba de volver a despejar dudas esta semana sobre un hipotético salto al parqué de la compañía controlada por Isak Andic. La Bolsa está de moda en la industria de la moda, tanto para entrar como para salir de ella: mientras el número de empresas que se ponen a la fila de la cotización crece, también lo hace el de compañías que quieren dejar de estar sometidas al escrutinio de los inversores y los reguladores.

 

El entorno no es favorable para el sector. Tras el golpe del Covid-19 (que paralizó a la moda con tiendas cerradas y eventos de todo tipo cancelados), las empresas del sector resurgieron con fuerza. Pero los años posteriores no han sido, en absoluto, fáciles: la guerra de Ucrania impactó en 2022, después llegó la crisis de la cadena de suministro y, por último, la inflación, que ha impactado en el consumo en todo el mundo.

 

En este escenario, el número de compañías de moda que está ejecutando procesos de reestructuración está en máximos, con ejemplos como Nike, Levi Strauss, Gap o H&M, aunque estas dos últimas arrastran sus reorganizaciones desde antes del golpe del Covid-19.

 

¿Es mejor reestructurarse a la vista de todo el mundo o hacerlo de forma silenciosa? ¿Es más fácil optar a nueva financiación estando completamente regulado o hacerlo fuera del mercado? Compañías como Tod’s o Superdry lo tienen claro: la segunda opción es la buena. Ejecutar un plan de turn around es complicado cuando el inversor presiona y quiere resultados a corto plazo.

 

 

 

 

Después de más de dos décadas como compañía cotizada, los hermanos Diego y Andrea Della Valle, primeros accionistas de Tod’s, han decidido que ha llegado el momento de salir del parqué. Tras intentar sacar la empresa de Bolsa por su cuenta, finalmente los hermanos Della Valle han encontrado a un socio para hacerlo.

 

El caballero blanco que permitirá alejar a Tod’s del ojo público es L Catterton, el grupo inversor propiedad de LVMH. El acuerdo permitirá a la familiar Della Valle mantener el control de la empresa, aunque reducirá su participación del 64% al 54%. L Catterton pasará a controlar el 36% y LVMH mantendrá su 10%, en una operación que ha valorado Tod’s en 2.000 millones de euros, incluyendo la deuda.

 

“El acuerdo ayudará al grupo a desarrollarse a través de inversiones y a hacer frente a nuevos desafíos; creo que es la mejor decisión estratégica”, señaló Diego Della Valle en un comunicado tras anunciar los planes para abandonar el parqué.

 

Superdry está también a un paso de la privatización. El consejero delegado de la compañía, Julian Dunkerton, solicitó en febrero permiso para presentar una oferta de adquisición sobre el capital social que no controla, el 80% del total. La empresa formó un comité independiente para considerar la solicitud.

 

Desde el anuncio de Dunkerton, la valoración de la empresa en la bolsa de Londres se ha disparado un 150%. El directivo controla ahora un 20% del total de la empresa, mientras que el resto es propiedad de los accionistas anónimos.

 

 

dunkerton 980

 

 

“Este ha sido claramente un periodo difícil para Superdry”, apuntó Dunkerton en referencia al ejercicio 2023. “La incertidumbre macroeconómica como telón de fondo y unas condiciones meteorológicas muy poco estacionales se han combinado para debilitar los resultados financieros del grupo”, explicó. La empresa lleva años tratando de reconducir su evolución y, ahora, el contexto la ha empeorado más.

 

Antes de ser adquirida en enero de este año por el grupo chino Coupang, Farfetch había iniciado conversaciones con banqueros y accionistas para dejar de cotizar. La compañía de ecommerce, que saltó a la Bolsa de Nueva York en 2018, trabajó con JP Morgan en la operación.

 

 

Unos vuelven… y otros van

Mientras unos se retiran del parqué, el número de compañías que quieren introducirse en él también crece. En la mayoría de los casos, se trata de compañías que han dedicado los últimos años a impulsar sus negocios y, en otros, empresas que recogen ahora los frutos de los procesos de reorganización ya ejecutados.

 

Aunque todavía no está definido el calendario, el salto al parqué del gigante catalán de la perfumería Puig tendrá lugar la primera mitad del 2024. El grupo está asesorado por los grupos JP Morgan, Goldman Sachs, STJ, Linklaters y Cuatrecasas. La empresa dio el primer paso para prepararse para una potencial oferta pública de venta (OPV) el pasado mayo, cuando agrupó todos sus negocios bajo la sociedad anónima Puig Brands, un requisito para saltar al parqué. Tras las primeras conversaciones con posibles inversores, el mercado ha elevado la valoración de la empresa por encima de 10.000 millones de euros.

 

El grupo madrileño de distribución de moda Tendam ha fichado a BNP Paribas, Citigroup y JP Group para una potencial OPV en Madrid. El grupo, propiedad de CVC y Pai, también cuenta con Rothschild como asesor financiero. La valoración rondaría los 1.500 millones de euros y la operación podría producirse a principios de este año.

 

 

 

 

Los rumores del posible salto a bolsa del grupo saltaron en 2018, después de que CVC y Pai se hicieran con el 100% de la compañía tras comprar la participación de Permira y de que el grupo cambiara su nombre de Grupo Cortefiel a Tendam.

 

La cadena alemana de perfumerías Douglas, controlada también por CVC, ha fijado su cotización en la Bolsa de Frankfurt a partir del 21 de marzo tras anunciar una oferta pública inicial (OPI) por 907 millones de euros que consistirá en la emisión de 32,7 millones de acciones en un rango de entre 26 y 30 euros por título. La horquilla avanzada por Douglas implica que sitúa su propia capitalización bursátil entre los 2.800 y 3.100 millones de euros, con un free float de entre el 29,3% y el 31,8%.

 

La compañía italiana de zapatillas de lujo Golden Goose, controlada por el fondo de inversión Permira, prevé captar mil millones de euros en su salto a la Bolsa de Milán. Permira fichó a siete bancos para la operación, que está previsto que sea uno de los mayores estrenos en el parqué europeo este año. Bank of America, JP Morgan, Mediobanca y UBS serán los coordinadores globales de la OPV, mientras que BNP Paribas, Citigroup y UniCredit serán los bookrunners.

 

Otra compañía europea, la alemana Birkenstock, cotiza ya en la Bolsa de Nueva York. La empresa registró una oferta pública inicial en el regulador bursátil estadounidense el pasado septiembre, fijando el precio de sus acciones en 46 dólares. La horquilla inicial se situaba entre 44 dólares y 49 dólares, con la previsión de sacar al mercado 32 millones de acciones y con la intención de levantar 1.580 millones de dólares. Para su salto al parqué, la empresa contó con asesores como Goldman Sachs Group y JPMorgan Chase.

 

 

 

 

Shein depositó el pasado noviembre ante la China Securities Regulatory Commission (Csrc) la documentación para dar el salto al parqué estadounidense, operación para la que contrató a JP Morgan, Morgan Stanley y Goldman Sachs con la intención de comenzar a cotizar a principios de 2024.

 

Con este movimiento, la empresa cumple con la nueva normativa (introducida en marzo de 2023) de cotización internacional de empresas chinas introducida por Pekín, que impone que las empresas locales que quieran saltar a un parqué extranjero deberán obtener primero el visto bueno de la Csrc.

 

Sin embargo, la necesidad de Shein de pasar por el regulador chino echa atrás los esfuerzos realizados por la compañía para posicionarse como una empresa global, como el traslado de su sede central de Nanjing (China) a Singapur. En Estados Unidos, podría ser sometida a un mayor escrutinio al tratarse de año electoral, lo que podría retrasar su salto al parqué.

 

Skims, la empresa fundada por Kim Kardashian, está preparando también una OPV para cotizar en la bolsa de Nueva York. La compañía ya recaudó 270 millones de dólares el pasado juilio, consiguiendo una valoración de 4.000 millones de dólares y preparando a la compañía para una oferta pública de venta.