L’Oréal estanca sus ventas en la primera mitad de 2018 y eleva su beneficio un 11,7%

L’Oréal llega al ecuador del ejercicio a doble velocidad. El titán galo de la cosmética, mayor operador del sector en el mundo por cifra de negocio, finalizó el primer semestre fiscal (cerrado el pasado 30 de junio) con unas ventas planas respecto al mismo periodo de 2017.

El resultado neto, en cambio, se elevó a doble dígito, hasta rozar los 2.300 millones de euros.

El grupo obtuvo un beneficio de 2.275,2 millones de euros entre enero y junio de 2018, frente a los 2.037,5 millones de euros de 2017. La cifra de negocio de L’Oréal en el periodo se situó en 13.390,7 millones de euros.

Por divisiones, la de consumo mantuvo su hegemonía con unos ingresos de 1.275,4 millones de euros, un 0,6% más, mientras que el segmento de lujo de L’Oréal creció un 5,8%, hasta 1.026,7 millones de euros. La división de active cosmetics facturó 326,2 millones de euros, un 7,5% más, mientras que la línea professional fue la única que perdió una talla, con una caída en las ventas del 2%, hasta 313,4 millones de euros.

L’Oréal facturó 13.390,7 millones de euros entre enero y junio de 2018

Por regiones, L’Oréal redujo sus ingresos en los mercados más maduros como Europa Occidental, donde facturó 4.131,1 millones de euros, un 1,6% menos. El retroceso fue mayor en Norteamérica, del 6,8%, hasta 3.564,4 millones de euros, mientras que la caída en Latinoamérica fue del 10,4%, hasta 882,7 millones de euros.

En cambio, algunos mercados emergentes crecieron a doble dígito, mitigando la mala evolución del negocio en Europa occidental y Norteamérica. En Asia-Pacífico, por ejemplo, L’Oréal registró unas ventas de 3.548,1 millones, un 13,2% más, mientras que Europa del Este creció un 8,1%, hasta 899,4 millones de euros.

A lo largo del primer semestre, L’Oréal amplió su cartera de marcas mediante la adquisición de la marca sudcoreana Nanda, especializada en maquillaje y propietaria de la firma 3CE, entre otras. La operación tuvo un importe de 400.000 millones de wones (310,3 millones de euros). La compañía también tomó el control de Pulp Riot, especializada en productos para la coloración del cabello.

L’Oréal también agrandó su negocio de licencias con marcas internacionales de lujo. La empresa gala selló un acuerdo para comenzar a fabricar a partir de 2019 las fragancias y la cosmética de Valentino, hasta ahora en manos del grupo Puig.