¿Cuánto vale Paco Rabanne? Puig valora sus marcas en 2.173 millones de euros

Puig y su cartera de marcas valen cada vez más. El gigante catalán de perfumería ha elevado en hasta un 41,7% el valor de sus marcas en comparación con 2021. Concretamente, el valor de toda la cartera de marcas de Puig alcanzó, a cierre del ejercicio 2023, 2.173 millones de euros, según explica la empresa en el folleto de su oferta pública de venta (opv) aprobado ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).

El valor intangible total de la compañía, que saldrá a Bolsa el próximo 3 de mayo con una valoración máxima de 13.900 millones de euros, se situó en 2023 en 4.114 millones de euros, más del doble que en 2021. De ese total, 1.745 millones de euros corresponden al fondo de comercio y 61,5 millones a software.

“Nuestro éxito se basa en la influencia de la imagen, la percepción, reputación y reconocimiento de nuestras marcas y sus directores creativos”, reza el folleto de la compañía.

Puig ha destacado el comportamiento de Rabanne, que alcanzó unos ingresos por valor de 1.000 millones de euros

En el texto publicado hoy por la compañía tras haber recibir la luz verde del regulador bursátil español, Puig ha destacado el comportamiento de Rabanne, que alcanzó unos ingresos de más de 1.000 millones de euros en el ejercicio de 2023.

El gigante de perfumería también prevé que otras dos de sus marcas, Carolina Herrera y Charlotte Tilbury, de la que se hará con la totalidad a principios de mayo, alcancen una facturación similar “en un futuro”.

Para ello, así como para mantener el valor de toda su cartera, Puig ha invertido un total de 1.338 millones de euros en publicidad durante 2023, el mayor gasto de la compañía. “Gastamos recursos considerables en generar contenido para promover nuestros productos y comunicar de la manera correcta a través de diversos canales”, explica el folleto. Gran parte de la publicidad de las marcas del gigante se lleva a cabo, según enumera, a través de medios de comunicación impresos, medios digitales, plataformas de redes sociales, promociones con influencers y personas famosas.

El segundo factor que Puig destaca para garantizar el éxito de sus marcas propias es la inversión en I+D, a la que el gigante catalán ha destinado un total de 33,2 millones de euros, un 46,2% más que en 2021. Según detalla la compañía en el folleto, Puig pone en el mercado una media de 30 líneas y extensiones de productos al año.

La cartera de productos de Puig se estructura en tres tipologías de marcas, que incluyen los negocios propios, las licencias y las joint ventures. La gran mayoría del porfolio de la compañía de cosmética está formado por marcas propias, que incluyen Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci, Penhaligon’s y L’Artisan Parfumeur, así como Paco Rabanne, Byredo, Dries Van Noten, Kama Ayurveda, Loto del Sur, Apivita y Uriage.

Las licencias generan a Puig un total de 188,3 millones de euros en ventas, un 4,3% del total

En 2023, sin embargo, la compañía no había llevado a cabo ninguna compra o adquisición, lo que contrasta con los 840 millones que invirtió en 2022, así como con las diversas compras que ya ha llevado a cabo en 2024, como son las de Byredo, Charlotte Tilbury y Dr. Barbara Sturm.

Las compañías con las que trabaja a través de licencias, por otro lado, son Louboutin (sólo para el segmento de belleza), Adolfo Domínguez y Banderas. Puig trabaja paralelamente también con licencias de otras marcas en España y Latinoamérica, que incluyen Shakira, United Colors of Benetton, Victorio & Lucchino, Agatha Ruiz de la Prada, Heno de Pravia, Agua Lavanda Puig, Agua Brava y Quorum.

Los ingresos de las marcas licenciadas alcanzaron los 188,3 millones de euros a cierre del ejercicio 2023, lo que supone un 4,6% de los ingresos totales de las grandes marcas de la compañía. El peso de las licencias con respecto a 2022, sin embargo, ha caído progresivamente desde 2021, cuando supusieron un 6,7% de la facturación total.

El último tipo de marcas con las que opera el gigante de perfumería son las joint ventures, que no se reflejan en las ventas de sus ejercicios fiscales, pero sí que contabiliza el porcentaje correspondiente de su participación en el resultado neto.

Las diferentes joint ventures del gigante incluyen el segmento de fragancias y moda junto con Scent Library y Sociedad Textil Lonia (licenciataria de CH Carolina Herrera) y el del cuidado de la piel con Isdin. Con la compañía Granado, Puig gestiona conjuntamente las líneas tanto de fragancias y moda como de cuidado de la piel.