Me viene a la cabeza el concepto de branding emocional porque es fundamental en la industria del lujo y de la moda…. Venga, también por la última campaña publicitaria de Loewe (la comidilla del barrio).
Siendo muy teóricos, podemos definir que para crear o implementar correctamente un branding emocional hay que hacer un mix de experiencias sensoriales, un cambio visionario y mucha, mucha imaginación. Resumiendo, innovación.
Ya que lo que hace a una marca global es su necesidad emocional universal y no su producto. En la moda es vital dar con las claves para diferenciarse de la competencia.
¿Qué buscamos con un branding emocional? Compromiso entre la marca y el cliente, imágenes y comunicación coherente, alcanzar la emoción y la conexión permanente. Sobreponer lo intangible al producto tangible del lujo y la moda.
¿Alquimia? Nada de eso, buen marketing. Algo que ya quisieran muchas marcas y firmas de moda nacionales e internacionales.
Nuestras marcas de moda adolecen de esa transformación, salvo contadas excepciones. Necesitan propuestas basadas en emociones, no en fuegos de artificio. Y pocas empresas lo entienden.
Errores más palpables: creer que el branding se basa en cuotas de mercado; apoyar el branding en una mala comunicación; no diferenciar ni distinguir a sus consumidores y stakeholders; campañas publicitarias desenfocadas; tratar a los consumidores como niños; falta de responsabilidad y sensibilidad social de las marcas.
El asunto da para un postgrado, pero a modo de respuestas rápidas, podemos mencionar estudios de mercado profesionales y profundos, apoyarse en expertos en branding, crear imagen, identidad y comunicación de marca para que conecten con sus públicos.
Estoy esperando ver en España un cambio de branding como el que han realizado Victoria’s Secret, L’Oréal o Liz Claiborne. Os animo a que me enseñéis respuestas parecidas con nuestras marcas.