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Del ‘Black Friday’ al ‘Grey Thursday’, Estados Unidos adelanta la vorágine consumista

Joan Faus. Washington

26 nov 2013 - 04:53

 

 

Por puro instinto uno pensaría que el día de mayores ventas en los comercios de Estados Unidos se sitúa en la víspera de la Navidad. Pero no es así, llega mucho antes. En concreto, este año será el próximo viernes 29, en lo que se conoce como Black Friday. Cada año, en el viernes posterior al día de Acción de Gracias (que siempre se celebra en el cuarto jueves de noviembre) las grandes marcas aplican descuentos muy agresivos a todos sus productos. La vorágine es tal que se producen colas larguísimas a las puertas de los establecimientos y es habitual ver carreras y algunas disputas entre consumidores para ser el primero en hacerse con el preciado producto rebajado.

 

Tanto el jueves como el viernes son días festivos en Estados Unidos. Históricamente, el jueves es el día de la tradición, en el que las familias se juntan para comer el famoso pavo al horno; y el viernes, el del consumismo desenfrenado. En los últimos años, las enseñas y los grandes distribuidores han ido avanzando su hora de apertura el viernes, algunos a las 5 de la mañana e incluso a las 12 de la noche. Este año, sin embargo, el capitalismo salvaje parece que se impondrá de largo a la tradición y muchas tiendas ya aplicarán el jueves por la tarde sus elevados descuentos. Lo harán, por ejemplo, los grandes almacenes de Macy’s y los establecimientos de la firma J.C. Penney. Al menos otras siete cadenas de grandes almacenes también han anunciado que abrirán en el día de Acción de Gracias, como venían haciendo en los últimos años los hipermercados de Wal-Mart. Irónicamente, algunos ya lo están bautizando como el Grey Thursday.

 

En un país en el  que el consumo privado supone dos terceras partes de la economía, la Federación Nacional de Minoristas tiene muy claro que el anticipo beneficiará a los comerciantes. “Los consumidores prefieren salir de compras por la noche antes que levantarse temprano por la mañana del Black Friday”, subraya en un informe, en el que pronostica que los ciudadanos de hasta 34 años son los más proclives a comprar el jueves. Uno de ellos es Rachel, una joven de 22 años, que no tiene ninguna duda de que avanzará sus compras. “Es más cómodo y los grandes descuentos vuelan, así que cuanto antes vaya a la tienda mejor”, asegura a las puertas de un centro comercial en Washington que abrirá el jueves. Pero no todos piensan igual y ya han surgido varias campañas en las redes sociales en contra de esta ofensa contra la tradición familiar del día de Acción de Gracias.

 

Sea como sea, este año serán muchas las tiendas que enlacen cuatro días seguidos de ventas masivas. Sin embargo, la Federación Nacional de Minoristas vaticina un descenso del comercio presencial y online respecto a 2012. La entidad prevé que un máximo de 140 millones de consumidores comprarán entre los próximos jueves y domingo, por debajo de los 147 que lo hicieron el año pasado. En cualquier caso, la proporción de las cifras es elevadísima si se tiene en cuenta que en Estados Unidos viven 313 millones de personas, según el último censo.

 

En cambio, en el período de más de tres semanas comprendido entre el día de Acción de Gracias y Navidad, la Federación pronostica un incremento interanual de las ventas del 3,9%, por encima de la media de los últimos diez años. No obstante, en el caso del comercio por internet las cosas parece que irán un poco peor. Según un estudio de Adobe Systems, el hecho de que el período hasta Navidad sea más corto que el de otros años (al caer el Black Friday tan tarde en noviembre) restará 1.500 millones de dólares (1.100 millones de euros) a las ventas online. Cálculos arriba o cálculos abajo, ya sea el jueves o el viernes, lo que seguro que se mantendrá es la histeria consumista.