Back Stage

De Descente a Decathlon: quién es quién en la guerra de la moda en la nieve

El mercado del equipamiento para la práctica de esquí, uno de los nichos que más crece dentro del sector del deporte, está muy fragmentado y dominado sobre todo por especialistas.

De Descente a Decathlon: quién es quién en la guerra de la moda en la nieve
De Descente a Decathlon: quién es quién en la guerra de la moda en la nieve

Ana Patiño

3 nov 2023 - 05:00

Las primeras nevadas han dado ya el pistoletazo de salida a la temporada de esquí. En España, Baqueira Beret o La Molina ya han confirmado su apertura para finales de este mes, mientras en otros destinos como Suiza ya han empezado a llenarse las estaciones. El mercado del equipamiento del esquí es, según un informe de McKinsey, uno de los nichos que más crece en el deporte, un sector muy fragmentado y dominado sobre todo por especialistas.

 

Entre las especialistas, una de las de mayor trayectoria es Descente. Su historia se remonta a 1935, cuando Takeo Ishimoto puso en marcha en Osaka la compañía bajo el nombre de Ishimoto Shoten. La empresa está especializada en prendas con un alto componente técnico, con precios que oscilan entre 500 euros y 900 euros

 

Aunque la marca que le da nombre continúa generando el grueso de las ventas, Descente es hoy un grupo que opera con un amplio pool de marcas deportivas en varios mercados asiáticos, como Umbro, Arena o Le Coq Sportif. El grupo, que cotiza en bolsa, también es licenciatario en Japón de Lanvin Sport y Srixon.

 

En el último ejercicio, finalizado en marzo de 2023, la empresa obtuvo unas ventas de 120.614 millones de yenes (756 millones de euros). La compañía tiene oficinas en Tokio y Osaka y emplea a 2.924 personas.

 

 

descente 980

 

 

Otra compañía japonesa especializada en equipamiento para esquí es Phenix, fundada en 1952 por Kazuo Tajima. La compañía, partner histórico del equipo nacional de esquí de Noruega, se atribuye el hito de estar entre las primeras marcas en emplear nylon para la ropa de esquí en 1955. La compañía es propiedad del grupo japonés Shiffon, que es también licenciatario de firmas como Kappa o Hummel y tiene su sede en Tokio.

 

En Europa, Francia es uno de los países de origen de buena parte de las líderes del mercado. Una de ellas es Rossignol, fundada en 1907 por Abel Rossignol y que ganó popularidad al asociarse a los grandes nombres del esquí francés, como Emile Allais, Haerty Marion o Candide Thovex.

 

Inicialmente especializada en la creación de esquís, la compañía fue ampliando su oferta y cuenta con una gama dedicada al snowboard, al esquí de fondo y al textil. La ropa como chaquetas y pantalones se comercializan en un rango de precios de entre 200 euros y 500 euros.

 

La compañía fue propiedad durante tres años del grupo Quiksilver, que la adquirió en 2005 por más de 300 millones de dólares para entrar en el sector del equipamiento para el esquí. La empresa la vendió en 2008 por 147 millones de dólares a Chartreuse&Mont Blanc, un consorcio de empresas liderada por Bruno Cercley, que había sido director general de la compañía francesa.

 

La compañía finalizó el ejercicio 2022 con una facturación de 314 millones de euros y está inmersa en un plan estratégico para superar los 500 millones de euros en 2026. La empresa está liderada por Vincent Wauters desde 2021, cuando relevó al propio Cercley.

 

De los Alpes salen también otras firmas especializadas como Fusalp, Dynastar, Perfect Moment o Skidress, Alpina o Atomic. Todas ellas tienen en común una fuerte vinculación con el deporte en sus orígenes y que continúan siendo de capital familiar.

 

 

moncler 980

 

 

De Francia es también Moncler, uno de los mayores casos de éxito dentro de este nicho. La empresa, fundada en 1952 por René Ramillon y André Vincent, dio un salto adelante en 2003, cuando Remo Ruffini entró en el capital de la compañía.

 

Tras pasar por las manos de fondos como Eurazeo, la compañía salió a bolsa en 2012, protagonizando una de las ofertas públicas de venta (OPV) más exitosas de aquel año. Actualmente, la firma, que opera en el segmento del lujo, factura 2.600 millones de euros al año.

 

Los países nórdicos es otro de los mercados de origen de las principales marcas del equipamiento para el esquí. Una de ellas es Haglöfs, fundada en Suecia en 1914 por Wiktor Haglöf, un carpintero que empezó con la idea de crear una mochila que permitiera llevarle todo lo necesario en sus viajes por el país. Aquel producto fue un bestseller entre los aficionados al outdoor y pronto la firma diversificó con otro tipo de artículos para la montaña y el esquí.

 

En 2001, Haglöfs pasó a manos del fondo de inversión Ratos AB, que trece años después la vendió al gigante japonés Asics por 105 millones de euros. Tras la operación, la empresa mantiene su sede en Avesta (Suecia) y ha aprovechado las sinergias con Asics para ganar penetración en calzado.

 

En el mercado del esquí operan también otros grupos especializados en moda outdoor o deportes de tabla, como el neozelandés Kathmandu, dueño también de Rip Curl y Oboz, o Boardriders, dueño de marcas como Billabong, Roxy o Quiksilver.

 

 

El mapa de la moda de esquí lo completan los grandes grupos de distribución no especialistas, pero que también han querido arañar un pedazo de este nicho. Es el caso de Decathlon, que compite en precio con su marca Wed’ze, disponible para hombre, mujer y niño, con precios desde 70 euros para una chaqueta de esquí. 

 

También Oysho, del grupo Inditex, ha entrado en este segmento, apostando en su caso por hacerlo desde la mujer, un movimiento poco habitual entre las marcas especialistas. La compañía comercializa artículos de esquí a precios entre 60 y 190 euros.

 

En el otro lado de la pirámide, firmas de lujo como Dior, Louis Vuitton o Prada también ofrecen líneas especializadas, y Balenciaga lanzará su primera colección de ropa de esquí el próximo 15 de noviembre. La compañía de moda de lujo ofrecerá una colección de prêt-à-porter, accesorios y equipamiento técnico.