Sophie et Voilà salta a la calle: lanza prêt-à-porter y entra en Moda Operandi

Sophie et Voilà mira más allá de las novias. La firma bilbaína de moda nupcial, fundada en 2008 por Sofía Arribas, ha lanzado su primera colección de prêt-à-porter, con la que busca diversificar su base de clientas y escalar el negocio. La marca centrará la distribución de esta nueva línea en Asia y Estados Unidos, y ya ha firmado un acuerdo con Moda Operandi.

Para encarar este salto, la empresa se ha rodeado en el último año de un comité de asesores que incluyen al creativo y consultor de marcas Ekaitz Arruti; la estilista y consultora de marcas Bárbara Martelo y el consultor Javier de Rivera, exejecutivo de empresas como Gocco o Neck&Neck.

En la dirección creativa se mantiene Arribas, mientras que Saioa Goitia, que se incorporó al proyecto al poco de empezar, es la directora general. Goitia explica que la ofensiva comercial con la nueva colección llegará a partir del próximo enero. “Con esta buscábamos posicionarnos y empezar a tantear el mercado”, explica.

Sophie et Voilà trabaja con consultores como Ekaitz Arruti, Bárbara Martelo y Javier de Rivera

El objetivo es posicionarse en tiendas multimarca de lujo tanto físicas como online. El precio de venta oscila entre los 500 euros de las piezas más sencillas y los 2.500 euros de los abrigos. Los vestidos rondan los 1.500 euros.

“Queríamos reivindicar el know how de la costura y el patronaje inspirándonos en mujeres como nosotras, que pudieran vestir lo mismo del trabajo a la fiesta”, señala la directora general.

Toda la colección está producida en España, igual que los trajes de novia. “El bridal es más rentable, pero el prêt-à-porter nos permite escalar”, argumenta Goitia. La compañía factura alrededor de un millón de euros con unos noventa puntos de venta y está en beneficios.

Goitia asegura que la nueva colección le permitirá también “estar en el top of mind de las novias”, además de llegar a las clientas a las que quizás les gusta la marca, pero no se van a casar nunca. “Tenemos que posicionarnos en mercados donde haya liquidez y la gente vaya a repetir”, señala la ejecutiva.

La compañía mantiene su sede en Bilbao y emplea a una decena de personas. Para la producción, se apoya en talleres cercanos. Goitia y Arribas controlan el 75% del capital, mientras que el resto está en manos de inversores particulares.