Entorno

¿Se acabó el cuento de hadas del lujo?

Sarah García

20 sep 2012 - 04:50

La semana pasada se disparaban todas las alarmas. Burberry comunicaba que su beneficio anual se situaría en la parte baja de las previsiones de los analistas. Este anuncio hizo que sus acciones se desplomaran y el grupo británico acabó el día con un descenso en su valor en bolsa de 1.000 millones de libras (1.242 millones de euros). Varias fuentes del sector consultadas por Modaes.es coinciden: la caída en bolsa de Burberry es el primer indicador de una nueva fase de debilidad en el sector del lujo.

 

La desaceleración de las ventas de Burberry ha provocado que el grupo tenga que revisar sus previsiones a la baja y el efecto dominó no ha tardado en llegar. Desde ese día, las enseñas del sector, capitaneadas por los dos grandes conglomerados franceses, LVMH y PPR, están en el punto de mira.

 

En el caso de LVMH, en seis días en bolsa el grupo sólo ha cerrado una jornada en positivo, con pérdidas que van del 0,20% al 3,36%. También ha tenido una mala semana PPR, que ha experimentado cierres negativos en cinco de los seis días que han pasado desde que Burberry anunciara sus previsiones.

 

Pero, siendo un sector que lleva tres años con crecimientos de doble digito y teniendo entre sus enseñas a gigantes del lujo que no paran de crecer, ¿qué es lo que está pasando realmente?

 

En primer lugar está China. El país se ha convertido en el centro de la mayoría de planes de expansión de enseñas y grupos de lujo. Dentro del continente asiático, el mercado chino es el que ha estado experimentado mayores crecimientos, gracias sobre todo al creciente número de ciudadanos de clase media y al incremento de su poder adquisitivo.

 

Este aumento ha provocado una mayor demanda de productos de lujo que ha llevado incluso a embotellamientos de producción y problemas de suministro. Ahora, la situación en el país se ha relajado, lo que ha empezado a afectar a las empresas del sector del lujo.

 

Si esta situación se mantiene en el tiempo, una de las enseñas que se vería más afectada es Prada. La firma, que saltó al parqué de Hong Kong el verano de 2011, ha experimentado sus mayores cifras de crecimiento desde entonces. No obstante, si el aumento de la demanda en China se frena, los números negros de Prada no estarían tan asegurados, teniendo en cuenta su agresivo plan de expansión en la zona de Asia-Pacífico.

 

Por otro lado, la situación de China no afecta sólo a las enseñas de lujo en el continente asiático, sino también en sus mercados locales. Si el país continúa con el ritmo de crecimiento actual, el más bajo desde hace años, el volumen de ciudadanos que viajan al extranjero también se frenará. De este modo, las ventas a turistas asiáticos en ciudades como París, Londres, Nueva York, Madrid o Barcelona se verán menguadas.

 

En este sentido, la estadounidense Tiffany ya ha dado un aviso. La enseña, que presentó sus resultados semestrales el pasado agosto, informó de la revisión de sus previsiones anuales a la baja por la caída de la demanda en América y Europa. La compañía prevé ahora elevar su facturación entre un 6% y un 7%, entre uno y dos puntos porcentuales menos que en el último ejercicio.

 

No todo son malas noticias

 Aunque en una semana se han encendido todas las alarmas, los resultados de algunas compañías apuntan a todo menos a la negatividad. Ese es el caso de Hermès, que ha cerrado los seis primeros meses del ejercicio con un incremento del 15,19% de su beneficio, hasta 335,10 millones de euros, y ha elevado sus previsiones anuales hasta el 12%. En sus primeras estimaciones, el crecimiento previsto era del 10%.

 

Habrá que esperar a la sucesiva presentación de resultados de las grandes compañías del lujo para ver si Burberry es el primero de una serie de desplomes del sector o sólo un bache en un camino que, hasta ahora, se ha recorrido sin complicaciones.