Entorno

“Mamá, no quiero trabajar en Zara”: la falta de personal añade más presión a la moda

Las marcas encuentran dificultades para incorporar trabajadores a sus tiendas, como ya ha sucedido en Estados Unidos. Las malas condiciones, bajos sueldos y el cambio de prioridades tras la pandemia son algunos de los motivos.

Iria P. Gestal

20 oct 2021 - 05:00

“Mamá, no quiero trabajar en Zara”: la falta de personal añade más presión a la moda

 

 

Los clientes vuelven, el personal no. Después de un año y medio de pandemia, justo cuando la demanda comienza a repuntar y las tiendas vuelven a abrir sin restricciones, y con la campaña de Black Friday y Navidad a la vuelta de la esquina, la moda se enfrenta ahora a un problema inédito: nadie quiere trabajar en tienda. Los perfiles con experiencia ya no quieren dedicarse al retail porque los salarios son bajos y las condiciones, malas; y la pandemia ha reordenado las prioridades incluso de aquellos que empiezan. Tras Estados Unidos y Reino Unido, que llevan meses sufriendo la escasez de personal, el problema llega ahora a España.

 

La falta de personal para las tiendas, desde los cargos más bajos hasta los store managers, llega en el peor momento posible y añade más leña a un sector presionado por todos los frentes, de las materias primas a la logística pasando por la energía.

 

“Los puestos que antes se cubrían en quince días, ahora tardan el doble”, dice Julio Collado, director general de la consultora de recursos humanos Luxe Talent, especializada en la selección de personal para empresas de mod ay lujo.

 

 

 

 

Después de un año de expedientes de regulación de empleo (Erte) y con centenares de trabajadores del comercio en paro tras los ajustes de tiendas de los grandes operadores, ¿cómo es posible que falte personal?

 

“Para puestos como los key account managers, las empresas buscan personal con experiencia e idiomas, y esos perfiles se han ido a otros sectores, especialmente al tecnológico”, apunta Collado, que señala que esta falta de personal ha motivado un aumento del negocio para empresas como la suya, especializadas en búsqueda de personal.

 

Rocío Olivares, consultora especializada en retail de Michael Page, coincide en que muchos extrabajadores del retail no han regresado y lo atribuye a cuatro causas. En primer lugar, porque el sector no tiene buena valoración. “Se buscan perfiles muy cualificados, con capacidad de gestión, de análisis de KPIs e incluso idiomas, y esa gente prefiere dedicarse a sectores con mejor reputación social”, apunta.

 

Otro factor que impide captar talento son los salarios y las condiciones. Hoy, un responsable de tienda cobra entre 21.000 euros y 23.000 euros brutos al año, de media en España. “Hace tres años, algunas empresas pagaban el triple”, asegura Olivares.

 

 

 

 

Además, el trabajo está sujeto al horario comercial, que se extiende durante largas horas y también los fines de semana, lo que le resta todavía más atractivo no sólo de cara a las nuevas incorporaciones, sino también para aquel personal que trabajó en retail y estuvo en casa durante la pandemia.

 

“Todos se han replanteado sus prioridades, y después de un año en Erte o teletrabajando, es muy difícil volver al ritmo del retail, que te exige vivir por y para la tienda”, apunta. El último factor es la desactualización de los perfiles más senior, que no cuentan con las habilidades que se requieren hoy en retail, especialmente en materia digital.

 

 

Sin dependientes en EEUU y Reino Unido


La tendencia comenzó a detectarse a principios de año en Estados Unidos, la primera gran economía en reabrir, pero se ha acrecentado a medida que se acerca la campaña de Navidad, cuando se concentran el grueso de contrataciones temporales.

 

“¿Te apuntarías a un empleo para que te atacaran turistas sin vacunar por quince dólares la hora? ¿Sin seguro de salud pero con riesgo? La mayoría no”, tuiteaba el 20 de septiembre la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.

 

El número de puestos de trabajo sin cubrir en el sector del retail pasó de 750.000 antes del Covid-19 a 1,1 millones el pasado julio, según datos de US Bureau of Labor Statistics recogidos por Financial Times.

 

En este contexto, algunas empresas están ofreciendo subidas de sueldo o mejoras de otro tipo para tratar de atraer talento. Under Armour y Saks Off 5th (el outlet de Saks Fifth Avenue), por ejemplo, elevaron el salario mínimo a quince dólares la hora, y Target que quiere contratar a 100.000 personas para las Navidades, ofrecerá cinco millones de horas más de trabajo para los contratos temporales, lo que supondrá un desembolso de 75 millones de dólares.

 

 

 

 

En un estudio elaborado por Accenture a 120 ejecutivos en el sector del retail, la mitad de los ejecutivos aseguraron que estaban sintiendo “un aumento de la presión para proporcionar oportunidades de crecimiento laboral a sus empleados”.

 

La mitad han alterado o reforzado sus procesos de contratación para acelerar los fichajes, y el 34% han cambiado las descripciones en sus ofertas de empleo para atraer a diferentes tipos de candidatos.

 

Desde el sindicato UGT subrayan que esta mejora de las condiciones es difícil que se replique en España, porque el punto de partida ya es mejor. “Ellos no tienen un sistema de cobertura equiparable al nuestro, no hay un convenio sectorial ni un estatuto del trabajador al uso y se necesita un mínimo de respaldo de los trabajadores para que un sindicato pueda entrar a negociar”, destacan desde el sindicato.

 

En Reino Unido, se suma también un nuevo factor, el Brexit, que ha eliminado buena parte de la bolsa de trabajadores no nacionales que a menudo cubrían los puestos de retail. En su caso, los problemas se extienden también a otras actividades del sector servicios.

 

Según un estudio realizado por Kpmg y la patronal de las consultoras de recursos humanos (REC, en sus siglas en inglés), el número de trabajadores disponibles en total se desplomó en junio a su mayor ritmo desde 1997.

 

La REC subraya como motivos la resistencia a cambiar de empleo debido a la pandemia, la caída de trabajadores de la Unión Europea y la falta de capacitación o habilidades que se requieren ahora.

 

También los salarios han reaccionado en consecuencia: los salarios para las nuevas incorporaciones permanentes se han incrementado a su mayor ritmo histórico, y la subida de los sueldos para puestos temporales ha sido la segunda más rápida desde que hay registros.