Entorno

India: formación, inversión y reconversión industrial para dejar de ser polo ‘low cost’ de la moda

I. P. Gestal/ S. Riera

28 ene 2016 - 04:55

El textil en India quiere subir un peldaño y ganar valor. El Gobierno del país ultima un plan para revitalizar la industria textil local con miras a cumplir los pronósticos y alcanzar exportaciones por valor de 22.000 millones de euros en 2020. A las puertas de presentar el nuevo eje estratégico del sector para todo el territorio, India ha puesto ya en marcha iniciativas como Make in India para sofisticar su actividad manufacturera a través de elevar el valor.

 

India, uno de los polos mundiales para el aprovisionamiento low cost con salarios de ochenta euros mensuales, se ha convertido en un proveedor clave para la moda española y europea. Entre enero y octubre de 2015, el país asiático se posicionó como el séptimo proveedor español de prendas de vestir, con exportaciones por valor de 510,6 millones de euros, según datos del Icex. En los diez primeros meses del año, las ventas indias de ropa al mercado español se dispararon un 23,6%, en línea con el ascenso registrado en el mismo periodo del año anterior, cuando marcaron una subida interanual del 12,5%.

 

El Gobierno del país ultima un plan para revitalizar la industria textil local para alcanzar exportaciones por valor de 22.000 millones de euros en 2020

 

En el conjunto de la Unión Europea, India es el cuarto proveedor extracomunitario de prendas de vestir, sólo superado por China, Bangladesh y Turquía. Entre enero y noviembre de 2015, las exportaciones de la industria india de la confección a los países europeos alcanzaron 4.334,5 millones de euros, registrando una subida del 9,15% respecto al mismo periodo del año anterior. India es uno de los países que se beneficia de políticas arancelarias especiales en sus exportaciones a la Unión Europea en calidad de socio con ingresos bajos.

 

A pesar del fuerte comercio indio de la confección en Europa, los planes de su Gobierno pasan por dar un giro al modelo. En este sentido, el año pasado, el primer ministro Narendra Modi impulsó la iniciativa Make in India con el objetivo mejorar la calidad de la producción del país para atraer inversores y seducir a marcas de gama más alta. El proyecto pone el foco sobre 25 sectores prioritarios, entre los que se encuentra la industria textil y de confección.

 

De este modo, el país busca dar un paso al margen de la carrera de precios en la que compiten otros polos productivos del Sudeste Asiático, como Bangladesh. “Obviamente, Bangladesh tiene ventajas, tiene mano de obra barata y se ha centrado en esa área en particular”, admitió Rajiv Aggarwal, secretario del Ministerio indio de Comercio e Industria.

 

“Para nosotros, a medida que escalamos en la cadena de valor y mejoramos en términos económicos tendremos que cambiar nuestras prioridades para realizar productos que sean más competitivos”, añadió Aggarwal.

 

Otra de los proyectos que están sobre la mesa es la creación de una universidad del textil, que se pondrá en marcha en la región del Gujarat, uno de los principales clústers productivos del sector en el país.

 

En paralelo, el sector se impulsará por el crecimiento del mercado interior indio. El país es el segundo país más poblado del mundo, por detrás de china, y su mercado de consumo está valorado en 52.000 millones de euros. Según las previsiones, podría alcanzar 126.000 millones de euros en 2021.

 

Según explica el Gobierno del país en su página web, la industria textil india tiene el potencial para alcanzar 141.000 millones de dólares en 2021 y llegar a 500.000 millones de dólares en los próximos diez años. De ellos, 315.000 millones de dólares corresponderían a ventas domésticas y 185.000 millones de dólares a la exportación.

 

El país busca dar un paso al margen de la carrera de precios en la que compiten otros polos productivos del Sudeste Asiático, como Bangladesh

 

Una de las claves para el cambio que pretende el Ejecutivo indio reside en las políticas laborales. “Para saltar el espacio que nos separa del número uno mundial de la industria textil, que es China, debemos cambiar las políticas, especialmente las que conciernen a la esfera laboral”, aseguró Antosh Kumar Gangwar, ministro de textiles del país, en el marco de las celebraciones por el sesenta aniversario de la South India Textile Research Association (SITRA).

 

En India trabajan en el sector textil y de la confección alrededor de 36 millones de personas. Antes del ascenso de noviembre, los salarios mensuales de los trabajadores indios en el sector se situaban entre 5.886,7 rupias mensuales (80 €, el salario mínimo legal), hasta 6.536,67 rupias (89 €) en la zona de Delhi, según el informe India 2015, elaborado por Isidor Boix, coordinador de IndustriALL Global Union para el Acuerdo Marco Global con Inditex.

 

Una de los graves problemas que todavía imperan en la industria textil y de la confección del país es la explotación infantil. Según el censo oficial recogido en el informe de Boix, el trabajo infantil en India asciende a 12,6 millones de personas.

 

Además, el documento recoge el sistema de contratación conocido como Sumangali, una expresión en idioma tamil que significa “mujer felizmente casada” y que supone la explotación de más de 125.000 mujeres entre doce y veinte años, y que se utiliza mayoritariamente en la producción de hilos y tejidos de algodón.