Entorno

El textil marroquí eleva la tensión en el acuerdo de libre comercio en el Mediterráneo

El sector español volverá a reunirse con los responsables de comercio internacional de la Comisión Europa para pedirles que no cedan ante las presiones para rebajar a una sola transformación las reglas de origen.

Silvia Riera

5 jun 2019 - 04:57

El textil marroquí eleva la tensión en el acuerdo de libre comercio en el Mediterráneo

 

 

 

El textil continúa siendo la piedra en el zapato del acuerdo de libre comercio en el Mediterráneo. El Consejo Intertextil Español (CIE) volverá a reunirse la semana que viene con los responsables de comercio internacional de la Comisión Europea para que no cedan ante las presiones, sobre todo de Marruecos y Túnez, para rebajar de dos a una las transformaciones industriales necesarias para obtener el certificado de origen y entrar mercancía en la Unión Europa sin trabas arancelarias.

 

Marruecos es ahora quien ha elevado la tensión para lograr esta rebaja en las reglas de origen, que sería devastadora para la industria textil española, junto con la de los demás 

países productores europeos, como Portugal, Francia, Reino Unido o Italia. El país africano, igual que Túnez, nutre su industria de la confección con tejidos procedentes de Europa para obtener el arancel cero.

 

De esta manera, con tejido europeo y confección marroquí, se suman las dos transformaciones industriales sustanciales para introducir la mercancía a los países comunitarios sin costes arancelarios. Sin embargo, ceder a las reivindicaciones del norte de África implicaría que estos territorios podrían exportar prendas sin arancel confeccionadas en ellos, pero con materia prima procedente de otro lugar del planeta, como Asia.

 

 

 

La patronal europea del textil y la confección Euratex, en la que también está representada Turquía, se ha posicionado del lado de la industria española y del resto de países productores europeos. En España, el sector también cuenta con el apoyo de la Dirección general de Comercio del Ministerio de Industria, aportando soporte técnico en la negociación en Bruselas.

 

Marruecos, a pesar de haber seguido de cerca la negociación, hasta ahora no había tenido un gran protagonismo porque no había ratificado la convención paneuromediterránea. Sin embargo, en las últimas semanas la ratificó convirtiéndose en uno de sus miembros oficinales y elevando la tensión en la negociación.

 

En el seno de la Comisión Europea, hay división. Por un lado, está la posición firme de los países productores, entre ellos España, y por otro lado, la del resto de países, a los que empieza a apremiar que se zanje ya una negociación que hace años que dura.

 

 

 

 

Desde el textil español se teme que, al final, se termine por una cesión a medias. Es decir, que se dé la única transformación a Marruecos, Túnez, Líbano y Egipto, que son los países que la solicitan, y se mantenga en el resto. Esta medida continuaría perjudicando a la industria española del textil, ya que su principal socio comercial es precisamente el marroquí.

 

Bajo el actual modelo, tienen ventajas arancelarias aquellos productos que hayan realizado dos de sus mayores transformaciones industriales en países de la Unión Europea o del norte de África. Esto implica la ejecución de al menos dos de los cuatro mayores procesos de la industria textil: ya sea la hilatura, la tejeduría, la confección o los acabados.

 

Este sistema explica por qué el 25% de las exportaciones españolas del conjunto del textil de cabecera tiene como destino Marruecos. De este porcentaje, casi la mitad corresponde a tejido. En 2018, España exportó al país africano materiales textiles por valor de 856,2 millones de euros. El segundo y el tercer país de destino de las ventas españolas del sector son Alemania y Portugal, con un negocio de 275,2 millones de euros y de 271,1 millones de euros, respectivamente, según datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex).