Entorno

El textil, el segundo sector más expuesto a terceros países en la UE

El textil es uno de los productos en los que se debe desarrollar una industria europea si se quiere reducir la dependencia externa y conseguir la “autonomía estratégica” que persiguen desde Bruselas, según un informe realizado por la propia Comisión.

El textil, el segundo sector más expuesto a terceros países en la UE
El textil, el segundo sector más expuesto a terceros países en la UE
China es el origen de gran parte de estos productos. En concreto, es de donde provienen 211 productos de los 564 más críticos para la independencia europea, más de la mitad.

M. Tamayo

22 jun 2023 - 05:00

El textil, vulnerable en Europa. La moda se sitúa como uno de los sectores más expuestos a las potencias extranjeras en la Unión Europea (UE). En concreto, representa un 17% de los materiales con más dependencia al exterior que se comercializan los Estados miembro, según un estudio realizado por la Comisión Europea.

 

De entre los 5.400 productos analizados, 564 contaban con una dependencia al exterior que el Ejecutivo comunitario considera crítica. El conjunto de productos representa un 13% del total importaciones extracomunitarias. De ellos, aproximadamente un 19% corresponde a químicos e industrias similares, la categoría más expuesta a terceros países. En segunda posición ya se encuentran los textiles, que representan un 17% de los productos más expuestos de la economía comunitaria, justo antes de productos animales (9%), productos vegetales (8%) y aparatos mecánicos y equipos eléctricos (7%).

 

China es el origen de gran parte de estos productos. En concreto, es de donde provienen 211 productos de los 564 más críticos para la independencia europea, más de la mitad. En segundo lugar, se encuentra Estados Unidos, con 62 productos, seguido de Vietnam, Reino Unido, Noruega y Rusia.

 

El estudio, la Comisión identifica 204 productos de entre los 564 que, además de contar con una alta dependencia al exterior, forman parte de sectores estratégicos como la industria energética y tecnológica, el sector farmacéutico y de la salud o defensa. Teniendo en cuenta esta clasificación, el textil cae de la segunda posición más vulnerable del ránking hasta la sexta, por debajo de la industria química, que copa un 43% de los materiales más críticos, los aparatos mecánicos y eléctricos, metales y minerales e instrumentos médicos de precisión.

 

 

 

 

El documento dibuja el mapa de la dependencia europea, mostrando los puntos críticos que debe abordar la Comisión para lograr la “autonomía estratégica”, un objetivo que presentó el propio Ejecutivo en 2021. Todo, en una “dinámica de permacrisis, desencadenada por eventos como la pandemia de Covid-19, la agresión rusa a Ucrania y la crisis energética”.

 

Para señalar los productos más críticos para la autonomía estratégica, la UE también ha puesto el foco en la salud de la cadena de suministro, buscando los puntos débiles de cada circuito, los llamados Spofs, el acrónimo en inglés de punto único de fallo. El término tiene origen en el sector tecnológico, de donde también proviene el término Vuca (Volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, en inglés), e identifica aquel elemento que, de fallar, dejaría inoperativo todo el sistema.

 

Un elemento de riesgo que puede convertirse en un Spof es cuando un solo país es encargado de elaborar o tratar un solo producto, generando un problema en la cadena de suministro global si falla.

“El desarrollo de la capacidad interna de la UE en torno a esos productos (por ejemplo, dentro del ecosistema de la electrónica), incluso mediante fuertes inversiones y el despliegue de I+D, puede contribuir a aumentar la sustituibilidad”, apunta el informe.