El Banco de España eleva siete décimas su previsión de crecimiento para 2023, hasta el 2,3%

El Banco de España, optimista. El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos ha revisado al alza el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español en 2023, aumentando su previsión de crecimiento hasta el 2,3%, siete décimas más que en su anterior estimación.

El alza se ha justificado por el avance “más intenso” de la actividad económica en los primeros meses del año, así como de la revisión al alza de los datos del PIB de los anteriores trimestres que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para este segundo trimestre, la entidad española estima un crecimiento intertrimestral del 0,6%.

De cara a 2024, el Banco de España ha rebajado una décima su previsión de crecimiento, hasta el 2,2%, en consecuencia del endurecimiento de las condiciones de concesión de crédito. Para 2025, el organismo estima que la economía española crezca un 2,1%.

En los próximos meses, la actividad económica española se mantendrá estable por la resiliencia del mercado laboral, la moderación de la inflación y el impacto de los fondos de recuperación europeos, que azuzarán la inversión empresarial, apunta la entidad.

El Banco de España ha rebajado una décima su previsión de crecimiento para 2024

Sin embargo, también hay elementos que pueden frenar la actividad económica, como el endurecimiento de las condiciones financieras, una posible moderación del turismo en los meses estivales o el efecto que pueda tener la retirada de las ayudas para hacer frente a la crisis energética. Con todo, el organismo ha señalado que España ha recuperado prácticamente ya su PIB prepandemia y ha superado el número de ocupados.

En lo que respecta a la inflación, el organismo ha rebajado en medio punto sus estimaciones, hasta el 3,2% a cierre de este año, “debido a una desaceleración más acusada de la prevista en los precios de la energía y los alimentos”.

En concreto, la entidad calcula que la inflación se situará por debajo del 2% en junio, aunque en la segunda mitad del año repuntará por el efecto base en los precios energéticos y el adiós a las medidas para combatir la crisis de la energía. En 2024, el IPC se cifrará en el 36%, para bajar después hasta el 1,8% en 2025.

En el caso de la inflación subyacente, el Banco de España ha revisado al alza sus proyecciones de marzo, estimando un alza del 4,1% a cierre de este año. Para 2024, el índice se ha rebajado una décima, hasta el 2,1%; mientas que en 2025 se reducirá hasta el 1,7%.