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Shana abre su primera ‘macrotienda’ e inicia su segunda fase de crecimiento

Shana abre su primera ‘macrotienda’ e inicia su segunda fase de crecimiento

Pilar Riaño

23 mar 2012 - 05:00

La cadena de moda de bajo coste Shana pone en marcha su segunda fase de crecimiento. La enseña, propiedad del grupo Comdipunt, estrena hoy en el centro comercial Xanadú, en Madrid, un establecimiento de 700 metros cuadrados en el que implantará su nueva imagen. La enseña prevé abrir este año un centenar de establecimientos, apoyándose en los mercados internacionales.

 

Shana, que se ha convertido en uno de los últimos fenómenos de la distribución de moda en España, comenzó su actividad a mediados de 2010 de la mano del empresario Julián Imaz, ex proveedor del grupo Inditex y propietario también de la cadena Friday’s Project. En poco más de un año, la cadena ha tejido una red de 150 tiendas, ubicadas en un 90% en España y prácticamente todas franquicias.

 

Los planes de la empresa pasan por poner en marcha este año alrededor de cincuenta tiendas en España y cincuenta más en el extranjero, en mercados como Oriente Medio, China, Singapur o Latinoamérica. De este modo, la cadena cerrará 2012 con 250 establecimientos.

 

A cierre de 2011, los mercados internacionales representaron el 10% de las ventas del grupo, que se situaron en 60 millones de euros (incluyendo la actividad de Friday’s Project). Los planes de la cadena para 2012 es que este porcentaje crezca hasta el 30% a finales del ejercicio y supere el 50% en 2013.

 

La compañía, que acaba de estrenar sede en Paseo de Gracia de Barcelona y ya prepara una ampliación con el alquiler de más de 2.000 metros cuadrados más, se ha marcado el objetivo de alcanzar una cifra de negocio de 110 millones de euros en 2012, lo que representará prácticamente duplicar la facturación de 2011. El beneficio del grupo se situará en 3,5 millones de euros, desde los 1,5 millones de euros que ganó en 2011.

 

Nueva estrategia

La compañía apostó por iniciar su desarrollo en ciudades secundarias españolas con establecimientos pequeños y todos ellos franquiciados. En 2011, la empresa comenzó a cerrar acuerdos para salir al extranjero con acuerdos de masterfranquicia, la mayoría de los cuales se materializarán en 2012.

 

Ahora, la cadena inicia una segunda fase en su crecimiento mediante la apertura de tiendas de alrededor de 700 metros cuadrados que, en este caso, serán propias. Tras la apertura en Xanadú, la enseña planea la puesta en marcha de otros establecimientos de características similares, ubicados en centros comerciales de Madrid y Barcelona.

 

Con estos puntos de venta, Shana quiere potenciar su imagen. Se trata de un modelo que se implantará tanto en España como en los mercados internacionales. En China, por ejemplo, Shana se estrenará en el país con un establecimiento de 700 metros cuadrados en Shanghai de la mano de un socio local.

 

Moda joven a precios baratos

Shana ha irrumpido con fuerza en el mercado gracias a sus precios bajos y moda joven de máxima tendencia. La compañía, que subcontrata toda su producción, apuesta por prendas básicas (de confección sencilla y rápida) para reducir al máximo los costes.

 

Con un total de cuarenta nuevos modelos a la semana, el 20% de las colecciones Shana corresponde a prendas de imagen y el 80% a prendas en las que el coste se mide al máximo. La empresa apuesta por prendas “gancho” cuyo precio no supera los 5,99 euros, mientras el resto de la oferta tiene un precio superior (como vaqueros a 17 euros, por ejemplo).

 

La empresa realiza la mitad de su producción entre Portugal (40%) y España (10%) y la otra mitad entre Marruecos, Turquía y China. Con el objetivo de potenciar el elevado peso de la producción europea, Shana incluirá una etiqueta azul para identificar las prendas fabricadas en España o Portugal. La empresa quiere destacar su procedencia de Europa para su crecimiento en mercados como China o México.