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Menos moda nupcial: la histórica Raimon Bundó echa el cierre

La marca de moda nupcial, propiedad de la sociedad R Bundó, encara el cierre cuatro años después de que falleciera su fundador. En esta última etapa, había estado al frente de la empresa su hijo.

S. Riera

29 may 2019 - 05:00

Raimon Bundó cierra su única tienda en Barcelona y encara la liquidación

 

 

Raimon Bundó echa el cierre. La marca de moda nupcial, propiedad de la sociedad R Bundó, encara el cierre cuatro años después de que falleciera su fundador, quien le dio nombre. En esta última etapa, había estado al frente de la empresa su hijo, también Raimon Bundó, junto a Ivonne Ruiz como directora creativa.

 

La sociedad propietaria de la marca de moda nupcial ha revocado a su administrador, Raimon De Peñafort Bundó Arana, para nombrar a la sociedad Apple Invest como liquidador, en un proceso de disolución voluntaria, según consta en el Registro Mercantil. El domicilio social de la empresa también se ha trasladado al de Apple Invest.

 

 

La compañía echó el cierre hace unas semanas a su único establecimiento en la Avenida Diagonal de Barcelona, donde compartía acera con otras marcas del sector, como Rosa Clará y Manu García. En el canal multimarca, la firma también ha frenado la actividad, dejando pedidos sin servir, según han explicado fuentes del sector a Modaes.es.

 

 

 

 

La firma echó a andar en 1969 de la mano de Raimon Bundó y su esposa Cristina Arana, que llevó las riendas del diseño hasta la incorporación de Ruiz a finales de los noventa. Los primeros vestidos se comercializaron entre grandes almacenes que realizaban pedidos a la marca.

 

Más adelante, en las décadas de los setenta y los ochenta, la empresa inició las alianzas con los modistos de la época, como los de Santa Eulàlia o con Manuel Pertegaz. La segunda generación de la familia fundadora tomó las riendas en los 2000. Uno de los hitos en esta segunda etapa fue la apertura, en 2009, de la tienda en la Avenida Diagonal, en el local que antes había ocupado Gucci.

 

Este establecimiento supuso el traslado de su pequeño atelier cerca de la calle Tuset y se produjo pocos meses después de abrir en el barrio de Salamanca de Madrid. Entonces, a las puertas de la crisis económica, Raimon Bundó facturaba seis millones de euros, contaba con presencia en 130 comercios multimarca y generaba un tercio de su negocio en el exterior.

 

Otro de los hitos de esta última etapa fue hacerse con la licencia de vestidos de novia de Victorio&Luchino. En 2012, un informe elaborado por Deloitte situó a la empresa entre las diez mayores del sector en España, ocupando la séptima posición. Siete años después de la publicación de aquel ránking, permanecen seis en el mercado Pronovias, Rosa Clará, Jesús Peiró, Franc Sarabia, Novia d’Art y Oronovia