La portuguesa Riopele crece un 6,4% en 2023 y apunta a cien millones en 2024

Riopele suma y sigue. El productor portugués de tejidos ha cerrado el ejercicio 2023 elevando su cifra de negocio un 6,4% y superando con creces las cifras previas a la pandemia. La empresa, que ha resaltado haber superado un año “exigente”, se muestra cauta para los próximos ejercicios, pero mantiene su objetivo de facturar cien millones de euros en 2027.

Así lo ha informado la empresa en un comunicado. En concreto, la compañía ha terminado el año fiscal con una facturación de 98,4 millones de euros, lo que supone un 24,6% más que en 2019. “La inversión sostenida de Riopele en la integración vertical de todas las áreas de negocio, especialmente I+D, hilatura, tintado, torsión, tejido, acabado y marca privada, está dando frutos”, ha explicado José Alexandre Oliveira, presidente de la compañía.

Para 2024, el productor de tejidos se muestra cauteloso y hace referencia al entorno macroeconómico y la inestabilidad geopolítica. “La retracción del gasto en consumo de las familias tiene impacto en diversas geografías, debido al aumento de la inflación y los tipos de interés”, ha señalado la empresa. Sin embargo, la compañía se muestra confiada en lograr sus objetivos financieros a largo plazo.

Riopele exporta alrededor del 95% de sus producciones que distribuye en más de 50 mercados

El productor de tejidos, que dio sus primeros pasos en 1927, exporta alrededor del 95% de sus producciones y tiene presencia en cincuenta mercados. La empresa trabaja para empresas del sector como las españolas Inditex o Roberto Verino, así como la alemana Hugo Boss. Su core son los tejidos, aunque la compañía también cuenta con una private label que realiza prendas acabadas.

La empresa portuguesa, fundada por José Días de Oliveira, mantiene su sede en Braga (Portugal), donde emplea alrededor de mil personas y es una de las principales compañías textiles del país luso. En 2021, la compañía hizo una inversión de 35 millones de euros para mejorar su fábrica ubicada en la localidad portuguesa Vila Nova de Famalicão. Con la inyección de capital, la empresa automatizó algunos de sus equipos, mejoró su plataforma digital e implementó un sistema de visión artificial en la planta de tejido.

El principal objetivo de la empresa ahora es adaptarse a la legislación sostenible y ha empezado una hoja de ruta en este sentido que pasa por que en 2027 se reutilicen el 100% de los residuos textiles mediante el reciclaje y que el 80% de los productos vendidos tengan componentes de sostenibilidad.