Brioni liquida su filial en España tras cerrar su única tienda en el país

Llegó a España en plena crisis y se va en medio de otra. La firma italiana de lujo Brioni, propiedad del grupo Kering, se retira definitivamente de España con la liquidación de su filial en el país, según consta en el Registro Mercantil. La operación se realiza después de que la marca cerrase su único establecimiento en el país.

Brioni desembarcó en España en 2009 con la apertura de un flagship store en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona, que también se inauguró ese mismo año. Junto con Brioni, los bajos del hotel los ocupaba también la firma de moda Azzaro, propiedad del grupo Reig, que echó el cierre años más tarde.

Un tercer local lo ocupó, un año después, la firma de joyería Tiffany, que lo abandonará en los próximos meses para instalarse en un local con mayor visibilidad también en Paseo de Gracia, en el número 61.

Brioni constituyó una filial en España, con sede en Madrid, pero en 2011 trasladó su domicilio a Milán. Cuatro años después, en 2015, retomó su apuesta por el mercado español y situó la sede social en el propio establecimiento de Barcelona, en el número 56 de Paseo de Gracia. Como administradora única figuraba Noemí García Ángel, del equipo financiero de Kering en España. Brioni llegó a contar con otra tienda en España, en Marbella.

Brioni abrió su única tienda en España en 2009 en el hotel Mandarin Oriental de Barcelona

Fundada en Roma en 1945 por Nazareno Fonticoli y Gaetano Savini, Brioni está especializada en sastrería. En 2011, PPR (hoy Kering), adquirió el 100% de la compañía, que entonces facturaba 170 millones de euros y contaba con 74 establecimientos, 32 de ellos propios.

Actualmente, la empresa opera con 29 tiendas propias y mantiene una amplia presencia en el canal multimarca. Kering no ha vuelto a dar la facturación de Brioni, pero en su última presentación de resultados la señala como una de las firmas más golpeadas por el Covid-19.

Son varias las compañías internacionales que han desecho posiciones en España desde el

estallido de la pandemia. La última ha sido el gigante del calzado Aldo, que ha liquidado su filial para el aprovisionamiento.

El pasado agosto, el grupo holandés de denim G-Star llevó a concurso su filial de retail en el país y cerró todas sus tiendas. Poco después, Gas, también especializada en denim, llevó a liquidación la sociedad con la que operaba en España.

A ellas se suma la larga lista de crisis en moda infantil: Petit Bateau cerró todas sus tiendas en el mercado español y la filial de Sergent Major presentó concurso de acreedores. En España, también han echado el cierre empresas como Soloio, de complementos; Etxart&Panno, de moda de fiesta; Pili Carrera y Normandie, de moda infantil; Inmaculada García, de moda nupcial, y la industrial Encajes Laquidain.