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Boinas Elósegui, abrigando cabezas de civiles y militares

De la mano del empresario vasco Antonio Elósegui, la compañía se ha convertido en un referente de la fabricación de boinas, que hoy tiene acuerdos con grupos como Purificación García, Roberto Verino o El Corte Inglés.

C. Juárez

8 oct 2019 - 04:54

Boinas Elósegui, abrigando cabezas de civiles y militares

 

 

Al calor de la segunda revolución industrial y después de cursar estudios en Alemania y Suiza sobre desarrollo y producción de prendas textiles, el empresario vasco Antonio Elósegui decidió poner en marcha una fábrica de calcetines en serie en su localidad natal, Tolosa, en Guipúzcoa.

 

Por aquel entonces, el uso de la boina comenzó a ganar popularidad en las regiones del norte de España y el sur de Francia. Y, por casualidad, el primer Elósegui decidió comenzar a fabricar este tipo de prendas. De hecho, el empresario nombró a la compañía La Casualidad.

 

Desde su puesta en marcha, Boinas Elósegui utiliza las mismas técnicas de producción, aunque algunos de los procesos se han ido modernizando. Sin embargo, ha sido la propia empresa quien ha tenido que desarrollar nueva tecnología para la producción porque apenas existen grupos especializados en maquinaria para la fabricación de boinas.

 

 

 

 

La empresa continúa operando desde su fábrica, en Tolosa, donde emplea a alrededor de veinte personas. Desde allí, Boinas Elósegui distribuye sus productos a sombrererías españolas, así como a sus socios en el extranjero, donde cuenta con varios distribuidores en países como Japón, mercados latinoamericanos y europeos. Además, la compañía también colabora con empresas del sector como Purificación García, Roberto Verino o El Corte

 

Inglés para la fabricación de las boinas de sus colecciones.

En paralelo, otro de los ejes centrales de la empresa se basa en la producción de boinas para uso militar. De las 250.000 piezas que la empresa produce al año, el 40% está destinada a cubrir las cabezas del ejército, que la empresa se adjudica a través de concurso público. De hecho, Boinas Elósegui abriga al ejército español, al noruego, al mexicano, al cubano y a los carabinieri italianos.

 

 

Contra el cambio generacional

Ander Astigarraga, director comercial de Boinas Elósegui, explica que en la década de los ochenta hubo una ruptura generacional: los jóvenes dejaron de usar boinas. Uno de los motivos fue el cine. El personaje interpretado por Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí hizo que se identificara el uso de la prenda con una persona de un rango cultural bajo. Desde entonces, las escasas empresas especializadas “viven un momento muy crítico”.