Empresa

Blanco reduce su presencia en EEUU y vira hacia Latinoamérica en pleno cambio de manos

C. Pareja

27 jun 2016 - 05:00

 

Blanco se repliega en Estados Unidos. En pleno movimiento accionarial, la cadena madrileña se sumerge también en una revisión de su negocio en el mercado internacional. La compañía, de momento propiedad del gigante saudí Alhokair, ha reducido su presencia en Estados Unidos y ha pasado a contar sólo con un establecimiento por ser un mercado poco estratégico para el grupo.

 

La empresa tenía hasta ahora con tres establecimientos en el mercado estadounidense. La compañía ha decidido cerrar las puertas de los ubicados en el centro comercial Palisades Center Springfield, en West Nyack Springfield (New City), y en el complejo Patrick Henry Mall, en Newport News. Ahora, Blanco pasará a operar sólo con un establecimiento en el país, ubicado en el barrio neoyorkino del Bronx, que además fue el primero que abrió sus puertas en enero de 2015.

 

Hasta ahora, el proyecto de Alhokair con Blanco en Estados Unidos pasaba por alcanzar una red de seis puntos de venta a medio plazo, aunque finalmente el grupo ha decidido paralizar este plan de crecimiento y reducir al máximo su presencia en el país.

 

 

Una de las razones que puede haber llevado a Alhokair a retirarse casi por completo del mercado estadounidense han sido los malos resultados financieros obtenidos por la compañía en 2015. Según explicó el grupo saudí con motivo de la presentación de sus resultados anuales, la reestructuración de Blanco ha tenido un impacto negativo de más de doce millones de euros en las cuentas de Alhokair, que finalizó 2015 con unas pérdidas de 55,6 millones de euros en sus operaciones internacionales.

 

Sin embargo, Alhokair no tira del todo la toalla en el continente americano. El grupo ha decidido reforzar su apuesta por Latinoamérica, donde ya cuenta con establecimientos en cinco países de la región. Mientras que en Perú y Honduras la cadena ya opera desde hace varios ejercicios, en 2016 se han sumado  Paraguay, Cuba y Guatemala, donde Blanco ha abierto recientemente sus dos primeros establecimientos.

 

Reestructuración interna y posible venta

Dos años después de tener el control absoluto de Blanco, Alhokair ha comenzado a repensar su inversión tras los malos resultados registrados por la cadena. A principios de junio, Alhokair anunció que había recibido una oferta por Blanco. El comprador es un fondo de inversión con base en Dubái en el que participa el presidente de Alhokair, por lo que la operación, valorada en 83 millones de euros, deberá ser aprobada ahora por los accionistas en junta general extraordinaria.

 

 

 

Toda esta operación viene precedida de una reorganización del equipo directivo de la cadena. Alhokair ha sometido a Blanco recientemente a un nuevo proceso de reestructuración, en este caso de su cúpula directiva, después de que el grupo saudí despidiera a Stephen Craig, hasta entonces director general de la cadena.

 

El timón de Blanco lo tomaron entonces Simon Marshall, consejero delegado de AlhokairGerry Waters, vicepresidente del grupo; Nuno Ferreira, director financiero de Blanco, y José María Márquez, director de expansión de la cadena madrileña.

 

A la espera de que se depositen en el Registro Mercantil las cuentas de la sociedad Global Leiva (con la que opera Blanco) correspondientes en 2015, la cadena española finalizó 2014 con una caída en sus ventas del 36,7%, hasta 107,6 millones de euros. La compañía había llegado a superar los 300 millones de euros en 2012 y se situaba entre los mayores grupos españoles del sector.

 

Según las cuentas de AlhokairBlanco finalizó el ejercicio 2014 con unos números rojos de 32 millones de riyales saudíes (7,9 millones de euros).