Barneys, en la cuerda floja: tantea declararse en bancarrota

El Apocalipsis retail se cobra a otra víctima. El grupo estadounidense de grandes almacenes Barneys se encuentra tantea varias opciones para hacer frente a su situación financiera, entre ellas declararse en bancarrota o dar entrada a un inversor. La empresa acumula varios pagos atrasados a sus proveedores por falta de liquidez, según Cnbc. 

La empresa “está evaluando activamente las oportunidades para fortalecer su balance”, según ha explicado en un comunicado. Aunque Barneys no cuenta con una deuda muy grande, uno de los factores que han lastrado en parte su situación financiera ha sido la subida del alquiler de su flagship en Madison Avenue (Nueva York), que ha pasado de dieciséis millones de dólares a treinta millones de dólares al año.

En paralelo, la apertura de Neiman Marcus en Hudson Yards y el desembarco de Nordstrom en Columbus Circle, cerca del flagship store de Barneys en el centro de Manhattan también han dañado las operaciones del grupo.

Barneys planea dos aperturas más: en Nueva Jersey y Miami

Con todo, Barneys tiene previsto continuar creciendo con nuevas aperturas en los próximos años. En concreto, el grupo subirá la persiana de un establecimiento en Nueva Jersey y tiene previsto abrir otro centro en Miami para 2023.

No es la primera vez que el grupo de grandes almacenes se enfrenta a una crisis. En la década de los noventa Barneys entró en bancarrota debido en parte a la sobreexpansión con establecimientos en ciudades con poca demanda.

Barneys no es el primer grupo estadounidense de grandes almacenes que se ha enfrentado a la quiebra en los últimos meses. Sears, uno de los mayores de su sector por cifra de negocio, entró en concurso de acreedores el pasado octubre para ser rescatada por su fundador a principios de año.