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Cristian Zuzunaga, el píxel hecho arte

Zuzunaga, con incursiones en moda, textil hogar, dibujo y mobiliario, se puso en marcha en Londres en 2010.

P. Riaño

11 oct 2016 - 04:51

Zuzunaga, el píxel hecho arte

 

“En la mesa de un empresario, ¿de qué se habla? Pues de arte”, dice Cristian Zuzunaga parafraseando a Oscar Wilde. Barcelonés con raíces peruanas, es la cuarta generación familiar con vinculación al arte, con abuelo pintor y padre fotógrafo. “Un artista es un emprendedor y no tiene miedo y ser artista no es contradictorio con ser empresario”, reivindica Zuzunaga, que está convirtiendo en empresa y negocio su “trabajo obsesivo del píxel”.

 

La firma Zuzunaga, con incursiones en moda, textil hogar, dibujo y mobiliario, se puso en marcha en Londres en 2010, para instalarse en España en 2012. “Fue un proceso orgánico -señala-; desde 2004 ya trabajaba como artista gráfico usando la geometría y la arquitectura como canal de expresión, como narrativa”.

 

Tras una colaboración con la Tate Galery, Zuzunaga asegura que vio “el potencial comercial” de su trabajo y puso en marcha la creación de un plan de empresa. “Lo tenía todo menos la financiación y el equipo: así que me puse manos a la obra”, afirma. En 2013, Zuzunaga incorporó a su capital a Javier Raventós, directivo y accionista de Pepe Jeans, y ha dedicado los últimos años a crear un equipo, al que recientemente ha incorporado a un gerente.

 

La firma da trabajo actualmente a ocho personas, entre Barcelona y Madrid. “Somos pequeños y así me gustaría seguir, pero sin límite de crecimiento: sé que suena contradictorio y en parte lo es; no creo en las macroestructuras y prefiero el trato personal en la medida de lo posible”, afirma. Tras haber trabajado durante años para terceros, Zuzunaga se centra ahora en potenciar sus propios productos. “No quiero casarme con todas las marcas habidas y por haber: prefiero limitarme y que haya crecimiento y continuidad”, dice.

 

Estructura ligera

Pese al control directo de todos los procesos y del delicado trabajo que dedica a cada artículo que lleva su sello, Zuzunaga no se considera un artesano. “Me considero un artista que se siente cómodo trabajando como diseñador y a la vez como empresario”, afirma. En opinión del creativo, hoy en día es necesario “representar el tiempo presente y la artesanía no lo está consiguiendo al cien por cien: peca de seguir con las mismas premisas e iconografía y no ha indagado demasiado todavía en lo que significa la artesanía hoy”.

 

El empresario controla directamente los procesos productivos, trabajando con los talleres para que trasladen a mantas o zapatos su visión artística. La producción de la marca se realiza, preferiblemente, cerca de la capital catalana. “El aprovisionamiento empieza en Barcelona, sigue en Cataluña, España, Europa y, después, el resto”, explica Zuzunaga. “El modo de fabricación limita pero a la vez abre puertas -explica el emprendedor-; primero va el concepto, por qué y luego el cómo se va a plasmar. Luego vemos viabilidad y comercialización. Aunque es verdad que estas tres se acostumbran a mezclar durante el proceso de concepción y desarrollo”, señala Cristian Zuzunaga.

 

Negocio en los museos

Con oficinas en Londres y Barcelona (donde también tiene un pequeño showroom), Zuzunaga obtiene sus ingresos tanto de productos propios como de colaboraciones. La distribución se gestiona directamente en concept stores y galerías de arte o museos y, por el momento, no se plantea la apertura de tiendas propias. “Sería lo óptimo pero aún no es el momento: si lo hacemos sería un espacio multi disciplinar, pensando en el presente pero sobre todo enfocado a proyectar un futuro posible”, explica Cristian Zuzunaga.