Sibarita, infiel y rencoroso: retrato del consumidor 2030

Infieles, sibaritas, rencoroso, pero también informados, poderosos, acomodados. Estas son algunas de las cualidades y actitudes que definirán al cliente de 2030, según el informe El consumidor de 2030, elaborado por EAE Business School. Muchos de estos comportamientos son evoluciones de las actuales, aceleradas por una cada vez más omnipresente digitalización.

El documento señala que Internet ha traído consigo un caudal de información sin precedentes, y que, en los próximos años, el acceso a ella será más fácil, por lo que los consumidores tendrán más conocimiento sobre los productos y tendrán más criterio para tomar decisiones. Sin embargo, estas estarán justificadas por razones emocionales debido a la exposición de los consumidores a diferentes estímulos sensibles por parte de las empresas.

El cliente del futuro será más poderoso, y demandará lo mejor al mejor precio, asegura el informe. Gracias a la multiplicidad de la oferta por parte de operadores internacionales como Amazon o Alibaba, con una amplísima oferta, el cliente tendrá un mayor poder de exigencia a la hora de demandar productos y no perdonará errores si no es bien atendido por las empresas.

La demanda de productos personalizados irá al alza a medio plazo

Esta exigencia implicará también una demanda de productos más personalizados hecho, EAE Business School, destaca en el documento que, en el futuro, la personalización irá más allá de la oferta individual para concretarse en momentos específicos del día o estados de ánimo.

La velocidad continuará siendo otro de los vectores clave en el consumo. Su papel será clave en todas las fases de la cadena de valor, desde la entrega a la solución de conflictos. Además, el informe apunta que el poder adquisitivo será, de media, mayor en 2030, por lo que los consumidores demandarán productos que se adecúen a su imagen social y autoestima. 

Por último, EAE Business School explica que, en los próximos años, el crecimiento del consumo provendrá de países emergentes, sobre todo de Asia, mientras que las potencias occidentales tendrán una evolución moderada, próxima al estancamiento.