La necesaria formación para el sector del calzado en España

La fabricación de calzado ha venido definiéndose en los últimos años mediante calificativos que no ayudan a que sea considerada como interesante para el futuro: tradicional, manufacturera, artesana, intensiva en mano de obra, de bajo valor añadido, etcétera. Sin embargo, deberíamos valorar sus puntos fuertes y compararla, por ejemplo, con sectores de base tecnológica que parecen ser los únicos que se consideran de futuro en España y en Europa.

El calzado español lleva más de diez años evolucionando desde un modelo basado en la mano de obra hacia uno sustentado en el conocimiento, orientado a satisfacer las necesidades de los consumidores más exigentes como son los europeos y otros que, por encima del precio, valoran otros factores: productos de tendencia, fabricados en pequeñas series y disponibles tan pronto como lo requiera el consumidor; calzado a medida; artículos más cómodos, funcionales, seguros y respetuosos con el medio ambiente.

Este modelo exige una continua incorporación de materiales avanzados, de tecnologías de diseño por ordenador, de prototipado rápido, de automatización, de gestión de la producción y de nuevos canales de venta. Sin olvidar los aspectos medioambientales y los relativos a la seguridad y salud de las personas e incluso la robotización. Para este modelo se requieren perfiles profesionales muy diferentes a los que hace unos pocos años se necesitaban, aunque los tradicionales no continúen siendo necesarios.

“Tradicional, manufacturera, artesana… son calificativos que no ayudan a que la fabricación de calzado sea considerada de futuro”

Desde 1985, Inescop como centro tecnológico de calzado, con el apoyo de la patronal del sector, venía proponiendo a la universidad la realización de cursos específicos sobre calzado independientes o en el marco de una ingeniería industrial, para contar con personal cualificado, a la vista de que nuestra mano de obra la debíamos formar nosotros mismos.

Afortunadamente, nuestra perseverancia, sumada a la buena disposición de la Universidad de Alicante y la Escuela de Relaciones Laborales de Elda, ha dado resultado y se ha establecido el primer título universitario de experto en diseño y tecnología de calzado, el cual ya está despertando un interés destacado.

Las tecnologías avanzadas tienen un impacto muy diverso en el sector que va desde un complemento a los métodos clásicos, hasta unas operaciones totalmente nuevas que requieren distintas implicaciones profesionales. Por ejemplo, las máquinas de corte automático de piel requieren inicialmente los mismos conocimientos de los cortadores de mano, porque la piel tiene características distintas según el tipo de que se trate.

“Nuestra perseverancia ha dado resultado y se ha establecido el primer título universitario de experto en diseño y tecnología de calzado”

No obstante, la herramienta de trabajo es muy diferente y exige ciertos conocimientos de informática. Aquí un cortador clásico tiene fácil adaptarse al nuevo sistema de trabajo. En el otro extremo estaría el diseño por ordenador en tres dimensiones, que pide habilidades artísticas y creativas, pero también unos conocimientos espaciales y una visión 3D-2D que no es fácil de adquirir. En este caso, el punto de partida podría ser un arquitecto, un aparejador o un licenciado en bellas artes, una salida para estos perfiles ante las dificultades de empleo que hay en estas especialidades.

Atender estas necesidades que ya tienen las empresas de calzado en España es parte de la misión de esta nueva titulación de experto, que lo ideal sería que fuera incrementándose de nivel con el tiempo hasta llegar a la categoría de máster.  

César Orgilés es consejero técnico de Inescop (centro tecnológico del calzado)