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El voto de moda

2 nov 2010 - 00:00

Patrycia Centeno.- A pocas semanas de las elecciones autonómicas catalanas, los candidatos a la presidencia de la Generalitat de Cataluña desvelan a Modaes cuáles son sus debilidades e inquietudes en cuestiones de indumentaria. Si usted aún se muestra indeciso sobre a quién confiará su voto, este reportaje puede antojársele como decisivo: una imagen siempre vale más que mil promesas electorales.Existe algo en lo que todos los líderes de partidos catalanes coinciden. Ninguno de ellos (ni ella) concibe su uniforme político sin una americana. Mientras Artur Mas confiesa que su atuendo de trabajo es sota, caballo y rey -“traje, camisa y corbata”-, José Montilla (PSC) y Joan Puigcercós (ERC), pese a simpatizar con el estilismo del candidato de CiU, consideran que “un móvil y una pluma” o “una estilográfica y unos zapatos cómodos” también forman parte de su indumentaria. Y aunque los jóvenes, Joan Herrera (ICV) y Albert Rivera (C’s) vayan introduciendo las tendencias sociales en la esfera política –léase, un jean-, tampoco renuncian a la prenda por excelencia. Porque es tanta la fuerza de una americana para un político que, ni siquiera la única mujer aspirante a la presidencia de la Generalitat, Alicia Sánchez Camacho (PP), se resiste a combinarla "en un traje sastre o con unos vaqueros en atuendos más informales". Como recuerda Sánchez Camacho, y pese a lo que pueda parecer, el look de un político no siempre es igual (o no debería serlo). “Suelo variar mucho en función del acto que tenga. Mi agenda es muy diversa y no es lo mismo pronunciar una conferencia en un foro empresarial que visitar una cooperativa agrícola o asistir a una fiesta mayor”, puntualiza la popular. Y es también dependiendo de la coyuntura cuando otra de las piezas claves en el armario de un representante político aparece o desaparece como por arte de magia. “Hay veces que ir con corbata resulta ridículo pero, en otras ocasiones, prescindir de ella, puede provocar que te sientas fuera de lugar”, admite el líder de Ciutadans. Más próximo al president Tarradellas – de quien se sabe que no permitía que nadie entrara a su despacho sin corbata-, parecía que se situaría Puigcercós. Pues una corbata –o mejor dicho, la ausencia de ésta en el cuello del por entonces conseller en cap del gobierno Tripartito, Josep Bargalló- sembró la polémica en el núcleo de la formación republicana. Al considerar que “cuando uno está al frente de la Generalitat hay que ofrecer una presencia y transmitir una imagen para que la gente pueda identificarte”, Puigcercós anunció su deseo de que los Reyes Magos de 2007 se acordaran de todos los miembros de su partido y regalaran muchos de estos accesorios. Pero ahora se muestra más tolerante con el asunto. “Depende de la ocasión”, sentencia. Por su parte, Mas asegura lucirla “especialmente en actos públicos” o cuando recibe a gente, mientras que Herrera se desmarca claramente de la norma: “Nunca he llevado corbata. No la llevaba antes de dedicarme a la política y no la utilizo ahora. Aunque en alguna ocasión, cuando el protocolo lo precisa, me he visto obligado a ponérmela”. Y aunque por su condición de mujer, respecto a esta pieza, sea libre, la líder popular también se apunta a ofrecer su opinión: “No puedo entender a aquellos que sistemáticamente no se la ponen, como tampoco a aquellos que no se la quitan para nada.” Aunque es el actual president de la Generalitat –para él, igual que para Mas, la corbata es su pieza de vestir favorita- quien se anima a discurrir sobre el uso de este complemento. “Nuestro contexto cultural y social es aún muy rígido con los temas de etiqueta y protocolo. De todos modos, cada vez más, se permiten vestuarios más informales y más personales”, estima Montilla.Políticamente correctos con el botiguer Por otra parte, si entre las mujeres políticas cada vez es más común que juren y perjuren que su armario se nutre de cadenas españolas de moda rápida como Zara y Mango -la princesa Letizia lidera este movimiento- para no desentonar con el pueblo y menos en época de crisis, a los candidatos catalanes les resulta más políticamente correcto el manifestar que adquieren su ropa en las tiendas de barrio. Así, mientras Sánchez Camacho consume “en los establecimientos donde compran la gran mayoría de las mujeres y que combinan calidad y precio”, sus colegas varones acuden al pequeño comercio próximo a su casa. “No soy de ir a grandes almacenes. Prefiero la atención personalizada y que exista una relación de confianza entre el botiguer (tendero) y el cliente”, declara Puigcercós. Algo más sincero y espontáneo se muestra Albert Rivera: “No tengo preferencias por un lugar u otro. Allí donde encuentro una prenda que me guste o necesite, la compro”. Una prenda que habitúa a ser un tejano porque le entusiasman. Joan Herrera admite que su pieza de vestir preferida son “las camisas lisas” y Sánchez Camacho se pirra por los vestidos –“son versátiles, cómodos y favorecedores”. También, el presidente de ERC asegura sentir un cariño especial por una camisa blanca que tuvo que comprar durante un imprevisto en Ripoll: “Siempre que me la pongo me hace pensar en mi pueblo, la familia y mis años de infancia”. Pero en general, los caprichos de la moda no angustian demasiado a la esfera política catalana. “No sigo las tendencias, pero las conozco y me interesan. Expresan pequeños cambios ya que se convertirán en mayoritarios a corto plazo”, señala Montilla. También, Rivera y Mas afirman procurar estar al día: “Tanto yo como mi mujer hace años que estamos pendientes de la industria de la moda”, recuerda el convergente. En el caso de la candidata popular, intenta adaptarlas a su propio estilo “aunque sin obsesionarse”. Lo mismo le sucede a Herrera. “Es inevitable seguir las grandes tendencias que cada año los grandes fabricantes, diseñadores y diseñadoras imprimen en la moda y el vestir. Aunque no soy ningún experto, trato de acomodarlas a lo que me hace sentir más seguro”. Puigcercós se mantiene bastante al margen de las propuestas de cada temporada ya que, según él, se le podría definir como “un nuevo clásico”. El hábito no hace al monje No obstante, pese a comprender la importancia de la imagen como herramienta política, continúan refiriéndose a ella con cierto recelo. “En la sociedad de la información y la comunicación es importante cuidar y trabajar la imagen –opina el aún president- aunque no a costa de renunciar a la autenticidad personal o a las convicciones de cada uno.” Algo con lo que coincide Herrera: “No estaría dispuesto a transmitir una imagen que no es la mía por el solo hecho de dedicarme a la política”. Para Mas, “igual que cualquier otra persona pública, un político debe cuidar su apariencia desde un punto de vista estético pero también de salud”. De igual modo, Rivera recuerda que “resulta tan importante el fondo, el contenido, como la forma de presentarlo.” Según Puigcercós, el político debe preocuparse por su aspecto pero “sin exceso” aunque admite que “la imagen también comunica y, por lo tanto, forma parte del mensaje político.” Por esta razón, Sánchez Camacho reconoce que desde que está en primera línea política intenta ocuparse más de su apariencia: “me dejo aconsejar, aunque al final, decido yo misma”. Ahora bien, entretanto ellos deciden qué se ponen para representar a su partido y a sus electores, los votantes determinamos si esa imagen nos convence. Y, por supuesto, si merecen el voto de moda.“Imagen, pero sin renunciar a la autenticidad personal” José Montilla, candidato PSC Su uniforme de trabajo se compone de… Traje y corbata. Siempre me acompañan mi móvil y pluma. Corbata, ¿sí o no? Sí y no. Cuando toca. ¿Su pieza de vestir preferida? La corbata, tengo muchas. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? Cerca de casa. ¿Sigue las tendencias? No, pero las conozco y me interesan. “Lo que más cambio es de corbata” Artur Mas, candidato CiU Su uniforme de trabajo se compone de… Traje, camisa y corbata. Corbata, ¿sí o no? Depende de la ocasión, pero yo acostumbro a llevarla. ¿Su pieza de vestir preferida? La que más cambio es la corbata. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? Generalmente, cerca de casa. ¿Sigue las tendencias? Sí, con mi mujer. “Me podría definir como un nuevo clásico” Joan Puigcercós, candidato ERC Su uniforme de trabajo se compone de… Camisa, americana, pantalones, zapato cómodo y siempre, siempre, una estilográfica. Corbata, ¿sí o no? Depende de la ocasión. ¿Su pieza de vestir preferida? Una camisa blanca que me compré en Ripoll. Siempre que me la pongo me acuerdo de mi pueblo, mi familia y de mis años de infancia. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? Prefiero el pequeño comercio. ¿Sigue las tendencias? No, me considero un nuevo clásico. “Compro en las mismas tiendas que la mayoría de mujeres” Alicia Sánchez Camacho, PP Su uniforme de trabajo se compone de… No me desprendo de las americanas. Corbata, ¿sí o no? Cuando la etiqueta lo requiere. ¿Su pieza de vestir preferida? Los vestidos. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? En las tiendas donde lo hacen la mayoría de las mujeres y que combinan calidad con precios asequibles. ¿Sigue las tendencias? Las conozco y las adapto a mi propio estilo, pero no me obsesionan. “Soy una persona sencilla” Joan Herrera, ICV Su uniforme de trabajo se compone de… Soy una persona sencilla y eso también se refleja en mi manera de vestir. Americana, pantalón a juego o tejanos. Corbata, ¿sí o no? En mi caso, la respuesta es evidente. ¿Su pieza de vestir preferida? Me siento muy cómodo con una camisa blanca. Si es de color, siempre lisa. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? Me gusta el comercio de proximidad. Normalmente, en las tiendas de mi barrio, Poble Nou. ¿Sigue las tendencias? No soy ningún entendido. Las utilizo según me hagan sentir más seguro. El atípico: posó desnudo y adora los tejanos Albert Rivera, C’s Su uniforme de trabajo se compone de… Americana, siempre. Camisa, siempre. Corbata, demasiadas veces. Tejanos, siempre que puedo. Corbata, ¿sí o no? A veces llevarla me parece ridículo, en otras, puedes quedar en evidencia. ¿Su pieza de vestir preferida? Tejanos. ¿Dónde le gusta comprar la ropa? Allí donde hay una prenda que me guste o que necesite. ¿Sigue las tendencias? Si, en general.