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Eduardo Zamácola (Acotex): “La incertidumbre nunca trae crecimiento”

El presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), Eduardo Zamácola, considera que el convenio debe ir dirigido a todo el sector, incluyendo los operadores más pequeños, no como impulsa Arte.

Eduardo Zamácola (Acotex): “La incertidumbre nunca trae crecimiento”
Eduardo Zamácola (Acotex): “La incertidumbre nunca trae crecimiento”
Eduardo Zamácola es presidente de Acotex.

C. Sanchis

30 ene 2024 - 05:00

Unión y protección. Eso es lo que tienen que proporcionar las patronales del sector, según palabras de Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex). El responsable destaca la necesidad de que el futuro convenio colectivo del textil incluya también a los operadores más pequeños, que se verán afectados en parte por la oleada de legislación sostenible. Ante la nueva normativa en materia de sostenibilidad, el directivo considera que todavía hay incertidumbre sobre cómo se aplicará. Zamácola, sin embargo, se muestra optimista y cree que la moda es un sector resiliente capaz de sobrevivir a muchas otras crisis.

 

 

Pregunta: Dígame algo bueno de 2023 y algo bueno que espere para 2024.

 

Respuesta: Algo bueno del ejercicio que hemos cerrado es que las ventas en el sector han crecido, poco, pero han crecido tras la recesión de los años de pandemia. Algo bueno para 2024 me cuesta más: hay que ser muy optimista porque la situación es compleja. Sin embargo, diría que algo positivo para el próximo año es el esfuerzo que hacen las marcas por buscar rentabilidad.

 

 

P.: ¿Y algo malo de 2023 y algo malo que prevea para 2024?

 

R.: En 2023, desgraciadamente, la rentabilidad del sector se vio afectada respecto al año anterior con el incremento de los costes, algo realmente negativo. Y en 2024 se avecina mucha incertidumbre ante la geopolítica mundial y también en la política española, que es algo negativo porque la incertidumbre nunca trae crecimiento.

 

 

P.: En Modaes nos hemos propuesto revisar los cimientos de la moda por nuestro 15 aniversario. ¿Qué tendría que replantearse el sector?

 

R.: Sin lugar a duda el sector tendría que volver a enseñar al consumidor cómo darle valor a una prenda. El consumidor debe ser consciente de lo que cuesta una prenda y el trabajo que hay detrás. La búsqueda de rentabilidad es otro punto que tiene que fijarse el sector, quitarnos la obsesión por el volumen y buscar sostenibilidad económica a la vez que rentabilidad. La sostenibilidad ecológica también hay que buscarla, de qué forma podemos minorar la huella de carbono de la industria. También destacaría que hay que darle valor a lo que significa estar en tienda y poner en auge la labor del personal frente al público.

 

 

 

 

P.: ¿Cuándo llegarán los comercios a los niveles previos de la pandemia?

 

R.: Esa es la pregunta del millón, en 2024 diría que aún no veremos la recuperación total. Los datos macroeconómicos que manejamos es que los tipos de interés no van a reducirse como estaban hace años. Las hipotecas siguen altas y la gente tiene menos cantidad para gastar en moda. El objetivo no es incrementar las ventas de antes de la pandemia, sino mirar la rentabilidad de las ventas, que sean ventas sanas más que con descuentos agresivos.

 

 

P.: ¿Podemos decir entonces que hacen daño los descuentos?

 

R.: Sin duda. Siempre hablamos sobre la obsesión de las empresas por comprar bien y ahorrar costes (fabricar en Asia porque es más barato), cuando realmente eso supone menos flexibilidad. Si compras cantidades muy profundas y no vendes todo tienes una producción aquí con descuentos y lo que has ahorrado comprando en Asia se te va en los descuentos aquí. Además, los grandes descuentos sirven para malacostumbrar al consumidor, porque ellos esperan comprar auténticos chollos y no son capaces de ver la labor que hay detrás de una prenda, como la labor del diseñador, del patronista o de la confección.

 

 

P.: Con los datos de noviembre se confirma el dato inédito de la caída de las exportaciones de moda en 2024, algo que sólo sucedió en 2020. ¿La moda española ya no gusta?

 

R.: El sector de la moda en general está replanteándose qué pasa. En los años 90 y la década de los 2000 la moda estaba muy alta en las prioridades del consumidor. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un cambio de mindset: la gente no quiere una prenda nueva, sino disfrutar y tener experiencias. Además, si quieres comprar moda tienes la opción de hacerlo mucho más barato; este cambio de paradigma es global y hace que a escala internacional se consuma menos ropa.

 

 

 

 

P.: ¿Qué anticipa que va a suceder con el consumo en 2024?

 

R.: No tengo la bola cristal, aunque en mi carácter optimista como comerciante creo que incrementaremos las ventas porque tenemos una moda espectacular, en relación calidad, precio y diseño. En una base tan baja (que sólo hemos aumentado un 2% respecto a 2022) que espero que vayamos a crecer, por encima del 5% sería el valor ideal. La realidad de los datos macroeconómicos actuales, sin embargo, es dura. Tenemos todavía la Guerra de Ucrania, un conflicto en Israel… la incertidumbre es malísima para el consumo. La situación política de España tampoco incita a que tengamos ventas muy buenas.

 

 

P.: Con el Mar Rojo sumido en continuas disrupciones. ¿Es la moda capaz de asumir una tercera crisis?

 

R.: La moda es capaz de sobrevivir a cualquier tipo de crisis y lo hemos demostrado con la pandemia. Sin embargo, la situación del Mar Rojo está generando cambios en las políticas de aprovisionamiento de las compañías. Empezaremos a relocalizar las producciones que teníamos en el Sudeste Asiático y empezaremos a aprovisionarnos en proximidad. Esto puede ser más caro, pero se ha demostrado que da más flexibilidad y se mantendrá esta dinámica en los próximos años.

 

 

P.: Habla usted de la inestabilidad en España ¿Qué tres cosas le pediría al Gobierno?

 

R.:  Le pediría que, en vez de ponerle piedras a los empresarios, empiece a asfaltarnos el camino. Los empresarios somos los que generamos economía y empleo y creo que no deberían ponernos trabas. Le pido que no intercedan en el mundo empresarial porque no tienen experiencia. Que las ayudas de la Unión Europea se canalicen de forma efectiva porque el porcentaje que llega es bajo y que exijan lo mismo a las empresas públicas que a las privadas, que llevamos mucho tiempo apretándonos el cinturón. Que gestionen como se tiene que gestionar. Rigidez y seriedad en la gestión en un país como este.

 

 

 

 

P.: Sumar presentó la semana pasada una propuesta no de ley en la que emplazaba al Gobierno a reunirse con los principales distribuidores del sector ¿Por qué los partidos políticos no se sientan con la moda?

 

R.: El objetivo de Sumar con esta propuesta es que el Gobierno pida a las empresas privadas que pongan menos prendas en el mercado, lo que es claramente intervencionismo. Intentamos surtir de manera efectiva a los clientes con lo que pueden comprar, las grandes empresas no queremos sentarnos con partidos políticos, sólo con quien nos gobierna, porque las empresas no son de color de partido político. Las empresas buscan las mejores soluciones para generar economía y empleo.

 

 

P.: El sector pasará a estar hiperregulado en los próximos años. ¿Será algo bueno?

 

R.: Hay una parte de la regulación que es necesaria, pero no hay mejor regulación que la oferta y la demanda, que es la que manda. Los que se están poniendo al frente de esta regulación no tienen la experiencia de haber creado empresas. La regulación con el objetivo de contaminar menos es buena, y hay que hacerla colaborando con las grandes empresas, no únicamente con un regulador que solo quiere poner multas.

 

 

P.: ¿Todas las empresas van a ser capaces de prepararse?

 

R.: Es complicado, la verdad, hay mucha incertidumbre en cuáles son esas regulaciones y mientras no lo tengamos claro poco podemos hacer.

 

 

P.: ¿La legislación podría llevar a la desaparición de operadores?

 

R.: Cuantas más trabas se pongan en un sector que ya es difícil de por sí, puede suponer que empresarios tiren la toalla. Cuanto más se vaya en contra de la generación de riqueza más difícil será continuar con ella, así que no, no ayuda.

 

 

 

 

P.: La aparición de Arte es negativa para el sector?

 

R.: No sé si es positiva o negativa, lo que ha hecho seguro es convulsionar el sector. Ya existía una patronal que defendía los grandes intereses de las grandes y pequeñas compañías de moda. Arte intenta representar a unas determinadas compañías y eso puede tener efectos negativos. No sé si es bueno o malo, pero tendría que haber más comunicación con otras patronales, nosotras hemos tendido la mano y no han querido cogerla. Ya tenemos bastantes problemas como para que no haya comunicación entre nosotros. Me parece negativo que sólo representen los intereses de los grandes del sector, porque se tendría que crear otra para los medianos y eso puede generar división.

 

 

P.: ¿Cómo afectará el convenio de Arte con los sindicatos al resto del sector?

 

R.: Parecía que se iba a generar un convenio sectorial a nivel nacional, pero de momento prevalecen los convenios autonómicos por encima del central, por lo que tienen que estar atentos a los convenios autonómicos. Parece que el otro día se levantó de la mesa UGT y se está viendo si Arte firma un convenio con CCOO, así que parece que el proceso está siendo más complicado de lo que se preveía. El convenio supondría unas condiciones mejoradas para las personas que trabajen en esas compañías, lo que puede hacer que los pequeños desaparezcan, porque no pueden ofrecer las mismas condiciones a sus trabajadores. A mi parecer esto es un error estratégico.

 

 

P.: Se plantea la unidad de acción con arte en determinados temas?

 

R.: Claro, estamos abiertos a hablar cualquier cosa, pero no hemos tenido respuesta ni aceptación. No hemos recibido llamada. Nosotros defendemos también los intereses de compañías del sector, todo lo que tenga que ver con eso nos atañe a ambas partes. Cualquier posición en un convenio que afecte al sector tienen que estar representados grandes, medianos y pequeños.

 

 

P.: Entonces, ¿se han reunido con Arte?

 

R.: Sí, nos hemos reunido al principio, antes de que estuviera la nueva presidenta. Le dijimos que estábamos abiertos a colaborar y nos dijeron que ya tenían la representación suficiente para hacerlo ellos solos y estamos ahí. Es muy difícil hablar con ellos, pero estamos encantados en ayudar en lo que haga falta.