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Blai Costa (Gremio de Fabricantes de Sabadell): “En el futuro veremos fusiones en el textil para ganar volumen”

S. Riera

14 abr 2016 - 04:43

Blai Costa es el nuevo presidente del Gremio de Fabricantes de Sabadell, una de las organizaciones empresariales de mayor recorrido histórico y clave para la industria textil en España. Costa toma el liderazgo del sector en una de sus cunas industriales en el país procedente del Institut Sallarès i Pla de jóvenes empresarios y directivos industriales. Representante de una nueva generación en el textil, el empresario asegura que hay una nueva manera de hacer en las cosas en el sector que facilitará la unión interempresarial para ganar estructura y, en consecuencia, competitividad.

 

Pregunta: ¿Su paso por el Institut Sallarès i Plà ha sido clave para su nombramiento al frente del Gremio de Fabricantes de Sabadell?

Respuesta: Supongo que hubo un momento que desde el Gremio se consideró que debía hacer el mismo esfuerzo que había hecho la industria en sí, de rejuvenecerse y adaptarse a los nuevos, y que sería bueno dar un vuelco y buscar una persona para hacerlo, por edad, pero también por una formación actual.

 

P.: ¿Qué aportan las nuevas generaciones al sector?

R.: En el Instituto Sallarès i Pla, observé que cuando proponíamos realizar programas de formación todos nosotros estábamos ya sobradamente preparados. Los empresarios de mi generación nos hemos formado fuera y hemos trabajado en otras empresas que no son de nuestra familia, y esto nos ha ayudado a tener otra visión de la manera de hacer las cosas, estamos más preparados para adaptarnos a estos tiempos de cambio constante.

 

 

 

P.: A los jóvenes empresarios del textil os ha tocado tomar las riendas en uno de los momentos más difíciles para este sector…

R.: A la mayoría de los empresarios de nuestra edad, cuando la crisis del textil estaba en su punto más álgido, nos tocó colocarnos al frente de nuestras empresas. Y fue un momento muy duro para la industria. Pero creo que fue un revulsivo porque hemos aprendido a movernos en un sistema de crisis y de cambio y asumir que la globalización ha venido para quedarse. Hace diez años ya que terminó el Acuerdo Multifibras. Hoy, para nosotros, coger un avión e ir a China no es algo extraño.

 

P.: ¿Cómo se integra esta actitud a una institución gremial con más de 500 años de historia?

R.: Todo esto nos ha dado más experiencia y nos ha ayudado a tener más presente la realidad de nuestras empresas. A veces, oyes a la gente decir que son momentos complicados, pero cuando lo vives en tu propia piel es diferente. Tener a empresarios que viven los problemas del día en la junta directiva del Gremio es algo que los asociados agradecen porque se sienten representados.

 

P.: ¿Necesita la industria textil un relevo generacional?

R.: No es una cuestión específica del textil, creo que es intersectorial. Hoy en día, no basta con tener un buen producto. Nuestros antepasados, por ejemplo, consideraban que teniendo un buen producto todo lo demás estaba resuelto. Y ahora no sólo basta con eso. También debes realizar un análisis de mercado en todos los países en los que operes. Dependerá de tu capacidad de fabricación, de los tiempos de trabajo, de las certificaciones de sostenibilidad que tengas... Son cosas que años atrás nadie pensaba. No es suficiente innovar en diseño, también es necesario innovar en procesos.

 

"Si hablamos de gran industria, la relocalización dependerá de un esfuerzo por parte de la Administración para que la facilite"

 

P.: ¿El textil en Sabadell continúa sufriendo los efectos de la globalización o es una etapa que al fin se ha cerrado?

R.: Si no se ha cerrado, debe cerrarse de inmediato. Las empresas se han adaptado ya a la nueva situación con mayor o menor éxito y aquella que no lo ha hecho, no ha sobrevivido. Las empresas del sector que hoy continúan en Sabadell, por ejemplo, venden todas fuera porque saben que el mercado interior no es suficiente para su capacidad productiva. Sí ha parado la destrucción de empresas e incluso han repuntado las contrataciones. En el cuarto trimestre de 2015, la ocupación en la industria textil creció un 8,9% respecto al mismo periodo del año anterior.

 

P.: ¿Es de los que cree en la relocalización?

R.: Puede haber relocalización en según qué tipo de empresas. Porque si hablamos de gran industria, la relocalización dependerá de un esfuerzo por parte de la Administración para que la facilite. Es decir, siempre que exista un plan general en este sentido y que se tome la industria como un elemento estratégico.

 

P.: El textil, igual que ocurre en la mayoría de los sectores industriales en España, está muy atomizado. ¿Les falta volumen a las empresas para ser más competitivas?

R.: Sí, pero también creo que la situación está cambiando y, precisamente, el cambio viene de la mano de las nuevas generaciones. Los nuevos empresarios no temen las colaboraciones entre empresas, las joint ventures, acciones como juntarse entre unos cuantos para montar un almacén. Para las nuevas generaciones todo esto es visto como algo fácil porque están acostumbrados. El concepto sinergia, por ejemplo, que ahora oímos de manera constante, casi nadie lo usaba diez años atrás.

 

P.: ¿La crisis también ha influido en esta actitud?

R.: Sí, la crisis ha facilitado que las empresas compartan y creo que en el futuro veremos fusiones en el sector textil para ganar volumen. Es un aprendizaje que hemos realizado en estos años de crisis.

 

P.: ¿Se crean nuevas empresas?

R.: Sí, y lo hacen en productos muy especializados. Hay nuevas empresas que trabajan en nichos nuevos, como en el ámbito del deporte, donde hay un gran trabajo de investigación y desarrollo.

 

 

P.: ¿Hay jóvenes empresarios que arriesgan y montan una empresa en el textil?

R.: Creo que, normalmente, quien crea una empresa en el textil viene de una familia que ha estado ya involucrada en él.

 

P.: ¿Se tiene que haber vivido el textil para involucrarse en él?

R.: Este es un sector que requiere de know how y que es difícil, en el que se corre el riesgo de hacer cosas nuevas cada seis meses, y de equivocarse… Pero también está comprobado que, quien trabaja en él, también lo sabe apreciar.

 

P.: ¿Todavía tiene mala imagen el sector textil?

R.: Todavía tenemos que trabajar para cambiar esta visión porque la industria de hoy no tiene nada que ver con la del siglo XIX. Ahora tenemos una industria muy avanzada con departamentos de innovación y desarrollo. Somos una industria de bata blanca, que tiene en plantilla a gente con doctorado, que necesita licenciados, investigadores.

 

P.: En según qué entornos, la industria parece todavía algo del pasado…

R.: El discurso con el que crecimos fue que la Unión Europea debía ser post industrial y que dejar la industria intensiva en mano de obra a las economías emergentes, que las fábricas eran algo del pasado. Pero con la crisis, todo el mundo se ha dado cuenta de que la industria es necesaria, precisamente, porque emplea a mucha mano de obra. Se habla mucho de las start up tecnológicas, pero fíjese que cuando Facebook compra Whatsapp por 21.800 millones de dólares, Whatsapp tenía en plantilla a 55 personas. La diferencia con la industria es que aquí las inversiones son a largo plazo, nadie puede estar en ellas dos años para irse después.

 

P.: La sostenibilidad está obligando a las marcas de moda a trabajar de manera más cercana a sus proveedores, ¿se percibe esta tendencia?

R.: Sí, y estamos trabajando mucho en el ámbito de las certificaciones porque creemos que este es el futuro y que existe ya una demanda en este sentido. Hasta ahora las certificaciones no se valoraban, pero ahora se tiene en consideración dónde se compra el hilo, la huella de carbono de la empresa…