Afterwork: Carme Noguera, dormir fuera de la fábrica
24 jul 2020 - 04:57
Quién
Carme Noguera
Cargo
Consejera delegada de Naulover
Dónde
Zoom - Café en tiempos del coronavirus, pese a estar, las dos, en Barcelona
Cuándo
17.00 h.
Fin de su jornada laboral habitual
“He estado todos los días en la empresa salvo las dos semanas de cierre total. Imagine”
Se incorporó a la empresa familiar porque quería comprarse una moto y ha terminado descubriendo que tiene la mejor profesión del mundo. “Ser empresario es duro, está claro, y hay días en que lo dejarías todo, pero cuando pienso en dedicarme a otra cosa… pfffff…”, suspira Carme Noguera, consejera de la marca de moda femenina Naulover, fundada en 1957 por su padre, José Noguera Muñoz.
Mientras estudiaba Ciencias Empresariales en la Universidad de Barcelona, Noguera comenzó a trabajar en Naulover sólo por las mañanas. “En ningún momento quise llevar la empresa, había visto de cerca los problemas de mi padre y lo tenía muy claro”, recuerda la empresaria. Su primer paso en el negocio familiar fue el área de administración, pues el gerente se jubiló y ella le tomó el relevo. Poco a poco, fue dejando esas atribuciones y se volcó en la fábrica, hasta que, en 2001, con 35 años, se convirtió en directora general.
La pequeña de cuatro hermanas (sólo ella trabaja en la empresa) ha gestionado de una manera “totalmente diferente” a su padre la incorporación de sus hijos a la compañía. “Yo tuve que luchar mucho para conseguir mi espacio y debí demostrar constantemente, mientras a mis hijos les he dado espacio y confianza desde el primer momento”, afirma. Su hija, Paula, tiene 26 años y lidera el área creativa de Naulover, mientras su hijo, Guillem, tiene 28 y se encarga de redes sociales.
“Mantener la distancia es difícil, pero hay que separar lo personal de lo empresarial”
Del mismo modo que con la familia la gestión ha sido diferente, también con los trabajadores. “En una empresa familiar y, además, en un pueblo pequeño, antes la gestión era totalmente paternalista -explica la consejera delegada de Naulover, cuya sede está en Mediona, un pueblo de Barcelona con algo más de 2.000 habitantes-; te han visto crecer y tú has visto crecer a sus hijos, pero debes separarte”.
“Mantener la distancia es difícil, pero hay que separar lo personal de lo empresarial, de lo contrario te hundes”, asegura, al tiempo que reivindica que, en las empresas familiares, “es básico no hacer vida en la fábrica”. “Mi padre llegó a arreglarse un ático en la fábrica”, recuerda.
Aunque reconoce la dificultad de gestionar una crisis, asegura que “los momentos más complicados siempre son los de dentro”. “La crisis de 2008 a nosotros nos llegó en 2011 y, aunque se diga que ya había terminado, lo cierto es que no… ¡y ya ha llegado otra! -se lamenta-; pero más difícil que la crisis ha sido el cambio generacional, por ejemplo”.
De esta crisis destaca que “ha habido momentos de miedo, de estrés… pero te debes sobreponer y separar mucho el trabajo de la vida personal, porque de lo contrario te destroza”. “Aún no se pueden tomar decisiones porque no hay certeza de nada y todo lo que preveas sería en vano: hay que esperar la oportunidad y tirarse a la piscina, eso es lo que hace un empresario”, concluye.