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Valencia Fashion Week, de ‘plantar cara’ a Cibeles a plataforma para estudiantes

S. Riera

25 sep 2014 - 04:43

La pasarela de Valencia deja atrás su etapa dorada. Lejos quedan los majestuosos desfiles en el Umbracle, uno de los fastuosos edificios del complejo firmado por Santiago Calatrava. Álex Vidal, Francis Montesinos, Hannibal Laguna o Dolores Cortés se han bajado de la pasarela que en su día impulsaron.  Ahora, copan el programa un largo listado de nombres desconocidos que buscan saltar a la fama desde Valencia.

 

Hoy empieza la edición número diecisiete de la Valencia Fashion Week, un proyecto que tomó cuerpo y relevancia en 2006, cuando el empresario Álex Vidal tomó sus riendas. Entonces, la pasarela contó con el pleno apoyo del Gobierno autonómico, que llegó a inyectar hasta un millón de euros anuales en la organización del certamen.

 

El evento miró entonces cara a cara a la Pasarela Cibeles, con quien quiso competir. Después de la desaparición de la Pasarela Gaudí en Barcelona y su reconversión en una plataforma para diseñadores independientes y emergentes, Valencia trató de posicionarse como el segundo mayor evento de moda en España.

 

Pero la crisis aguó sus aspiraciones. “Hoy nos apoyamos en la creatividad”, explica la nueva directora ejecutiva de Valencia Fashion Week, Sales Tatay. La directiva insiste en afirmar que la conversión de la pasarela en cuna de futuros diseñadores es “la evolución natural del certamen”.

 

Tatay justifica la pérdida de grandes nombres, como Montesinos, Laguna o Cortés, por el hecho de que la organización exige colecciones exclusivas para participar en el certamen. “Los diseñadores consagrados tienen ya otras plataformas para presentar sus colecciones”, explica la máxima responsable del evento.

 

En la nueva convocatoria del certamen participan veinte diseñadores, la mayoría de ellos dentro del concurso Zona D, de creadores emergentes. Para participar en esta categoría, la organización exige a las enseñas que lleven un máximo de dos años en el mercado.

 

Por otro lado, en esta edición, Valencia Fashion Week ha dado acceso a los estudiantes de diseño y ha creado la plataforma Proyecta. Una veintena de alumnos participan en esta iniciativa, que les propone presentar sus proyectos de fin de carrera arropados en dos desfiles colectivos.

 

Fuera de estas dos plataformas para diseñadores emergentes, desfilarán en la pasarela Bibian Blue, Eugenio Loarce o Gabriel Seguí, entre otros, como creadores de mayor trayectoria.

 

Desde que las administraciones empezasen a recortar su presupuesta en Valencia Fashion Week, la organización ha ido apoyándose en la financiación privada, que hoy asume la mitad del coste del evento. En 2014, las ayudas públicas a la pasarela han sido de 100.000 euros procedentes de la Generalitat Valenciana y otros 18.000 euros del Ayuntamiento de Valencia.

 

La nueva etapa de la pasarela abandona de manera definitiva las instalaciones de la Ciudad de las Artes y las Ciencias para regresar a otros lugares emblemáticos de la ciudad. La edición de marzo se celebró en el Museo de la Ciudad, donde acusó un aforo demasiado reducido. La actual convocatoria se ha trasladado al Centro del Carmen. Sin la voluntad de regresar a los orígenes, cuando la fashion week era simplemente la Pasarela del Carmen, el evento vuelve al centro de la ciudad y rebusca de nuevo en el talento para despertar el interés del público.