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The Brandery: entre la discreción y el negocio

29 jun 2010 - 00:00

C.Pareja.- Música electrónica, color rojo, fashionistas y mucha ropa. Esto es lo primero que se puede apreciar al poner un pie en The Brandery, la feria de moda urbana de Barcelona, que dio ayer comienzo a su tercera edición. Aunque el número de expositores es mayor que en anteriores ediciones, las marcas han optado por espacios menos llamativos, en un momento de contención en los presupuestos de las empresas.The Brandery inició su trayectoria hace un año, cuando el Fira de Barcelona y el Ayuntamiento de la ciudad reaccionaron al regreso de Bread&Butter a Berlín con el lanzamiento de su propia feria. Nacida de forma acelerada, The Brandery trata de buscar un hueco en el calendario de los salones de moda. Las comparaciones con Bread&Butter son inevitables por parte de todos los visitantes. A simple vista, la diferencia es notable: mientras la feria de origen alemán llamaba la atención por su gran tamaño y espectáculo constante, The Brandery es más discreta y pequeña. La crisis se deja notar en esta edición e incluso las mayores marcas de la feria, como Custo Barcelona o Basi, han optado por espacios pequeños, en el primer caso, y discretos, en el segundo. Los stands están ocupados en su mayoría por marcas españolas. Sin embargo, los expositores destacan que, si bien la repercusión mediática es inferior, los negocios se cierran. La afluencia de público fue ayer contenida e incluso durante algunas horas del día fue inferior a la del año pasado, algo que destacan los asistentes. Habrá que esperar a la última jornada de la feria para conocer el recuento final de visitantes.El eslogan de este año gira en torno a la revolución de las marcas y la entrada de la feria ya avisa de ello: tela militar, camiones de guerra y bidones de gasolina adornan el recinto. La primera visita obligada es The Cathedral, donde se encuentran marcas como Custo Barcelona, Lacoste, Munich o Sita Murt. Nuevas propuestas, algunas atrevidas como auriculares con formas de mariposas, y otras no tanto, pero todas las marcas que exponen en la feria tienen algo que ofrecer al especialista del sector que se acerca a conocerlos. A primera vista se aprecia la intención de hacer negocio en la feria, de carácter profesional. The Brandery no es sólo una feria de ropa y marcas, ya que la gastronomía, la bisutería e incluso las publicaciones en papel reclaman un poco de protagonismo entre tanta tela. The Brand Town es el lugar indicado para comer un poco de jamón ibérico o tomar una cerveza al sol en la feria, que trata de calmar el calor con ventiladores a pleno funcionamiento. Al final de uno de los dos pabellones, casi escondido, se encuentra The Laundry, la zona en la que se dan cita los conferenciantes y retailers para intercambiar ideas y puntos de vista durante los tres días que dura la feria.