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Stib: marcas, tejidos y negocios en una edición de regreso a los orígenes

P. Riaño

2 oct 2013 - 04:55

Tres decenas de expositores y poco más de quinientos visitantes. Aunque las cifras sean bajas en comparación con ferias españolas o europeas, en el Salón Textil Internacional de Barcelona (Stib) se hacen negocios. Diseñadores como Antonio Miró o Josep Abril, además de compradores de empresas como Pronovias o Adolfo Domínguez, pasaron durante la jornada de ayer por Stib, que este año regresa a sus orígenes con una nueva ubicación.

 

Stib es la última feria de tejidos que queda en España y en ella se reúnen, dos veces al año, las más importantes casas de tejidos de Europa. El salón está impulsado por representantes en el mercado español de estas compañías internacionales, que utilizan la plataforma para entrar en contacto con los clientes que no han podido acudir a Première Vision (París) o Milano Única (Milán) o que ya han visto en alguna de estas citas y con los que terminan de cerrar acuerdos.

 

Para asegurar que sólo acuden a la feria personas realmente interesadas en hacer pedidos, para entrar a Stib es necesario contar con una invitación directa de uno de los expositores. “Aplicamos un filtro tanto a visitantes como a empresas porque nuestro objetivo es hacer negocio”, explica Armando López-Munté, presidente de Stib, que añade que los expositores son sólo casas de gama alta, procedentes en un 90% de Italia.

 

Está previsto que alrededor de quinientas personas asistan al salón, que se celebra desde el lunes y cerrará sus puertas hoy. Entre los visitantes figuran desde pequeños diseñadores de toda España a compañías como Mango, Textil Lonia, Adolfo Domínguez, Roberto Verino o Pronovias.

 

La feria está gestionada por una organización sin ánimo de lucro impulsada  por los propios expositores. Los 17 socios de Stib son también expositores, a los que se suman este año trece representantes más hasta alcanzar los treinta stands con que cuenta el salón esta edición, donde se muestran las propuestas correspondientes a la temporada otoño-invierno 2014.

 

Este año, por primera vez, Stib cuenta con un expositor que no vende tejidos. Se trata de Swarovski Elements, la multinacional austriaca de cristal tallado. La compañía está en la feria en calidad de patrocinador, pero también expone sus productos para acercarse a los visitantes, si bien no puede cerrar pedidos durante los días de salón.

 

Stib inició su andadura celebrándose en la Llotja de Mar, un edificio fuertemente vinculado a la actividad empresarial de Barcelona. Con el paso de los años, el salón se trasladó al Palacio de Congresos de Barcelona, donde llegó a ocupar 2.000 metros cuadrados de superficie. Stib regresa este año al centro de la ciudad instalándose en las Reials Drassanes de Barcelona (Reales Atarazanas de Barcelona), donde el salón disminuye su tamaño y recupera exclusividad.