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Sposaitalia da el ‘sí quiero’ a la moda española y prepara su salto al extranjero con una edición en Asia

Iria P. Gestal. Milán

23 may 2016 - 04:42

Sposaitalia

 

 

Sì Sposaitalia fija la vista en Asia. La feria italiana de moda nupcial, que culmina hoy en Milán, planea llevar el salón al extranjero y crear una nueva edición en el continente asiático. En su última edición, los expositores españoles (los más numerosos después de los italianos) percibieron un incremento de compradores internacionales, especialmente de Japón, y reafirmaron su apuesta por el mercado transalpino, en el que el multimarca sigue siendo el rey.

 

“Venir a la feria es fundamental porque el retail de moda nupcial es testimonial, ni Pronovias cuenta aquí con una red tan extensa como en otros países: después de veinte años en el país tiene sólo dos tiendas”, explican desde la firma italiana Elisabetta Polignano. “La novia italiana está acostumbrada a ver varias marcas antes de decidirse por un vestido; sólo una pequeña parte decide qué firma vestirán antes de empezar el proceso de compra”, añade Alessandra Rinaudo, cofundadora de Nicole Fashion Group, el líder de la moda nupcial en Italia.

 

Con todo, la crisis y el descenso de la tasa de nupcialidad en el país transalpino han convertido la exportación en el eje de crecimiento de la moda nupcial del país. Italia ha pasado de acoger 4,7 bodas por cada mil habitantes en 2002 a sólo el 3,2 por mil en 2013, por debajo del 3,5 por mil de España, según se recoge en el Modaes.es Dossier de Moda Nupcial.  “Las empresas que no exportaban han terminado desapareciendo”, asegura Corrado Peraboni, director de Fiera Milano.

 


La organización estudia crear una edición en Japón, el principal mercado de la moda nupcial italiana fuera de Europa

En este sentido, Sposaitalia también ha centrado sus esfuerzos en atraer cada vez más compradores de fuera de las fronteras italianas. “Hace unos años, con tener compradores de Europa, quizás de Estados Unidos, ya eras una feria internacional; ahora tienes que atraer visitantes de países diferentes”, explica Peraboni. Este año, la feria ha invitado compradores de una decena de países como Azerbayán, China, Estados Unidos, Qatar, Líbano, Sudáfrica, Rusia y Turquía.

 

“Es un reto, porque muchos son países donde la tradición del sector nupcial es joven y encontrar las tiendas adecuadas requiere el esfuerzo conjunto de la organización, la Cámara de Comercio y agentes privados”, añade. Para potenciar Sposaitalia en el extranjero, Fiera Milano está ultimando crear una nueva edición en Asia, “probablemente en Japón”, algo que podría materializarse ya el próximo año.

 

El mercado nipón es ya es el primer destino de las exportaciones italianas de moda nupcial fuera del continente europeo, y la presencia de compradores japoneses en la feria es cada vez mayor.

 

Sposaitalia
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“Los japoneses son nuestro principal cliente aquí, además de los italianos; vienen buscando vestidos más especiales que quizás no tienen tanta salida en España”, explica Manuel Ródenas, director comercial de Raimón Bundó, que no ve problema que en el salón sea uno de los últimos en el calendario de ferias nupciales en Europa porque “los compradores italianos tienen su propio calendario”.

 

Para la compañía catalana Tot-Hom, que cuenta con dos tiendas en España, Japón es el único mercado en el que están presentes en el extranjero. “Es el segundo año que venimos a Sposaitalia y estamos muy contentas con el feedback que estamos teniendo, sobre todo de los compradores extranjeros”, explica Sonia Prada, responsable de expansión internacional de la compañía.

 

El de Sonia Peña es uno de los stands más concurridos de la feria. La firma malagueña, que opera con las líneas Sonia Peña y Sonia Peña Couture, con la que  se ha introducido recientemente en una gama más alta, no percibe tanto el aumento del tráfico internacional y, en cambio, asiste al salón con la vista puesta en los compradores italianos y alemanes. “Siempre dicen que hay más japoneses, pero aquí no lo notamos; es un mercado complicado porque requiere un patronaje diferente, así que, tal como entran por el stand, se van”, aseguran desde la compañía.




“El producto italiano tiene que subir su posicionamiento; con la entrada de nuevos operadores, el mercado se está polarizando”, explica el director de Fiera Milano


Entre los 156 expositores que ha reunido Sposaitalia en esta ocasión, de los cuales el 41% eran extranjeros, hay dos nuevas incorporaciones españolas: Moncho Heredia y Pura López. La firma malagueña, que comercializa vestidos de fiesta producidos en España a precios que rondan los cien euros, acude para buscar comerciales en el norte de Italia. Tras un arranque de feria algo frío, “porque los compradores van primero a visitar a las marcas italianas”, el balance del salón es positivo, aseguran desde la compañía.

 

La firma de calzado Pura López también ha acudido este año por primera vez. La compañía, que tiene en Roma su única tienda monomarca, ha recibido visitas de compradores italianos, iraníes y chinos, donde ya cuenta con una amplia presencia.

 

“España, como Italia, es reconocido como lugar con una producción de alto nivel en moda nupcial”, asegura Peraboni, que apunta que cada vez más compañías italianas están desarrollando líneas de gama más alta para posicionarse en el extranjero. “El producto italiano tiene que subir y posicionarse más alto, no tanto por una voluntad de las marcas sino por necesidad; con la entrada de nuevos operadores está ocurriendo lo mismo que ya ha pasado en moda femenina: el mercado se está polarizando y el segmento medio es el que más va a sufrir”, añade.

 

 

Sposaitalia

 

Aunque la moda femenina continúa copando la mayor parte del espacio, las firmas dedicadas a vestir al hombre son cada vez más numerosas en la feria; de hecho, Italia es uno de los mercados europeos donde el gasto entre mujeres y hombres está más equilibrado.

 

Las novias italianas son las terceras que más gastan del continente, mientras que los hombres ocupan la tercera posición. Así, los vestidos de novia en Italia movieron un negocio de 276 millones de euros en 2015, frente a los 205 millones de euros de los hombres. Sin embargo, las marcas de moda masculina convencional continúan suponiendo una importante competencia para las marcas especializadas en el sector que, en cambio, son más fuertes en el calzado y los complementos. 

 

De cara al futuro, además de continuar la internacionalización, los retos de Sposaitalia pasan por atraer más expositores y ganar espacio con el piso superior del recinto ferial. “Este año ya hemos incrementado el espacio un 20%, pero esperamos que en la próxima edición podamos estar en los dos pisos a pleno rendimiento”, explica Peraboni.