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Modtissimo reúne al músculo industrial de Portugal en plena transición hacia el ‘full service’

La feria del textil y la confección de Oporto, que finalizó ayer su última edición, ha vuelto a convocar a los principales actores de su industria local, algunos de ellos inmersos en procesos de transformación de meros fabricantes a proveedores integrales de diseño, logística e I+D.

Lorenzo Molina. Oporto

23 feb 2018 - 04:47

Modtissimo reúne al músculo industrial de Portugal en plena transición hacia el ‘full service’

 

 

Modtissimo continúa dando pasos al calor de la demanda en proximidad. La feria textil y de la confección de Oporto, celebrada del 21 al 22 de febrero, reunió  a 220 expositores en su seno, entre fabricantes de prendas de vestir y accesorios, así como proveedores de tejidos. El certamen, que tuvo lugar en el interior del aeropuerto Francisco Sá Carneiro, corroboró el atractivo que ha ganado el mercado luso en los últimos años como polo de aprovisionamiento en cercanía gracias a su inversión en tecnología.

 

“Somos el case study más interesante de relocalización de una industria tradicional en un país desarrollado”, afirma Paulo Vaz, director general de la Asociación del Textil y el Vestuario de Portugal (ATP). “En los últimos dieciséis años hemos pasado del cielo al infierno y de nuevo al cielo, gracias a la transición de la competencia por el precio a la lucha por el valor añadido”, añade.

 

El sector portugués de la confección se encuentra en plena fase expansiva gracias a la demanda exterior. Las exportaciones de ropa y textil del país alcanzaron los 5.237 millones de euros en 2017, un 4% más que en el año anterior, según datos de la ATP.

 

 

 

 

España, Francia y Alemania se mantuvieron como los principales clientes de la industria lusa. Sin embargo, mientras que la demanda desde el mercado francés y alemán se elevó un 6% y un 4%, respectivamente, las compras desde España cayeron un 1% en 2017, hasta 1.772 millones de euros, según datos de ATP.

 

La confección, que representó el 60% de las ventas exteriores del sector el año pasado, estuvo representado en Modtissimo por numerosos actores locales de largo recorrido como Dielmar, A. Ferreira&Filhos y Concreto, entre otros.

 

La oferta de tejeduría fue, no obstante, la más numerosa y registró el mayor volumen de tráfico. Junto con expositores portugueses de gran envergadura como Riopele hubo nombres españoles como Dogi, Diverchildren, Industrias Murtra, Textil Girona y Textil Juan Moragas.

 

 

 

 

La inversión en tecnología ha sido y continúa siendo el salvavidas de estas compañías para mantenerse a flote con garantías. André Medeiros, responsable de negocio internacional en Dielmar, nos cuenta que la compañía de sastrería, con 400 empleados y con clientes en todo el mundo, está implementando un sistema de planificación de recursos empresarial (ERP, por sus siglas en inglés), para evitar fallos en cualquier fase de la cadena de valor y mejorar la eficiencia de la organización.

 

“Hemos pasado de una posición pasiva de tomador de pedidos a convertirnos en un vendedor de soluciones”, explica Vaz. “Cada vez lo vemos más con las grandes marcas: quieren focalizarse en trabajar la identidad de marca y el punto de venta, mientras delegan las otras competencias como el diseño, el I+D o la logística”, añade. Según el director de ATP, esto abre una oportunidad nueva a los actores industriales para sumar nuevas vías de negocio.

 

Tessimax es otro de los grupos lusos de tejeduría, tintado y acabados que acudió a la cita con Modtissimo en Oporto. Con sede en Covilha, una plantilla de unos 1.000 empleados y un 90% del negocio en los mercados exteriores, la empresa trabaja para marcas como Tommy Hilfiger y Calvin Klein, así como las españolas Mirto e Inditex.

 

“La creatividad y el servicio son las mejores bazas del sector en Portugal”, explica Luís Nina, del departamento de diseño de Tessimax. “En el futuro, el negocio pasa por diversificar hacia tejidos más técnicos para ampliar el abanico de clientes”, añade. El ejecutivo señala a Turquía, en el ámbito de los tejidos, y Marruecos en el de la confección como dos de las principales amenazas para el devenir del sector luso.

 

 

 

Perspectivas: exportaciones y salarios al alza

En los próximos años, la industria portuguesa continuará elevando su negocio internacional, que representaba el 65% de la facturación total del sector en 2008 y hoy copa el 80%. Tras rebasar este año el objetivo de exportaciones fijado por ATP en 202, Paulo Vaz mantiene la cautela en sus pronósticos. El ejecutivo estima que las exportaciones portuguesas de textil y ropa alcanzarán los 6.500 millones de euros en 2030.

 

Aparte de las ventas al exterior, otras variables del sector luso también irán al alza. “Los costes de producción van a subir, eso está claro”, señala Vaz. “Los salarios subirán, y ya están al alza, además tenemos un problema para captar talento, lo cual implica por mera ley de mercado una elevación de las retribuciones”, añade.

 

Las empresas seguirán una estrategia de mix en los próximos años, según el director de ATP. A veces, esas soluciones pasan por producir en Portugal los productos de mayor valor añadido, mientras que los otros se pueden redirigirse a otros países, siempre acompañándose con la transmisión del know how: Marruecos, Túnez, Rumanía, Bulgaria o China.

 

En el aspecto de la mano de obra, el director de ATP aboga por reformular el márketing en torno al empleo industrial en la confección, dado su foco cada vez más tecnológico. “Debemos borrar entre las mentes de los más jóvenes la idea de que buscamos operarios, porque ciertamente lo que se requiere son tecnólogos; esto es un cambio de discurso muy importante, porque tiene que ver con el reconocimiento social de esa profesión”, apunta Vaz. “Los tecnólogos del sector textil con competencia servirán para hacer la transferencia de conocimientos a esos otros países con costos de producción más baratos y realizar el control de dicha producción”, concluye.