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Modtissimo retoma el vuelo: la feria textil de Portugal recupera músculo al calor de la relocalización

Silvia Riera. Portugal

26 feb 2016 - 04:47

 

La industria textil en Portugal gana cuerpo e impulsa a su feria textil. Modtissimo recuperó en su última edición, celebrada esta semana en las instalaciones del aeropuerto de Oporto, el vigor que tuvo antes de 2005, cuando la liberalización del comercio aceleró la deslocalización y la producción textil portuguesa perdió competitividad frente Asia. Una década después, las empresas del sector en el país se han reinventado y, aunque con estructuras más pequeñas y más flexibles, han vuelto a colocar a Portugal en el mapa europeo del aprovisionamiento.

 

Modtissimo se celebró los días 24 y 25 de febrero en las instalaciones del aeropuerto Fancisco Sá Carneiro de Oporto. La organización explica que es una ubicación temporal y que se debe a una voluntad de querer hacer y comunicar algo diferente. La feria ha contado además con el patrocinio de ANA Aeroportos de Portugal (el equivalente al Aena español) y lo más probable es que en la próxima edición de septiembre el certamen regrese a su localización habitual en el edificio de la Alfândega. 


Así, en el hall de entrada al aeropuerto se instalaron los cerca de 200 expositores del evento con alrededor de 300 colecciones. Los hiladores y tejedores se agruparon en un extremo del hall y los confeccionistas y marcas de moda infantil, en el extremo opuesto, situándose en los pasillos laterales del aeropuerto y separados ambos por un stand de grandes dimensiones del centro tecnológico textil de Portugal Citeve y el espacio de tendencias. 

Pese a las inconveniencias de un espacio de estas características, alejado del centro de la ciudad y mezclado con el trajín de viajeros y turistas, la feria se benefició también de la luminosidad de sus instalaciones y de su gestión del tráfico aéreo, permitiendo a muchos compradores extranjeros ir y volver el mismo día y sin salir del lugar.

En cuanto a los visitantes, Modtissimo volvió a vivir esta semana una edición con gran actividad, en línea con las últimas convocatorias. La feria parece haber dejado ya atrás aquellas ediciones de diez años atrás, cuando el fin de las cuotas en el comercio textil internacional arrasó con gran parte de la industria local y casi se lleva consigo a su feria sectorial. 


“De dos años y medio a esta parte la mejora de la feria es notoria”, ha explicado su director, Manuel Serrao, que también preside la asociación empresarial Selectiva Moda. Serrao ha explicado que hay un mayor interés por exponer y también por asistir, sobre todo entre empresas extranjeras “que en su día salieron a Asia y ahora regresan”. “Aquí no viene ni el lujo ni la gran distribución, sino marcas y cadenas medianas que quieren recuperar la producción en cercanía”, ha señalado.

 

 


El certamen volvió a atraer a gran número de compradores, sobre todo en el área textil, donde se hacía difícil ver stands vacíos. El grueso de las empresas participantes eran portuguesas, aunque también acudieron la italiana Miroglio o las españolas Dogi, de tejido elástico de punto, y Exclusivas Danilo, de fornituras. Otros tejedores europeos también estaban presentes en la feria a través de representantes. 


La zona de confección estuvo más relajada, aunque los stands de algunos de los grandes grupos del sector del país estuvieron repletos durante las dos jornadas. Fue el caso de Goucam, proveedor de Massimo Dutti, Uterqüe, Purificación García o Carolina Herrera; Dielmar, uno de los principales grupos especializado en sastrería masculina de gama alta, o A. Ferreira & Filhos, fabricante de punto, proveedor también de Inditex o Gant, entre otras.


La organización espera volver a reunir a los cerca de 5.000 visitantes que acudieron a Modtissimo el pasado septiembre. De estos, el grueso continuó siendo de público local, mientras que los compradores internacionales representan alrededor de 400 asistentes.

 

La organización espera volver a reunir a los cerca de 5.000 visitantes que acudieron a Modtissimo el pasado septiembre

 


La feria consolida así su fortaleza y se erige como el único salón de la Península que abarca toda la cadena de valor, desde la hilatura hasta la confección. Esta realidad no deja de ser un reflejo de que la región norte de Portugal ha mantenido estructura suficiente en toda la cadena de valor para abordar ahora una nueva etapa. Ni la organización ni las empresas expositoras se atreven aún a hablar de relocalización en mayúsculas, pero sí admiten que la destrucción de empresas ha llegado a su fin y que la recuperación existe, aunque de manera muy lenta. 


El empresariado portugués se mantiene expectante y cauto a los acontecimientos futuros y, aunque ha recuperado la inversión, considera que el marco político en el país y el clima global de incertidumbre frenan las expectativas de crecimiento.