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Micam, de Milán al mundo a rebufo del ‘made in Italy’

Cerca de 200 marcas españolas participan en la feria italiana de calzado, la mayor que se celebra en Europa y una de las más influyentes del mundo. El peso que tiene el made in Italy en la industria arrastra al resto.

S. Riera. Milán.

12 feb 2018 - 04:25

Micam, de Milán al mundo a rebufo del ‘made in Italy’

 

 

Micam es como una tabla de medir: o se está en el mercado global del calzado o no se está. La feria, que ha salido indemne de las embestidas de las últimas crisis, mantiene su fortaleza en Milán arropada por una fuerte industria local que exhibe toda su musculatura en los distintos segmentos de mercado. Las marcas españolas, cerca de 200 en esta ocasión, aprovechan el tirón internacional de esta plataforma para posicionarse en los mercados internacionales.


Con 1.400 expositores, Micam es la mayor feria de calzado de Europa y una de las mayores del mundo. La feria es también una de las más influyentes en el ámbito global aupada por la popularidad del sello made in Italy. El certamen espera recibir alrededor de 45.000 visitantes, en línea con la edición de un ano atrás. El 60% de los asistentes al certamen es extranjero y resulta de lo más natural recorrer los pasillos y toparse con grupos de compradores asiáticos, ajetreados y curiosos.

 

La oferta del salón se extiende en siete pabellones, dos de los cuales se dedican al lujo, otros tres al calzado de tendencia, un sexto al confort y un séptimo al calzado urbano. Pese a resultar la más atractiva por el tipo de producto, los dos halls dedicados al lujo pueden resultar de lo más decepcionantes. 

 

 

 

 

Muchos de sus stands son auténticos bunkers. Así tras un cubo inmenso formado por cuatro paredes blancas que anuncian John Galliano, Roberto Cavalli o Blumarine, una puerta se cierra evitando miradas indiscretas, custodiada por una azafata tras un atril que con simpatía despacha a todo aquel ajeno a su guest list.

 

Muy cerca defienden su bastión las españolas Pura López, Pertini y Mascaró, rodeadas de las líneas de calzado de marcas como Ermanno Scervino, John Richmond o Moschino. En el mismo pabellón, pero en el área de calzado masculino, Magnanni también planta la bandera del made in Spain rodeado del lujo italiano, británico y portugués. En el segundo pabellón dedicado a la gama alta, aunque con líneas más premium, el calzado español cuenta con representantes como Pons Quintana, Lodi o Menbur, todas ellos sacando pecho con grandes espacios bien posicionados.

 

No obstante, donde el calzado español está mejor representado en Micam es en el área urbana. Callaghan, Pepe Jeans, Pitillos, Sabrinas, Destroy, Mustang, Pikolinos, Fluchos, Art, El Naturalista, Grupo Illice o Xti con toda su artilleria. Con stands repletos y ambiente de trabajo, se hacía difícil acceder a ellos. Entre muestrarios y calculadoras, se escuchaba hablar inglés con acento español, pero también italiano, ruso o incluso japonés.

 

 

 

 

El propósito de acudir a Micam para las marcas españolas es poner el acento en la exportación. Muchos de los expositores que acuden a Milán han desestimado incluso la opción de participar en la feria de Madrid porque es en la ciudad italiana donde terminan también por ver a sus clientes españoles. Otras marcas, como Verbenas, están completamente orientadas a su desarrollo en el mercado global.

 

Verbenas se encuentra en la zona de calzado contemporáneo, junto a Vidorreta y Coolway, que acude también con Freestyle by Coolway y Muse&Cloude. Pensando también el exterior, marcas como Igor, de botas de agua; Victoria, de zapatillas de tela, o Panama Jack, de botas, se presentan con propuestas mucho más sofisticadas a las que se encuentran en las tiendas españolas.

 

Responsables comerciales de marcas españolas explican que el detallista español continua siendo muy conservador a la hora de comprar y que es difícil que pruebe con artículos nuevos, algo que no sucede en el extranjero. Por otro lado, el mercado español continúa siendo muy sensible al precio, lo que obliga a las marcas a sorprender al comercio internacional y a ser competitivo frente al resto de firmas europeas.

 

 

 

 

En este sentido, Alma en Pena atascaba el pasillo al paso por su stand, que había decorado como un patio andaluz. En su interior, ninguna mesa vacía. Y en esta misma línea, la toledana Castellano 1920 volvió a sentar frente a su stand a un artesano zapatero.

 

Más allá de la presencia española, Micam volvió a ser un punto de encuentro internacional del sector del calzado y, al menos en su primera jornada, volvió a llenar pasillos. Uno de los puntos más calientes del evento es la zona dedicada al diseño, con marcas como Calvin Klein, Donna Karan o Keneth Cole.

 

Junto a ellas, un espacio dedicado al diseño emergente, con una selección de marcas que, sin perder la visión comercial del negocio, avanzan en estilo y formas. La start up francesa Le Flow Paris, por ejemplo, busca su espacio en comercios de gama alta y muy orientados al diseño, la mayoría de los cuales se encuentra en Asia.