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Los ‘pop-up’ de REC se refuerzan con catorce nuevas marcas y estudian el salto al extranjero

Iria P. Gestal

22 abr 2015 - 04:50

 

La feria de tiendas temporales REC renueva su apuesta. En la próxima edición, que tendrá lugar entre los próximos 3 y 6 de junio en Igualada (Barcelona), el evento contará con 74 marcas en 35 pop-up stores, catorce enseñas más que en la pasada edición. Además, en esta ocasión, a la oferta de moda se sumará un festival gastronómico de comida ambulante, con más de 25 food trucks repartidos a lo largo del circuito.

 

El evento volverá a incorporar el formato efímero Rec Pop Up Day, en el que firmas de diseñadores emergentes venderán sus creaciones durante sólo un día. “La idea es que se den a conocer, y conocerlos nosotros también, para que en próximas ediciones se puedan incorporar también al circuito general”, explica Jordi Ribaudí, uno de los fundadores del REC.

 

Entre las marcas que se estrenan este año en la feria destaca Adidas, que se incorpora a REC con su línea Adidas Originals en pleno revival de las clásicas zapatillas Stan Smith. La enseña se suma a otras firmas como Sita Murt, Desigual, Mango, Levi’s o Pepe Jeans que durante los cuatro días que dura el evento venderán su stock con descuentos de entre el 60% y el 80%.

 

El REC, que nació para resucitar el viejo barrio de Igualada donde antes se ubicaban fábricas textiles y de curtiduría, se ha convertido en un nuevo formato de retail que sus creadores ya están exportando a otros lugares. En 2012, tres años después de poner en marcha el proyecto en la ciudad catalana, el equipo de REC llevó el concepto a Valencia, donde 20 marcas vendieron sus prendas en el barrio Ciudad Fallera. Aquél fue un proyecto puntual, pero el año pasado el formato llegó a Lleida, donde se ha convertido en un mercado permanente dentro del mercado modernista del Pla. Ahora, estudian llevarlo también a otras ciudades de España y dar el salto el extranjero.

 

Además de la suma de moda, música y gastronomía que ofrece a sus visitantes, el REC es también una oportunidad para diseñadores emergentes. Como Miriam Ponsa, que acaba de abrir tienda en París y comparte stand en el REC con otras dos firmas independientes. “Nuestro taller está en Manresa, así que para nosotros era natural estar en un proyecto que tiene lugar en una zona de tradición industrial como es el barrio del REC de Igualada”, apunta. “Además –añade- es una gran oportunidad para tener feedback de tus clientes y participar directamente en la creación de tu propia tienda efímera”.

 

Por su parte, las grandes marcas encuentran en la feria una manera de deshacerse de sus stocks y, en ocasiones, también renovar su imagen. “Aquí pueden desmelenarse y hacer un poco el gamberro, lo que no es posible en otros formatos; creo que el REC las refresca”, apunta Ramón Enrich, artista y  otro de los promotores del proyecto.

 

En la pasada edición, en noviembre del año pasado, más de 100.00 personas visitaron la feria y se vendieron alrededor de 170.000 prendas. “Al principio, casi todos los visitantes venían de Igualada, pero hoy sólo el 30% son vecinos de la zona”, apunta Ribaudí. Aun así, los beneficios del evento siguen revirtiendo en la zona. “En el momento más dramático de la especulación urbanística –relata Ribaudí- el Ayuntamiento decidió hacer un plan para arrasar toda la zona”. Fue entonces cuando a él y un grupo de cinco amigos se les ocurrió hacer una feria de moda para revitalizar el barrio “y así los propios propietarios de las fábricas abandonadas, muchos miembros de familias con tradición textil, se dieron cuenta del valor de lo que tenían”.