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La moda española se vuelca en Sposaitalia ‘a la caza’ de la novia italiana

La bilbaína Sophie et Voilà ha acudido a la feria por primera vez y Tot-hom se ha sumado al calendario de desfiles en una edición que, aunque tardó en arrancar, volvió a convencer a los expositores españoles.

Iria P. Gestal. Milán

22 may 2017 - 04:08

Vista de la feria Sposaitalia.

 

La moda española se vuelca de nuevo en Sí Sposaitalia Collezioni. El certamen de moda nupcial, que celebró el pasado fin de semana su edición número cuarenta, volvió a contar con un nutrido grupo de expositores españoles (los más numerosos después de los italianos), que en muchos casos tienen en Italia uno de sus principales mercados en el extranjero. Pese a un arranque algo frío en la primera jornada de la feria, el balance al final del fin de semana fue positivo, con un aumento de los compradores internacionales de países como Rusia, Oriente Medio y Japón.

 

El entorno era complicado. Al clima, inesperadamente lluvioso en Milán, se sumó el abrupto cambio de gestión en Fiera Milano a apenas unos días de la feria. Corrado Peraboni, su consejero delegado, se vio obligado a abandonar la dirección acosado por las sospechas de presuntas infiltraciones mafiosas en la organización, y el candidato que iba a sustituirle, Corrado Colli, abandonó la carrera a los pocos días por una investigación judicial.

 

“Ha sido un año complicado, pero el ambiente en la feria ha sido bueno, hemos aumentado el espacio en un 10% y  esperamos volver a batir récords de visitantes”, aseguró Simona Greco, directora del certamen.

 

 

 

 

La feria, que acogió a 180 expositores y más de 8.000 compradores, recibió visitantes de mercados como Oriente Medio, China, Rusia, Sudáfrica, Turquía y Japón, uno de los principales clientes exteriores del sector.

 

Entre los expositores españoles, el de Moncho Heredia era, a primera hora del viernes, el más concurrido. “Es el segundo año que venimos y estamos teniendo muy buena acogida”, subrayan desde la compañía. “El año pasado hicimos varios clientes y este año será el de nuestra consolidación; los agentes ya nos conocen y la feria ha empezado muy bien para nosotros”, añaden.

 

Más veterana es Higarnovias, que lleva operando diez años en Italia. La compañía comenzó su abordaje al mercado por el sur, en la región de Calabria, “donde la madrina tiene un peso muy importante en el gasto de las bodas”, dice Manuel Hidalgo, director general del grupo cordobés. La empresa, que cuenta ahora con cuatro agentes para todo el territorio, quiere que el país se convierta en su primer mercado internacional.

 

“Tiene un tamaño mayor que el español y somos muy parecidos en cuanto a los hábitos de consumo en moda nupcial”, señala Hidalgo. “Además, tenemos un precio medio, que encaja muy bien con los clientes multimarca, y hemos estrenado una imagen que está teniendo una buena aceptación”, apunta.

 

 

 

 

Más cautos se muestran desde As Selección, que lleva cinco años acudiendo a Sposaitalia. “Soy cauto para este año, el arranque ha sido más frío que otros años”, dicen desde la compañía. Italia copa el 20% de las ventas del grupo y ha sido una tabla de salvación para la compañía cuando el mercado español se encogió durante la crisis.

 

“Las empresas españolas de moda nupcial se conocen mucho aquí gracias a Pronovias, pero en fiesta todavía queda mucho trabajo por hacer”, dice Antonio Fernández, director general del grupo.

 

Para Isabel Sanchís, el mercado italiano es menos relevante por volumen de ventas, aunque este es ya el octavo año que la compañía acude a Sposaitalia. “Este año no ha arrancado muy bien en cuestión de compras, pero en visitantes sí que se ve más tráfico que otros años”, aseguran desde la compañía,.

 

El mayor stand de la feria fue el de la italiana Musani, la reina de la moda de fiesta en el mercado transalpino. La compañía comenzó su andadura en 1914 como fabricante de tejidos y hoy cuenta con más de 700 puntos de venta en el país. “Contamos con un abanico muy grande de tallas, desde la 38 hasta la 64, y las más grandes se están vendiendo muy bien”, apunta Carole Musani, directora creativa.

 

Las bajas de grupos como Nicole Fashion Group, uno de los mayores de la moda nupcial del país, se compensaron con incorporaciones como la del británico Jenny Packham o la francesa Atelier Emelia Paris.

 

La empresa, fundada el año pasado de la mano de las impulsoras de Cymbeline, ha decidido empezar su internacionalización en Italia porque “hay un mercado importante de tiendas multimarca y se valora mucho el vestido de novia producido de una manera más artesanal”, asegura Sophie Delaroche, cofundadora de la compañía.

 

 

 

 

“Lo mismo ocurre en España y en Reino Unido, pero no tanto en Francia, donde no hay tantas tiendas para nuestro nivel de precio”, subraya la directiva de Atelier Emelia Paris, que opera con precios de entre 2.500 euros y 3.000 euros. “Es sorprendente que en el país de la alta costura se valore menos el vestido de novia”, apunta.

 

 

 

 

Otra de las incorporaciones fue la del estadounidense Badgley Mischka, propiedad hasta el año pasado del grupo Iconix. “Está funcionando muy bien y esperamos ampliar el espacio el año que viene”, apuntan desde Wedd Dress, el distribuidor de la marca en el mercado italiano.

 

La compañía, que distribuye también la enseña italiana Enzoani y sus líneas Blue y Beautiful, ha notado un nuevo aumento de los compradores italianos, así como de los sudafricanos.

 

También debutó este año Sophie et Voilà. La empresa lleva diez años operando con un atelier en Bilbao, donde se realizan vestidos a medida, pero el año pasado su fundadora, Sofía Arribas, se asoció con  Saioa Goitia, con quien quiere dar un nuevo impulso a su expansión.

 

En esta nueva etapa, la enseña se ha volcado en la internacionalización, con el foco puesto en Estados Unidos y Japón. “En Japón valoran más los tejidos y el corte y no les importa pagar”, asegura Goitia. Además, la empresa cuenta con un showroom permanente en Milán, desde donde distribuye al mercado italiano.

 

“En Italia trabajamos con un distribuidor, así que lo tenemos bastante cubierto; pero esperamos que la feria nos sirva para hacer nuevos contactos en Japón y quizás comenzar a abordar Oriente Medio”, apunta Goitia.