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Fimi hace las maletas y estudia llevar la feria al extranjero tras impulsar un 52% su internacionalización

Iria P. Gestal

25 ene 2016 - 04:45

Fimi fija la vista en los mercados internacionales. La feria española de moda infantil, que concluyó ayer su edición número ochenta y dos, estudia llevar la feria fuera del país y mantener al mismo tiempo unas fechas en España. En su última edición, celebrada por segunda vez en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, los expositores percibieron un “muy positivo” tráfico de visitantes y el número de compradores extranjeros se elevó un 52%.

 

El equipo organizador de la feria continúa insistiendo en que es un “modelo itinerante, que irá allá donde esté el negocio”. Siguiendo esta estrategia, Feria de Valencia, la organizadora del salón, está estudiando llevar Fimi al extranjero, algo que podría materializarse ya en 2018.

 

“El concepto de la feria ya está consolidado, y somos conscientes de que la internacionalización es clave para nuestras empresas así que podríamos llevar la feria a otros países, en principio europeos”, ha explicado la directora general del Fimi, Alicia Gimeno, a Modaes.es.

 

La idea pasa por celebrar la feria en las fechas habituales en España y, después, trasladarla a los pocos días a otra capital del continente. “Todavía no sabemos cuál podría ser nuestro primer destino, pero nos estamos fijando en Europa por facilidades logísticas y en las capitales donde ya no haya otra feria del sector”, apunta Gimeno. Esto excluiría, a priori, Florencia, París, Londres y Berlín, y podría suponer fijar la vista en los países nórdicos.

 

En paralelo, Fimi podría también exportar su desfile por separado al otro lado del Atlántico, a países claves para el sector como México. Durante su última edición, el número de compradores extranjeros se ha elevado un 52% impulsado mayoritariamente por el crecimiento de asistentes daneses, chinos, japoneses y mexicanos. Estos últimos todavía no tienen mucho peso, pero el salto ha sido exponencial respecto a otras ediciones. “Veníamos teniendo alrededor de cinco compradores del país, y este año recibimos en torno a veinte”, señala Gimeno.

 

 

Una de las claves de esta edición ha sido la vuelta a las fechas tradicionales del salón. Después de adelantar la feria una semana en la pasada edición de enero, para evitar coincidir con el calendario internacional, Fimi ha decidido dar un paso atrás y volver a apostar por el penúltimo fin de semana del mes. Esto ha supuesto coincidir con los dos eventos principales del sector en Europa, Pitti Bimbo, en Florencia, y Playtime, en París.

 

Muchos expositores han tenido que desdoblarse entre Fimi y una de estas ferias internacionales pero, en general, todos valoran de manera positiva las nuevas fechas. La firma N+V, que se estrenaba este año en Pitti Bimbo, señala que aunque el número de compradores extranjeros todavía no es muy grande, no ha descendido por coincidir con otras citas internacionales.

 

Desde Chocolate Baby, por su parte, opinan que coincidir precisamente los ha beneficiado. “Hemos notado una afluencia muy positiva ya desde la mañana del viernes, y compradores extranjeros de países como Israel o México”, explica Cristina Cuadrado, responsable de la compañía.

 

En cambio, Saturnino Hernainz, director general de La Ormiga apunta que “sí se notan muchos compradores extranjeros, pero el problema es que en muchos casos después no se materializan los pedidos”. Por su parte, desde Name It, propiedad del grupo danés Bestseller, subrayan el cambio respecto a la edición de julio, “cuando la fechas de la feria coincidieron con la primera semana de rebajas y la afluencia fue mínima”.

 


Gimeno, por su parte, apunta que “coincidir en fechas con Pitti y Playtime nos ha beneficiado; como empezamos un día después, hemos recibido muchos compradores extranjeros que volaron el viernes por la mañana desde Florencia, lo que nos obligó a abrir las puertas media hora antes”. Esto beneficia sobre todo a los compradores de fuera de otros continentes, que aprovechan un sólo viaje para visitar las tres ferias, pero dificulta la labor de los expositores.

 

En esta edición se han echado en falta grandes grupos internacionales como Groupe Zannier o Children’s Worlwide Fashion (CWF), que sí asistieron en ediciones anteriores. Para continuar atrayendo a los grupos importantes que deciden no exponer, Fimi abrió por primera vez en esta edición los desfiles a firmas que no cuentan con un expositor en la feria. Este fue el caso de compañías como Mayoral o Agatha Ruiz de la Prada, que utilizaron la plataforma de la pasarela pero no contaron con un stand en el salón.

 

“Tenemos que buscar todas las opciones posibles para que no falte ni un fabricante español en Fimi”, dice Gimeno. “La moda infantil española tiene que sacar pecho: si motivamos la internacionalización y después nos faltan los grupos más grandes no estamos dando la visión completa del sector al comprador extranjero”, sentencia.