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Contacto internacional en el showroom de 080

15 jul 2010 - 00:00

Custodio Pareja.- Tras una jornada en la que se recibieron compradores nacionales, ayer, en el showroom de 080 Barcelona Fashion se dieron cita los compradores internacionales que vienen a conocer las colecciones que los diseñadores independientes están presentando en el marco de la pasarela de la capital catalana.Ian Mosh, Celia Vela, Angelo Mio o Niabu son algunas de las firmas que están presentes en el showroom de la pasarela, donde los 18 diseñadores que muestran sus colecciones exponen sus propuestas para la temporada primavera-verano 2011. La plataforma del showroom está siendo positiva para hacer contactos entre clientes y diseñadores. “No todos los compradores hacen pedidos, pero siempre se hace un cambio de tarjetas”, explican a Modaes los diseñadores del showroom. Bisutería, colecciones de ropa y complementos se muestran en los espacios reservados para las firmas, mientras los potenciales clientes tocan y observan el género para decidirse por unas prendas u otras. Algunos de los espacios de los diseñadores están vacíos, ya que están mostrando sus colecciones en la pasarela. Una pizarra, con mensajes graciosos, avisa de que en un rato estarán de vuelta a modo informativo para los clientes, o buyers como se les llama en la feria.Color y sobriedad a partes iguales Krizia Robustella abrió ayer la tanda de desfiles del bloque de la tarde. Nada más entrar al recinto, unas palmeras decoraban la pasarela. Bañadores en color amarillo canario con frases impresas, viseras y gafas de sol avisaban que la colección iba a ser muy playera. El leitmotiv de la colección giraba en torno a la mítica serie de los 80 Los vigilantes de la playa, con unos colores base como azul, rojo, blanco y amarillo. Los estampados, flotadores salvavidas y cordones marineros, las riñoneras y las sombrillas hacían entender a la perfección una colección que se basa en ropa con tela de bañador y transparencias. El griego, Yiorgos Eleftheriades ha presentado una colección que giraba en torno a los tonos tierra, colores básicos y varios tonos de verde, utilizando materiales como el cuero para minifaldas y pantalones cortos y el blanco puro a modo de total look (algo que recuerda mucho a las colecciones de primavera 2010 de Celine y Chloé). Una colección de hombre y de mujer que no deja marcar la silueta, pero la insinúa, y una paleta de colores que van desde el negro hasta el bronce y el dorado, acompañado de unos zapatos de cuña en varios colores atados con cuerda marinera. Alexis Reyna, uno de los platos fuertes de la jornada, forma parte del departamento creativo de la cadena Desigual, algo que hace ver su colección con grandes expectativas. El desfile empezó de una forma algo macarra, con dos modelos fumando y Alexis Reyna en el centro de la pasarela (semidesnudo) gritando. Su apuesta para la próxima primavera va desde prendas de punto hasta lasters o leggins en colores flúor y tejidos metalizados. También se ha dejaron ver entre sus diseños estampados tropicales. Juun.J trasladó a los asistentes a su desfile al territorio Africano, en concreto al desierto del Sahara, dejando claro que el glamour y el desierto no están reñidos. El blanco, el negro y el gris predominaron en el desfile, rompiendo de vez en cuando con cuadros de color rojo y azul eléctrico. Prendas oversize con materiales como plástico, algodón y telas semitransparentes dejaron paso a gabardinas, combinadas con pantalones cortos y bombachos, acompañados de sandalias romanas a la altura de la espinilla. Manuel Bolaño puso fin a la segunda jornada con su colección “Algo de mí”. Unas propuestas que se aproximan al romanticismo que recuerdan en pequeños detalles a la última colección que presentó el ya fallecido diseñador inglés Alexander McQueen. Las modelos llevaban dibujadas con pintura dorada una especie de tiara, decorando los estilismos con plumas y cinturones hechos de muchas cruces pequeñas, también en color oro. Uno de los desfiles con más expectación, en la que el látex y las perlas jugaron con la doble moral del diseñador y el leitmotiv oculto de la colección: la religión.